/ martes 7 de junio de 2022

La imposibilidad de un discurso homologado de los DDHH

Recientemente tuve la oportunidad de acudir con varios servidores públicos del estado y mientras compartíamos nuestros puntos de vista, escuchaba la opinión de alguno de ellos, recordaba que el concepto y su discurso de la importancia de los derechos humanos con el paso del tiempo ha sufrido cambios necesarios para una mayor protección, por ello las presentes líneas reflexionaremos como se ha construido el discurso de los derechos humanos.

Bien, el discurso de los derechos humanos, así como el derecho, es producto de la realidad que podemos percibir en nuestros entornos; es decir las realidades de los derechos humanos son desde del proceso histórico, de los cambios sociales, de las necesidades económicas e inclusivo de la realidad política e ideológica, por lo que necesariamente el discurso de los derechos humanos es resultado de la interacción de los elementos antes mencionados y de diversas variables.

Por otro lado debemos reconocer que el discurso de los derechos humanos también obedece a los actores, a aquellos que intervienen en su exigencia y obligación, por un lado la personas, el humano como un actor indispensable para exigir los derechos humanos, sustentado en la propia inherencia humana y por otro lado el Estado con obligaciones específicas, ampliadas y progresivas para dotar de todas las herramientas para materializarlos, ambos sustentadas desde un vínculo de exigibilidad y respuesta.

Ahora bien, las funciones de los organismos protectores de derechos humanos entre sus principales objetivos son la cultura, difusión y la defensa y que, además cada uno de los objetivos cuentan con su propia línea discursiva.

Cuando nos referimos a la cultura de los derechos humanos su discurso está enfocado en dos elementos que previamente he compartido, la educación en derechos humanos para que las personas y el estado reconozca la evolución de los derechos humanos como procesos ganados, interiorizados y conscientes; y la educación para los derechos humanos para que los actores realicen acciones proactivas para materializar y ampliar las estructuras en pro de los ddhh.

En lo que respecta a la difusión, no solo basta con mencionar el panorama de protección de los ddhh en cada actor, sino también, que cada persona sea responsable de cada derecho humano que tiene.

Por último, el discurso de la defensa de los ddhh parte de las obligaciones y deberes del estado, de todo lo que se tendría que hacer para materializarlos, ideas que también he plasmado en opiniones previas.

Es entonces que podemos llegar a una primera reflexión, en la que el discurso de los derechos humanos cambia y se adapta a las nuevas ideas y relaciones entre las personas, resultantes desde una óptica social, económica, política y jurídica, además de que la manera de transmitirlo es desde los diversos propósitos de los derechos humanos, como la defensa, cultura y divulgación -por mencionar unos-

Para ejemplificar mi punto anterior recuerdo la importancia de las medidas afirmativas como un indicador de progresividad de los derechos humanos, aún recuerdo los primero trabajos en los que participe para la creación de la Ley que garantiza el acceso a las mujeres a una vida libre de violencia así como su reglamento, en aquel entonces recordaba lo importante y trascendental de definir la “igualdad sustantiva”, ahora que tuve la oportunidad de presencias los trabajos para la reforma de aquella ley, me parece propio reconocer que hay un camino trazado en favor de la mujer y como resultado de aquel camino lo es ahora el reconocimiento legal de la co maternidad.

Si bien el discurso de los derechos humanos ha permanecido y cumple su propósito, lo que es evidente que las relaciones entre personas han propiciado nuevas formas de reconocimiento y exigibilidad de los derechos humanos, tenemos entonces entre manos, la tarea importante de volver a trazar los caminos para futuras generaciones, nuevas formas de relacionarse y novedosos mecanismos de exigibilidad.

Por todo lo anterior, contrario a lo que algunos pudieran creer, la imposibilidad de que no exista un discurso homologado de los derechos humanos es muestra de la progresividad y no regresión de los derechos humanos, resistirse a nuevas formas de defensa, tipos o modalidades impediría un avance en la defensa de los derechos humanos.

*Consejero Consultivo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos

Si bien el discurso de los derechos humanos ha permanecido y cumple su propósito, lo que es evidente que las relaciones entre personas han propiciado nuevas formas de reconocimiento y exigibilidad de los derechos humanos...


