/ miércoles 17 de marzo de 2021

La Unidad con hechos hace la diferencia

Previo a iniciar con estas líneas, quiero agradecer el espacio a El Sol de Tlaxcala y a su director, por permitirme compartir con usted, apreciado lector, esta breve reflexión semanal, en el ánimo de contribuir con el debate público, tan necesario en una democracia.

El proceso electoral que vivimos, el más grande de la historia democrática de nuestro país, será fundamental para determinar el rumbo que habrá de tomar México, para la segunda mitad de uno de los gobiernos más desastrosos de los que la historia reciente tenga memoria.

En gran medida, los cambios en los gobiernos estatales deberán abonar al contrapeso político, para detener el autoritarismo, totalitarismo y absolutismo de un gobierno que, pese al respaldo recibido en las urnas en 2018, ha sido incapaz de generar mejores condiciones de vida para las y los mexicanos, y se ha convertido en aquello que tanto criticó en el pasado.

Morena representa retroceso, estancamiento, inseguridad, autoritarismo, censura, vulnerabilidad del Estado de Derecho y represión, así ocurre en los estados donde hoy gobierna Movimiento de Regeneración Nacional; por ello, es claro que la unidad es el camino.

Quienes participamos en política no debemos tener una visión unilateral, se requiere de un panorama amplio que permita la suma de ideas para construir un gobierno sólido y eficiente, que le entregue buenos resultados a las y los tlaxcaltecas.

La variable irrenunciable en la construcción de un proyecto que lleve a buen puerto a nuestro estado, es la unidad; pero no aquella que está presente solo en el discurso, sino la que se demuestra en los hechos, la que se nota en los municipios y comunidades, la que logra la suma de voluntades en favor de un mejor Tlaxcala.

No se puede construir a partir de la mentira, la confrontación irracional y la sed de revancha, porque hacerlo tendría como resultado un gobierno estancado en el rencor, que poco - o nada - abonaría al crecimiento del estado.

Las y los tlaxcaltecas merecemos un gobierno que vea hacia adelante, que dé el siguiente paso para impulsar a las nuevas generaciones, que consolide a nuestro estado con inversión pública y privada, que diseñe una reingeniería en el sistema de salud pública y que garantice la seguridad y el crecimiento económico de la población; en resumen, un proyecto que dé certeza de rumbo a los ciudadanos.

Esas son las coincidencias que han logrado reunir a liderazgos de diversos grupos políticos, para abonar en la construcción de un Tlaxcala más próspero.

Lo que está en juego no es un proceso electoral más, sino transitar por un camino pantanoso y en reversa, o ver hacia adelante para dar el siguiente paso para transformar a Tlaxcala.

Agradezco el favor de su lectura.

  • *Senadora de la República

Previo a iniciar con estas líneas, quiero agradecer el espacio a El Sol de Tlaxcala y a su director, por permitirme compartir con usted, apreciado lector, esta breve reflexión semanal, en el ánimo de contribuir con el debate público, tan necesario en una democracia.

El proceso electoral que vivimos, el más grande de la historia democrática de nuestro país, será fundamental para determinar el rumbo que habrá de tomar México, para la segunda mitad de uno de los gobiernos más desastrosos de los que la historia reciente tenga memoria.

En gran medida, los cambios en los gobiernos estatales deberán abonar al contrapeso político, para detener el autoritarismo, totalitarismo y absolutismo de un gobierno que, pese al respaldo recibido en las urnas en 2018, ha sido incapaz de generar mejores condiciones de vida para las y los mexicanos, y se ha convertido en aquello que tanto criticó en el pasado.

Morena representa retroceso, estancamiento, inseguridad, autoritarismo, censura, vulnerabilidad del Estado de Derecho y represión, así ocurre en los estados donde hoy gobierna Movimiento de Regeneración Nacional; por ello, es claro que la unidad es el camino.

Quienes participamos en política no debemos tener una visión unilateral, se requiere de un panorama amplio que permita la suma de ideas para construir un gobierno sólido y eficiente, que le entregue buenos resultados a las y los tlaxcaltecas.

La variable irrenunciable en la construcción de un proyecto que lleve a buen puerto a nuestro estado, es la unidad; pero no aquella que está presente solo en el discurso, sino la que se demuestra en los hechos, la que se nota en los municipios y comunidades, la que logra la suma de voluntades en favor de un mejor Tlaxcala.

No se puede construir a partir de la mentira, la confrontación irracional y la sed de revancha, porque hacerlo tendría como resultado un gobierno estancado en el rencor, que poco - o nada - abonaría al crecimiento del estado.

Las y los tlaxcaltecas merecemos un gobierno que vea hacia adelante, que dé el siguiente paso para impulsar a las nuevas generaciones, que consolide a nuestro estado con inversión pública y privada, que diseñe una reingeniería en el sistema de salud pública y que garantice la seguridad y el crecimiento económico de la población; en resumen, un proyecto que dé certeza de rumbo a los ciudadanos.

Esas son las coincidencias que han logrado reunir a liderazgos de diversos grupos políticos, para abonar en la construcción de un Tlaxcala más próspero.

Lo que está en juego no es un proceso electoral más, sino transitar por un camino pantanoso y en reversa, o ver hacia adelante para dar el siguiente paso para transformar a Tlaxcala.

Agradezco el favor de su lectura.

  • *Senadora de la República