Después de que la población tlaxcalteca logró reponerse de la pandemia de Covid-19, la noche del uno de noviembre miles de niños acompañados de sus padres salieron a las calles de diversos municipios para pedir la tradicional calaverita.
La tradición de solicitar calaverita se remonta en la época de hacendados, cuando los peones (trabajadores) pedían día libre al patrón para rendir homenaje a sus deudos en los panteones.
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El compromiso de los “jefes” era tan grande con sus trabajadores y las tradiciones mexicanas, pues incluso ellos les brindaban un apoyo para que lo ofrendaran al cementerio y recibir a sus seres queridos desde el plano terrenal, lo cual se convirtió en tradición de pedir calaverita.
En un principio, los infantes iban a las casas a tocar las puertas y pedir pan y fruta de la levantada de la ofrenda pero, con el paso del tiempo, prefieren recibir dinero o dulces.
Después de dos años suspendida la tradición, por la emergencia sanitaria, este 2022 las familias se organizaron para retomar la pedida de dulces. En los municipios hubo miles de personas caminando disfrazadas.
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Los hubo desde catrinas, calacas, brujas, fantasmas, diablos, dráculas, momias, hombres lobo, chukis y una diversidad de personajes del mundo del terror, pero con el ánimo de divertirse y hacerse de golosinas.
Algunos negocios repartieron los caramelos, otros definitivamente cerraron temprano para no obsequiar algo, mientras, las comisiones de la velada de calaveras se organizaron para realizar bailes populares.
Es así que las tradiciones y fiestas populares se han retomado después de un periodo de recesión por las complicaciones de salud que se vivieron en años anteriores, lo cual dio pie a que las autoridades de salud pidieran no descartar del todo, el uso de cubrebocas.
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