Treintaiséis vigilantes forestales adscritos a la Coordinación General de Ecología (CGE), se encargan de proteger y custodiar en una extensión de más de 150 kilómetros las seis casetas el Parque Nacional Malinche (PNM).
Los vigilantes trabajan bajo un rol y cuidan las más de 30 mil hectáreas de macizo forestal del PNM desde San Pablo de Monte hasta San Pablo Zitlaltepec.
Los trabajos comienzan en la caseta uno y dos ubicadas en territorio de Teolocholco, desde esa controlan el ingreso al bosque des comunidades de San Pablo del Monte, Mazatechochco y Tenancingo.
La tercera caseta está ubicada en los límites con San José Teacalco y es la zona de acceso a gente de Contla de Juan Cuamatzi, Chiautempan, Santa Cruz Tlaxcala y Tetlanohcan.
La cuarta caseta está instalada en Altamira de Guadalupe en el municipio de Huamantla, donde concluye la construcción de la carretera. Desde ahí, hasta las casetas de Ixtenco y San Pablo Zitlaltepec el acceso es sobre caminos de terracería.
Ricardo Ayapantecatl y David Rosas son dos de los 36 vigilantes quienes trabajan 24 horas y descansan 48, dijeron que a los visitantes al PNM solo se les permite bajar con leña con permiso vigente y extraer hogos, eso sí, deben llevarse su basura inorgánica que generan durante su estancia después de ascender.
Mencionaron que el Gobierno del Estado a través de la CGE, les paga un salario base por vigilar la montaña los 365 días del año.
EL OBJETIVO
Nuestra tarea es registrar el nombre de las personas que ingresan a la montaña durante las 24 horas, está prohibido bajar con madera, recursos pétreos o tierra para plantas.
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