/ domingo 24 de septiembre de 2023

La discusión por el poder

¡Está en todo su fragor!, escala tonos e inesperadas antisonancias; lenguaje de todos los calibres; se divulgan mentiras a diestra y siniestra; en el foro, las caras más duras que mienten sin pudor sin la mínima vergüenza; con una cachaza helada afirman con mentiras lo que todos sabemos falsedad. Los que robaron a manos llenas buscan protegerse de esa forma.

El régimen pasado está agónico, pero aún quedan en pie paredones y montones de basura, a sus ruinas se acogen quienes buscan protección para sus pillerías. Añoranzas de un régimen en donde la impunidad por conocida se callaba; el poder producía más poder; empresarios-políticos o políticos-empresarios, quienes invertían para multiplicar ganancias; expertos oscilantes entre las finanzas y lo político, lo público y lo privado; vicarios del poder ensoberbecidos; la cuestión pública como bolsa de valores; ruleta rodante en ocultos cenáculos en donde se decide y financia.

Ese oculto poder que no se para en las tribunas, ni se placea regando falsedades. Pero ahora en México están adelantados los tiempos y por eso la discusión por el poder es fragorosa; es el tránsito entre una etapa y otra; los que se están yendo y sueñan con regresar, acusan por todo y de todo a los que ahora tienen el pandero y estos a su vez, exhiben las corruptelas de aquellos.

En Tlaxcala, un ex hace unos días le cantó sus verdades a otro ex. Exhibiendo de paso que fue el primero quien decidió que el segundo llegara al mando. Evidenciando que en estas decisiones el voto poco cuenta. Porque cuando se es dueño de la estructura electoral se hace y se deshace; se fabrican gobernantes y se reparte “atole con el dedo”, que al final serán los medios quienes justifiquen y cierren las tapas de los pestilentes drenajes.

Aparentando que todo cambia para que todo siga igual. Pero en México, se están produciendo cambios profundos que no agradan a los que oscilan entre política y riqueza. Seguramente vendrán más, porque el gran elector ya descubrió que su decisión cuenta, que setenta años de predominio institucional, resultaron en hastío y que ahora, “te conozco bacalao, aunque vengas disfrazao”, porque esa escalera al poder, está desvencijada; hay tránsfugas de conveniencia, “morenos” camuflajeados −que salieron del PRI, pero el PRI no salió de ellos− de esos se llenó ese partido, “gatopardismo puro”.

En otros escenarios, de que sirve aparentar “informes”, si en el fondo ya sabemos que los juniors miran al estado de Tlaxcala como su legado. Pero bueno, si consorte de por medio en otra entidad no se pudo, tal vez aquí sí, con mucho dinero y demagogia se logre.

Es innegable, México y en el mundo viven cambios y en todos lados se discute el poder; vea usted si no; Norcorea y Rusia se reunieron en búnkeres de seguridad, los enterados dicen que intercambiaron armas por cereales y petróleo; el mundo ya se cansó de la hegemonía de la nación norteña y también del predominio del dólar; la deuda mundial es de trescientos siete billones de dólares; −lo que es 3.3 veces el valor de la economía del orbe−; pero los bancos de México en lo que va del año ya ganaron cuarenta y siete por ciento más que el año anterior; no tienen de qué dolerse, chapotean en la riqueza; la discusión por el poder entre Ejecutivo y Judicial federal traslució en que los segundos no fueron invitados al “grito”, pero eso no importa, al cabo que para seguir retorciendo la ley y ganando en nómina y por debajo de la mesa, eso no hace falta; en cambio los justiciables padecemos la injusticia de la justicia, es tanto el desprestigio que son sinónimos de corrupción.

En otra tribuna de discusión por el poder a doña Xóchitl no le va bien; con todo que es experta en disimular y mentir. Se discute una súper casa de setenta y cinco millones de pesos y su título profesional “patito”. Con amparos quiere acallar conciencias.

Pero el escándalo está ardiendo; los dueños de su candidatura están preocupados porque los tropiezos de la señora del huipil, la están haciendo añicos. Anhelamos una revolución pacífica, pero todo parto implica lágrimas y sufrimientos, no sabemos que tanto y cuáles serán los resultados.

Mientras tanto el continente arrastra sus miserias de sur a norte por selvas peligrosas o arriesgando su vida en la “bestia”. Los migrantes sueñan el bienestar americano. Nación que ahora enjuicia por primera vez a un expresidente; allá, en ese poderoso país, los ultras dueños del mundo no dejarán el mando para quienes reclaman desigualdades y se saben víctimas de la manipulación y la explotación.

El próximo año tendrán elecciones difíciles, y necesitan apagar inquietudes y rebeldías que amenazan el sueño americano de unos cuantos. Las diez familias poderosas del mundo esperan que así sea. En una apariencia que engañe para que todo siga igual.


