Como una magna obra anunció en 2009 el entonces gobernador del Estado, Héctor Israel Ortiz Ortiz, el complejo administrativo de la Secretaría de Educación Pública del Estado y de la Unidad de Servicios Educativos del Estado de Tlaxcala (Sepe-Uset), cuando a finales de ese año colocó la primera piedra de las instalaciones que, tras 12 años de servicio y contra los pronósticos de voces que auguraban su colapso, permanecen estoicas y han sobrevivido movimientos telúricos.
El Sol de Tlaxcala documentó en sus páginas el inicio de la edificación de estas oficinas, que suplirían a las que en su momento se ubicaron sobre el bulevar Guillermo Valle, ahora sede de la primaria Manuel Lardizábal, en el centro de la ciudad. Pocos son los jóvenes de las nuevas generaciones que recuerdan tal hecho, que permanece en las memorias de papel de este Diario.
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Por fin, el magisterio de Tlaxcala tendría un espacio digno, ya que el edificio estaría asentado en una superficie de nueve mil metros cuadrados, contaría con tres subsecretarías y más de 40 jefaturas de departamento repartidas en siete niveles, además de que tendría cuatro estacionamientos con 350 cajones, cuatro elevadores y cuatro cisternas con capacidad de 500 mil litros.
Para su tiempo, este era un proyecto modernista que permitiría a los trabajadores tener mucha luz y espacios abiertos, además, el personal poseería áreas recreativas y, tal vez, los fines de semana pudiera abrirse para que la gente disfrutara de la vista que tiene el lugar ubicado en Las Ánimas, en la capital del estado, algo que hasta ahora no ha sucedido.
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La licitación para la construcción de las instalaciones fue ganada por Juan Carlos Sánchez García, quien en alrededor de un año culminó la obra que tuvo un costo final de 160 millones de pesos.
Con turnos que iniciaban a las 8:00 horas y concluían a las 22:00, más de 400 trabajadores de la construcción erigieron este “estandarte” del magisterio, el cual fue inaugurado el viernes 17 de diciembre por Ortiz Ortiz, acompañado por Miguel Ángel Islas Chío, entonces secretario de Educación Pública del Estado.
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A la inauguración también se dieron cita los entonces líderes de las Secciones 31 y 55 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, José Carmen Corona Pérez y Armando Ramos Flores, respectivamente, quienes catalogaron al edificio como “la segunda casa del magisterio”.
Hace décadas el personal que labora en el sector educativo no tenía las condiciones de infraestructura adecuadas, por eso las ideas se tornan en realidades, por lo que ahora Tlaxcala seguirá avanzando a través de la educación, pues está llamado a ser uno de los estados más importantes en la materia, manifestó aquel día.
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LA HISTORIA DE LA PLACA
Ese viernes 17 de diciembre de 2010, Islas Chío, Corona Pérez y Ramos Flores entregaron un reconocimiento al gobernador del estado y develaron una placa conmemorativa a tan destacado hecho. Hoy, en ese jardín ya no existe la memoria de aquel acto, pues las rencillas personales llevaron a la administración de Mariano González Zarur a retirarla inmediatamente.
En 2011, al asumir la gubernatura, González Zarur dio la orden a Tomás Munive Osorno, entonces secretario de Educación Pública del Estado, de que fuera retirada esa placa; actualmente no existe rastro del pedazo de metal que daba cuenta del hecho.
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“LA OBRA SE VENDRÁ ABAJO”
Durante su gestión al frente de la Secretaría de la Función Pública en el sexenio de González Zarur, Hugo René Temoltzin Carreto, de manera irónica, aseguró que esa obra estaba plagada de irregularidades y que con algún movimiento telúrico se vendría abajo, algo que después de los temblores del 7 y 19 de septiembre de 2017 no sucedió.
Y es que, después de asumir el cargo, realizó una serie de inspecciones a las obras realizadas por Héctor Ortiz Ortiz, por lo que en reiteradas ocasiones vertió esos comentarios con demás infraestructura, además de que en su momento inhabilitó para ejercer de todo cargo público al exgobernador.
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EDIFICIO DISEÑADO “PARA UNA GUERRA”
A cerca de 12 años de haber construido el edificio de la Sepe-Uset, Juan Carlos Sánchez García aseguró a El Sol de Tlaxcala que este espacio no tiene riesgo alguno de caerse ni con un sismo que llegue a los 9 grados Richter.
Detalló que tiene más de 200 pilas y perforaciones subterráneas que le dan la confiabilidad necesaria para que sobreviva por mucho más tiempo.
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En entrevista, afirmó que este tipo de infraestructura tiene un factor de seguridad del doble, de acuerdo con el reglamento de construcciones del Distrito Federal, que fue en la que se basaron, de ahí que esta obra es “un verdadero búnker y está diseñada para una guerra”.
En este sentido, contó a este Diario que a casi 12 años de haber concluido con los trabajos su satisfacción es grata por haber construido un edificio de casi 20 mil metros cuadrados a un costo tan bajo, pues ningún gobierno lo haría con una tercera parte de ese presupuesto.
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Esta obra fue a costo, sin ganancia, fue por ayudar a mi estado y la construí en tiempo récord y con un presupuesto limitado, con el cual actualmente no podrían realizar una de semejante magnitud, recalcó.
Explicó que actualmente esa misma edificación debería ser licitada en al menos 400 millones de pesos, pues no podría realizarse con menor presupuesto, además de que el tiempo en que fue hecha no podrían replicarlo.
Cuestionado sobre las acusaciones vertidas por el entonces secretario de la Función Pública, manifestó que esas declaraciones fueron de un joven contralor inexperto que solo buscó quedar bien con su jefe, por lo que habló ingenuamente que iba a colapsar.
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- 160 millones de pesos fue el costo final de las instalaciones de la Sepe-Uset.
EL EDIFICIO
- Estaría asentado en una superficie de nueve mil metros cuadrados, contaría con tres subsecretarías y más de 40 jefaturas de departamento repartidas en siete niveles, además de que tendría cuatro estacionamientos con 350 cajones, cuatro elevadores y cuatro cisternas con capacidad de 500 mil litros.
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- Más de 400 trabajadores de la construcción erigieron este “estandarte” del magisterio, el cual fue inaugurado el viernes 17 de diciembre de 2010 por Ortiz Ortiz, acompañado por Miguel Ángel Islas, entonces secretario de Educación.
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