/ miércoles 22 de septiembre de 2021

Visión Empresarial | Paquete Económico: mejorar la calidad de vida de las familias

La actual administración federal prevé un gasto total neto para el próximo año de 7 billones 88 mil 250 millones de pesos, monto que es 8.6 por ciento superior en términos reales al presupuesto aprobado en 2021. Por ello, es fundamental conocer la integración del Paquete Económico, pues señala el rumbo que tomará el país desde la visión del ejecutivo federal.

El Paquete Económico contempla los Criterios de Política Económica; la Ley de Ingresos y la llamada Miscelánea Fiscal que son las herramientas por medio de las cuales se fija la Política Fiscal, es decir, el compendio de impuestos y contribuciones que individuos y empresas deberemos cubrir; y, por último, y de igual importancia, el Proyecto de Presupuesto de Egresos que es en sí la descripción de la forma en que el gobierno gastará los recursos recaudados y cuyo objetivo es hacer que el país crezca y la calidad de vida de las familias mejore.

En este sentido, para alcanzar ese nivel de gasto, es lógico que se incremente la recaudación de impuestos. Así es como los Ingresos Tributarios crecerán 7.7 por ciento (real) equivalentes a 3.9 billones de pesos, que representan el 63 por ciento de los ingresos del gobierno que tendrán un total de 6.2 billones de pesos. Dado que el gasto será mayor que los ingresos, lo que se advierte es un déficit de 875 mil millones de pesos, equivalente al 3.1 por ciento del PIB. Es un hueco que se cubrirá con deuda o con posibles ajustes al gasto y parece razonable en el contexto actual.

Por otro lado, la OCDE, el Banco Mundial, el Banco de México e incluso la banca privada estiman un crecimiento promedio del PIB para 2022 cercano al 3 por ciento, el gobierno mediante la Secretaría de Hacienda estima de forma optimista que el país crecerá 4.1 por ciento. Y por otra parte, la producción petrolera ha caído consistentemente, pasando de producir en promedio, 1.81 millones de barriles diarios en 2018 a 1.68 millones de barriles en lo que va del 2021, la Secretaría de Hacienda prevé una producción promedio para 2022 de 1.83 millones de barriles diarios.

Por lo que, la reactivación económica como prioridad, no se tradujo en mayor apoyo a la Secretaría de Economía. Esta dependencia que debería apoyar con fuerza a las micro y pequeñas empresas enfrentará un recorte del 48 por ciento, eliminándose dos programas relevantes: Microcréditos para el Bienestar y el de Apoyo Financiero a Microempresas.

Uno de los sectores más golpeados es el turismo y no es prioridad en el presupuesto. De hecho, el 95 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Turismo se destinará al Tren Maya (63 mil millones de pesos), lo que implica un aumento del 68 por ciento con respecto a 2021. Por su parte, el presupuesto para Promoción y Fomento Turístico recibe un aumento de sólo 1 por ciento.

El presupuesto a la Salud se incrementará 15.2 por ciento en comparación con 2021 alcanzando los 794 mil millones de pesos. El aumento se explica por la asignación de recursos al programa de vacunación, medicamentos gratuitos y adeudos que tiene el sistema de salud. Sin embargo, los programas de prevención quedaron en segundo término y tendrán menos recursos.

La función Educativa incrementará 2.4 por ciento para llegar a 826 mil millones de pesos, aumentarán las becas, pero el presupuesto para infraestructura educativa prácticamente permanecerá sin cambio y seguirá siendo apenas el 2 por ciento del presupuesto educativo el que se destine a inversión física.

Sin embargo, reconocemos que no haya nuevos impuestos ni que se incrementen sustancialmente los existentes, no obstante, eso no es suficiente. Se requieren instituciones, incentivos y apoyos tangibles para promover la reactivación. Hoy, son necesarias políticas como las que promovía el extinto Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), fondos y programas para que más micro y pequeñas empresas surjan, se consoliden y prosperen generando empleos. Son muy relevantes porque las MiPyMEs representan más del 95 por ciento de las empresas del país. Igual reconocemos que el Gobierno de México apueste por crecer el gasto impulsando una austeridad responsable.

  • En el sector empresarial creemos que el Paquete Económico 2022 parte de premisas adecuadas: Expansión del gasto, más inversión, énfasis en salud, no alza en impuestos.

No obstante, debe ajustarse para ser realista, debe atender necesidades sociales y no sólo decisiones gubernamentales, debe aprovechar experiencias exitosas del pasado y mejorarlas como es la desaparición de fideicomisos o fondos tan necesarios como el FONDEN o los programas para apoyos a quienes quieran abrir un negocio. Consideramos al Paquete Económico como un motor para que a las familias les vaya bien, en especial, en este arranque de la segunda mitad del sexenio. Es una oportunidad que no debe desaprovecharse.