¡Está en todo su fragor!, escala tonos e inesperadas antisonancias; lenguaje de todos los calibres; se divulgan mentiras a diestra y siniestra; en el foro, las caras más duras que mienten sin pudor sin la mínima vergüenza; con una cachaza helada afirman con mentiras lo que todos sabemos falsedad. Los que robaron a manos llenas buscan protegerse de esa forma.

El régimen pasado está agónico, pero aún quedan en pie paredones y montones de basura, a sus ruinas se acogen quienes buscan protección para sus pillerías. Añoranzas de un régimen en donde la impunidad por conocida se callaba; el poder producía más poder; empresarios-políticos o políticos-empresarios, quienes invertían para multiplicar ganancias; expertos oscilantes entre las finanzas y lo político, lo público y lo privado; vicarios del poder ensoberbecidos; la cuestión pública como bolsa de valores; ruleta rodante en ocultos cenáculos en donde se decide y financia.

Ese oculto poder que no se para en las tribunas, ni se placea regando falsedades. Pero ahora en México están adelantados los tiempos y por eso la discusión por el poder es fragorosa; es el tránsito entre una etapa y otra; los que se están yendo y sueñan con regresar, acusan por todo y de todo a los que ahora tienen el pandero y estos a su vez, exhiben las corruptelas de aquellos.

En Tlaxcala, un ex hace unos días le cantó sus verdades a otro ex. Exhibiendo de paso que fue el primero quien decidió que el segundo llegara al mando. Evidenciando que en estas decisiones el voto poco cuenta. Porque cuando se es dueño de la estructura electoral se hace y se deshace; se fabrican gobernantes y se reparte “atole con el dedo”, que al final serán los medios quienes justifiquen y cierren las tapas de los pestilentes drenajes.

Aparentando que todo cambia para que todo siga igual. Pero en México, se están produciendo cambios profundos que no agradan a los que oscilan entre política y riqueza. Seguramente vendrán más, porque el gran elector ya descubrió que su decisión cuenta, que setenta años de predominio institucional, resultaron en hastío y que ahora, “te conozco bacalao, aunque vengas disfrazao”, porque esa escalera al poder, está desvencijada; hay tránsfugas de conveniencia, “morenos” camuflajeados −que salieron del PRI, pero el PRI no salió de ellos− de esos se llenó ese partido, “gatopardismo puro”.

En otros escenarios, de que sirve aparentar “informes”, si en el fondo ya sabemos que los juniors miran al estado de Tlaxcala como su legado. Pero bueno, si consorte de por medio en otra entidad no se pudo, tal vez aquí sí, con mucho dinero y demagogia se logre.

Es innegable, México y en el mundo viven cambios y en todos lados se discute el poder; vea usted si no; Norcorea y Rusia se reunieron en búnkeres de seguridad, los enterados dicen que intercambiaron armas por cereales y petróleo; el mundo ya se cansó de la hegemonía de la nación norteña y también del predominio del dólar; la deuda mundial es de trescientos siete billones de dólares; −lo que es 3.3 veces el valor de la economía del orbe−; pero los bancos de México en lo que va del año ya ganaron cuarenta y siete por ciento más que el año anterior; no tienen de qué dolerse, chapotean en la riqueza; la discusión por el poder entre Ejecutivo y Judicial federal traslució en que los segundos no fueron invitados al “grito”, pero eso no importa, al cabo que para seguir retorciendo la ley y ganando en nómina y por debajo de la mesa, eso no hace falta; en cambio los justiciables padecemos la injusticia de la justicia, es tanto el desprestigio que son sinónimos de corrupción.

En otra tribuna de discusión por el poder a doña Xóchitl no le va bien; con todo que es experta en disimular y mentir. Se discute una súper casa de setenta y cinco millones de pesos y su título profesional “patito”. Con amparos quiere acallar conciencias.

Pero el escándalo está ardiendo; los dueños de su candidatura están preocupados porque los tropiezos de la señora del huipil, la están haciendo añicos. Anhelamos una revolución pacífica, pero todo parto implica lágrimas y sufrimientos, no sabemos que tanto y cuáles serán los resultados.

Mientras tanto el continente arrastra sus miserias de sur a norte por selvas peligrosas o arriesgando su vida en la “bestia”. Los migrantes sueñan el bienestar americano. Nación que ahora enjuicia por primera vez a un expresidente; allá, en ese poderoso país, los ultras dueños del mundo no dejarán el mando para quienes reclaman desigualdades y se saben víctimas de la manipulación y la explotación.

El próximo año tendrán elecciones difíciles, y necesitan apagar inquietudes y rebeldías que amenazan el sueño americano de unos cuantos. Las diez familias poderosas del mundo esperan que así sea. En una apariencia que engañe para que todo siga igual.