/ viernes 3 de septiembre de 2021

Anatomía de lo Social | Récords

El egoísmo que genera el sistema hace que los gobernantes antepongan su éxito personal a su responsabilidad social.

Erich Fromm

Sin duda, un evento esperado por mucha gente, fue el Tercer Informe de Gobierno, presentado por el presidente de México, y obvio, el análisis del mismo. Desde una perspectiva popular, se puede decir que, el discurso, estuvo permeado por los grandes logros alcanzados en esta primera mitad de periodo, características similares en cuanto habría que manifestarse el desarrollo alcanzado en estos tres años; naturalmente, habría que acotarlo, desde el inicio de la ceremonia oficial -cívica- hasta el detalle de los objetivos alcanzados.

Puede criticarse, la llegada del presidente al salón donde se disertaría el discurso, una llegada muy rudimentaria para un acto de orden republicano, donde la sobriedad, se dejó a un lado para recibir a la pareja, quienes, tomados de la mano, cual paseo dominical, llegaron al lugar designado, desatinada, además, la primera dama, al no encontrar, en la primera fila, la silla personificada previamente.

En al acto cívico, el nombramiento al presidente en primer lugar, aunque sea el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, debió ser, después del anticipado anuncio del homenaje a los símbolos patrios; en fin, siempre han existido peculiaridades, por lo tanto, esta vez, tampoco fue la excepción. Posteriormente, en uso de la palabra, el Ejecutivo, hizo una valoración de los logros alcanzados, llamándoles récords históricos, en virtud de los logros obtenidos; siete en total, desde las remesas, hasta las reservas del Banco de México, hasta hoy, aunque si se refirió a los compromisos no cumplidos, exaltó, para beneplácito de su gobierno, en tono magisterial, el mensaje a los opositores "para que aprendan".

De alguna manera, el discurso, no resistió, referenciar, como otros muchos expresados en anteriores periodos de Gobierno; el superar, cuando menos en estadísticas, lo ofrecido desde las campañas, por supuesto, que no habría, en ese sentido, reproche alguno, quizá por no estar en concordancia con ello, más bien por el desconocimiento, de las cifras, traducidas en dinero, de todo lo alcanzado; pero bueno, se cumplió con la obligación constitucional; ya habrá otras oportunidades, para criticarlo, en cuanto se haga la glosa correspondiente.

En contrasentido a lo expresado, aún existe algunos temas pendientes, aquellos que las personas comunes no han olvidado; por ejemplo, la promesa de eliminar, las deudas impagables del Instituto Nacional de la Vivienda (Infonavit), mucha gente, se inscribió con la posibilidad de obtener un beneficio, desafortunadamente, la gran mayoría resultó no elegible para tener esa posibilidad; luego entonces, todavía hay quienes le siguen adeudando al instituto, después de más de veinte años pagando, la misma cantidad que recibieron cuando recibieron un crédito; en algunos hasta más de lo recibido.

Al referirse al aumento del salario mínimo, históricamente rebasado en este sexenio, también hubo compromiso, pues se dijo que los cobros y las cuotas ya no se pagarían, bajo ese formato; han pasado tres años y todavía se ha mantenido este procedimiento; no se sabe, ahora, si para bien o, todo lo contrario.

Mientras los elogios surtían el efecto esperado, también hubo otro tema cuya vigencia, debilita, en mucho, eso logros en la mitad del periodo sexenal; y que, por supuesto tiene que ver con la economía popular y sus consecuencias; en este sentido, se debe hacer notar que, la inflación, mantiene al pueblo, en los límites de la pobreza, al tener un crecimiento sostenido, en este último mes se alcanzó más del 5.9 por ciento, es decir; el aumento a los precios en bienes y servicios, siendo los más afectados los consumidores; no solo es de la canasta básica, más bien se incluyen en total 299 productos constreñidos a las esferas señaladas.

El problema, sobre la posibilidad de mantener un equilibrio en la inflación, se debe, a un conflicto medianamente observable, es decir, cuando la inflación es alta, se pierde el poder adquisitivo, si por el contrario es baja, los comerciantes pierden interés en ofrecer sus productos; evidentemente, en esas condiciones, los que pagan las consecuencias, son en primera instancia los consumidores, después los comerciantes.

Y bueno, entre los éxitos alcanzados y la realidad de las cosas, hay grandes diferencias, lo objetivo, para terminar el comentario, es cuando, las personas van de compra y sus pretensiones, se quedan a la mitad del camino, al no poder comprar para satisfacer las necesidades primarias de una familia, conjugándose, con la mala alimentación y los pocos ingresos que se obtienen con un trabajo que apenas ofrece lo elemental, ojalá, que la pobreza, el desempleo y la salud, también se sumen al discurso de los récords.