El problema apenas empieza, la pérdida de áreas forestales que protegen la Malinche provocará que se pierda la captación de agua de forma natural; incrementará la erosión de los suelos y, con ello, la pérdida de vegetación. La temperatura y la sequía serán mayores en los próximos años.
La deforestación masiva implica también la pérdida del habitat de cientos de especies, mayor contaminación, mayor desigualdad social y menos biodiversidad. Los recursos naturales que propicia la Malinche serán escasos en los próximos diez años.
Por tal motivo, es importante realizar acciones contundentes de reforestación, esencialmente con especies endémicas que ayuden a recuperan el equilibrio ecológico de nuestros bosques. Plantar miles de árboles y dejar que la naturaleza haga el resto no es suficiente, pues se tienen que hacer trabajos de seguimiento por al menos cinco años, tiempo suficiente para que el árbol crezca y se desarrolle plenamente.
DERRIBAR ÁRBOLES NO ES LA SOLUCIÓN, DICEN ESPECIALISTAS
Frente al grave problema del gusano descortezador, el derribo de los árboles enfermos no es una acción determinante para acabar con la plaga; previamente se tienen que realizar tareas de monitoreo para saber identificar si amerita el derribo.
El agrónomo Gilberto Pacheco Montiel, perteneciente al comité de vigilancia forestal de comunidades indígenas, aseguró a El Sol de Tlaxcala que la Conafor y la Coordinación General de Ecología del Estado están permitiendo el derribo de árboles sanos, que si bien presentan primeros indicios de plaga, con un tratamiento eficaz y la defensa natural de éstos pueden salvarse.
Al respecto, el experto explica que solo se deben derribar árboles con más de 10 grumos (causados por las perforaciones del descortezador), de lo contrario, se está provocando que el insecto busque infestar otro árbol.
Por otra parte, aquellos que fueron infestados masivamente, inmediatamente después del derribo, los responsables deberán desramar y seccionar, es decir, separar el material de ramas y follaje en dos grupos, para recibir el tratamiento de control; todo lo contrario a lo que se está haciendo actualmente con los bosques infestados en la Malinche.
La aplicación de insecticidas sobre la corteza desprendida es importante, ya que el tóxico puede matar los adultos que pudieran estar listos para volar hacia otros árboles. No obstante, “eso no ocurre en todos los trabajos de saneamiento que están realizando las dependencias estatales y los grupos independientes”, precisó Montiel Pacheco.
Finalmente, dijo que no hay que satanizar al insecto, pues el cambio climático, los incendios forestales y demás contaminación han incidido en su propagación convirtiéndola en una amenaza.
ANTECEDENTE
Desde 2015, la Comisión Nacional Forestal emitió una Alerta Temprana para Insectos Descortezadores en Tlaxcala, en cuyo aviso advirtió que el riesgo por esta plaga era alto. Cerca de 827 hectáreas, en ese momento, estaban siendo infestadas por estos insectos
16 mil hectáreas de bosque tiene la Malinche en el estado de Tlaxcala
DAÑOS
La pérdida de áreas forestales que protegen la Malinche provocará que se pierda la captación de agua de forma natural; incrementará la erosión de los suelos y la pérdida de vegetación.
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