De acuerdo con las llamadas de auxilio y atención policial, destacan los casos de violencia doméstica registrados en el municipio de Ayometla, reveló la alcaldesa Maribel Meza Guzmán.
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Aseguró que desde el inicio de su administración, cada mes recibe alrededor de dos o tres casos de mujeres golpeadas por sus esposos o parejas sentimentales, sin embargo, ellas también padecen otros tipos de abusos, como el psicológico, sexual y económico.
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En Ayometla uno de los delitos más recurrentes que atendemos es justamente la violencia familiar o doméstica, entonces, estamos colaborando con el Instituto Estatal de las Mujeres para apoyar a las compañeras violentadas, aseveró la alcaldesa.
Comúnmente son agredidas por su cónyuge, aseguró, por ello buscan brindarles el apoyo correspondiente para revertir ese fenómeno, el cual no solo afecta a las mujeres de manera directa, sino al seno familiar.
Admitió que la violencia contra las mujeres y las niñas es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos en el estado y en el país, pues son prácticas constituidas a lo largo de los años y romper esos paradigmas en las comunidades resulta bastante complicado.
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Ese tipo de violencia tiene graves consecuencias físicas, económicas y psicológicas sobre las mujeres y las niñas, tanto a corto como a largo plazo, pues les impide participar plenamente con igualdad ante la sociedad, comentó la munícipe.
Meza Guzmán mencionó que es importante atender de manera integral cada caso para reducir la magnitud del impacto psicológico, tanto en la vida de las personas y su familia, así como de la sociedad en su conjunto.
Cifras alarmantes
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Por su lado, la Organización Mundial de la Salud y ONU Mujeres informaron a través de su página oficial que un tercio de las mujeres del planeta es víctima de violencia física o sexual, generalmente desde muy joven.
Según esas agencias de las Naciones Unidas, 736 millones de mujeres han sufrido ese flagelo a manos de una pareja o por otras personas y una de cada cuatro jóvenes de entre 15 y 24 años que ha tenido alguna relación íntima lo habrá padecido al llegar a los 25.
Lo más alarmante, señalaron, es que el fenómeno no ha retrocedido en los últimos diez años y, peor aún, se ha exacerbado durante los confinamientos ordenados por la pandemia de Covid-19.
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