La actual administración federal prevé un gasto total neto para el próximo año de 7 billones 88 mil 250 millones de pesos, monto que es 8.6 por ciento superior en términos reales al presupuesto aprobado en 2021. Por ello, es fundamental conocer la integración del Paquete Económico, pues señala el rumbo que tomará el país desde la visión del ejecutivo federal.

El Paquete Económico contempla los Criterios de Política Económica; la Ley de Ingresos y la llamada Miscelánea Fiscal que son las herramientas por medio de las cuales se fija la Política Fiscal, es decir, el compendio de impuestos y contribuciones que individuos y empresas deberemos cubrir; y, por último, y de igual importancia, el Proyecto de Presupuesto de Egresos que es en sí la descripción de la forma en que el gobierno gastará los recursos recaudados y cuyo objetivo es hacer que el país crezca y la calidad de vida de las familias mejore.

En este sentido, para alcanzar ese nivel de gasto, es lógico que se incremente la recaudación de impuestos. Así es como los Ingresos Tributarios crecerán 7.7 por ciento (real) equivalentes a 3.9 billones de pesos, que representan el 63 por ciento de los ingresos del gobierno que tendrán un total de 6.2 billones de pesos. Dado que el gasto será mayor que los ingresos, lo que se advierte es un déficit de 875 mil millones de pesos, equivalente al 3.1 por ciento del PIB. Es un hueco que se cubrirá con deuda o con posibles ajustes al gasto y parece razonable en el contexto actual.

Por otro lado, la OCDE, el Banco Mundial, el Banco de México e incluso la banca privada estiman un crecimiento promedio del PIB para 2022 cercano al 3 por ciento, el gobierno mediante la Secretaría de Hacienda estima de forma optimista que el país crecerá 4.1 por ciento. Y por otra parte, la producción petrolera ha caído consistentemente, pasando de producir en promedio, 1.81 millones de barriles diarios en 2018 a 1.68 millones de barriles en lo que va del 2021, la Secretaría de Hacienda prevé una producción promedio para 2022 de 1.83 millones de barriles diarios.

Por lo que, la reactivación económica como prioridad, no se tradujo en mayor apoyo a la Secretaría de Economía. Esta dependencia que debería apoyar con fuerza a las micro y pequeñas empresas enfrentará un recorte del 48 por ciento, eliminándose dos programas relevantes: Microcréditos para el Bienestar y el de Apoyo Financiero a Microempresas.

Uno de los sectores más golpeados es el turismo y no es prioridad en el presupuesto. De hecho, el 95 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Turismo se destinará al Tren Maya (63 mil millones de pesos), lo que implica un aumento del 68 por ciento con respecto a 2021. Por su parte, el presupuesto para Promoción y Fomento Turístico recibe un aumento de sólo 1 por ciento.

El presupuesto a la Salud se incrementará 15.2 por ciento en comparación con 2021 alcanzando los 794 mil millones de pesos. El aumento se explica por la asignación de recursos al programa de vacunación, medicamentos gratuitos y adeudos que tiene el sistema de salud. Sin embargo, los programas de prevención quedaron en segundo término y tendrán menos recursos.

La función Educativa incrementará 2.4 por ciento para llegar a 826 mil millones de pesos, aumentarán las becas, pero el presupuesto para infraestructura educativa prácticamente permanecerá sin cambio y seguirá siendo apenas el 2 por ciento del presupuesto educativo el que se destine a inversión física.

Sin embargo, reconocemos que no haya nuevos impuestos ni que se incrementen sustancialmente los existentes, no obstante, eso no es suficiente. Se requieren instituciones, incentivos y apoyos tangibles para promover la reactivación. Hoy, son necesarias políticas como las que promovía el extinto Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM), fondos y programas para que más micro y pequeñas empresas surjan, se consoliden y prosperen generando empleos. Son muy relevantes porque las MiPyMEs representan más del 95 por ciento de las empresas del país. Igual reconocemos que el Gobierno de México apueste por crecer el gasto impulsando una austeridad responsable.

  • En el sector empresarial creemos que el Paquete Económico 2022 parte de premisas adecuadas: Expansión del gasto, más inversión, énfasis en salud, no alza en impuestos.

No obstante, debe ajustarse para ser realista, debe atender necesidades sociales y no sólo decisiones gubernamentales, debe aprovechar experiencias exitosas del pasado y mejorarlas como es la desaparición de fideicomisos o fondos tan necesarios como el FONDEN o los programas para apoyos a quienes quieran abrir un negocio. Consideramos al Paquete Económico como un motor para que a las familias les vaya bien, en especial, en este arranque de la segunda mitad del sexenio. Es una oportunidad que no debe desaprovecharse.