Recientemente tuve la oportunidad de acudir con varios servidores públicos del estado y mientras compartíamos nuestros puntos de vista, escuchaba la opinión de alguno de ellos, recordaba que el concepto y su discurso de la importancia de los derechos humanos con el paso del tiempo ha sufrido cambios necesarios para una mayor protección, por ello las presentes líneas reflexionaremos como se ha construido el discurso de los derechos humanos.

Bien, el discurso de los derechos humanos, así como el derecho, es producto de la realidad que podemos percibir en nuestros entornos; es decir las realidades de los derechos humanos son desde del proceso histórico, de los cambios sociales, de las necesidades económicas e inclusivo de la realidad política e ideológica, por lo que necesariamente el discurso de los derechos humanos es resultado de la interacción de los elementos antes mencionados y de diversas variables.

Por otro lado debemos reconocer que el discurso de los derechos humanos también obedece a los actores, a aquellos que intervienen en su exigencia y obligación, por un lado la personas, el humano como un actor indispensable para exigir los derechos humanos, sustentado en la propia inherencia humana y por otro lado el Estado con obligaciones específicas, ampliadas y progresivas para dotar de todas las herramientas para materializarlos, ambos sustentadas desde un vínculo de exigibilidad y respuesta.

Ahora bien, las funciones de los organismos protectores de derechos humanos entre sus principales objetivos son la cultura, difusión y la defensa y que, además cada uno de los objetivos cuentan con su propia línea discursiva.

Cuando nos referimos a la cultura de los derechos humanos su discurso está enfocado en dos elementos que previamente he compartido, la educación en derechos humanos para que las personas y el estado reconozca la evolución de los derechos humanos como procesos ganados, interiorizados y conscientes; y la educación para los derechos humanos para que los actores realicen acciones proactivas para materializar y ampliar las estructuras en pro de los ddhh.

En lo que respecta a la difusión, no solo basta con mencionar el panorama de protección de los ddhh en cada actor, sino también, que cada persona sea responsable de cada derecho humano que tiene.

Por último, el discurso de la defensa de los ddhh parte de las obligaciones y deberes del estado, de todo lo que se tendría que hacer para materializarlos, ideas que también he plasmado en opiniones previas.

Es entonces que podemos llegar a una primera reflexión, en la que el discurso de los derechos humanos cambia y se adapta a las nuevas ideas y relaciones entre las personas, resultantes desde una óptica social, económica, política y jurídica, además de que la manera de transmitirlo es desde los diversos propósitos de los derechos humanos, como la defensa, cultura y divulgación -por mencionar unos-

Para ejemplificar mi punto anterior recuerdo la importancia de las medidas afirmativas como un indicador de progresividad de los derechos humanos, aún recuerdo los primero trabajos en los que participe para la creación de la Ley que garantiza el acceso a las mujeres a una vida libre de violencia así como su reglamento, en aquel entonces recordaba lo importante y trascendental de definir la “igualdad sustantiva”, ahora que tuve la oportunidad de presencias los trabajos para la reforma de aquella ley, me parece propio reconocer que hay un camino trazado en favor de la mujer y como resultado de aquel camino lo es ahora el reconocimiento legal de la co maternidad.

Si bien el discurso de los derechos humanos ha permanecido y cumple su propósito, lo que es evidente que las relaciones entre personas han propiciado nuevas formas de reconocimiento y exigibilidad de los derechos humanos, tenemos entonces entre manos, la tarea importante de volver a trazar los caminos para futuras generaciones, nuevas formas de relacionarse y novedosos mecanismos de exigibilidad.

Por todo lo anterior, contrario a lo que algunos pudieran creer, la imposibilidad de que no exista un discurso homologado de los derechos humanos es muestra de la progresividad y no regresión de los derechos humanos, resistirse a nuevas formas de defensa, tipos o modalidades impediría un avance en la defensa de los derechos humanos.

*Consejero Consultivo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos

Si bien el discurso de los derechos humanos ha permanecido y cumple su propósito, lo que es evidente que las relaciones entre personas han propiciado nuevas formas de reconocimiento y exigibilidad de los derechos humanos...