/ martes 6 de julio de 2021

Mujeres que saben latín | “La ciencia explica parte de la vida”

La científica Rosalind Elsie Franklin nació en Londres, Reino Unido el 25 de julio de 1920. Creció en el seno de una familia judía.

Estudió en la escuela para señoritas de Lindore, su talento brilló desde que era muy pequeña, pues destacó en casi todas las disciplinas. Para la universidad, obtuvo una beca, sin embargo, su padre le dijo que donara el dinero a un estudiante, ya que, para él, una mujer no debía estudiar ciencias.

Rosalind se mantuvo en su decisión y asistió al Newnham College de Cambridge. Posteriormente trabajó en el laboratorio de físicoquímica.

En 1945, con una investigación sobre el carbón, obtuvo el doctorado y aportó a la industria bélica de su país.

En 1947 trabajó en París bajo la supervisión de Jacques Mering en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado, ahí se convirtió en una cristalógrafa de rayos X, una técnica de difracción.

En ese centro de trabajo encontró un lugar menos hostil con las mujeres investigadoras. Rosalind solo tenía 27 años.

En 1951 regresó a su natal Londres, ya como una científica reconocida. Trabajó en el Laboratorio de biofísica del King´s College, en él llegó al culmen de su carrera.

Debido a la naturaleza del laboratorio, la científica re orientó su investigación hacia la estructura del ADN.

Franklin utilizó sus conocimientos en cristalografía para descifrar el ADN. Tras meses de arduo esfuerzo, junto con el estudiante de doctorado Raymond Gosling, obtuvo imágenes muy nítidas de la estructura completa del ADN.

Con este descubrimiento se pudo describir la densidad del ADN y se estableció que las moléculas se organizan de forma helicoidal.

Pese a la magnitud de su aportación, Franklin nunca obtuvo el reconocimiento que su descubrimiento merecía. Diez años más tarde Watson y Crick, quienes utilizaron las imágenes de Frankiln, ganaron el Premio Nobel de Medicina.

Decepcionada, la científica cambió su campo de estudio. En 1956 fue diagnosticada con cáncer y murió el 16 de abril de 1958.

La científica Rosalind Elsie Franklin nació en Londres, Reino Unido el 25 de julio de 1920. Creció en el seno de una familia judía.

Estudió en la escuela para señoritas de Lindore, su talento brilló desde que era muy pequeña, pues destacó en casi todas las disciplinas. Para la universidad, obtuvo una beca, sin embargo, su padre le dijo que donara el dinero a un estudiante, ya que, para él, una mujer no debía estudiar ciencias.

Rosalind se mantuvo en su decisión y asistió al Newnham College de Cambridge. Posteriormente trabajó en el laboratorio de físicoquímica.

En 1945, con una investigación sobre el carbón, obtuvo el doctorado y aportó a la industria bélica de su país.

En 1947 trabajó en París bajo la supervisión de Jacques Mering en el Laboratorio Central de Servicios Químicos del Estado, ahí se convirtió en una cristalógrafa de rayos X, una técnica de difracción.

En ese centro de trabajo encontró un lugar menos hostil con las mujeres investigadoras. Rosalind solo tenía 27 años.

En 1951 regresó a su natal Londres, ya como una científica reconocida. Trabajó en el Laboratorio de biofísica del King´s College, en él llegó al culmen de su carrera.

Debido a la naturaleza del laboratorio, la científica re orientó su investigación hacia la estructura del ADN.

Franklin utilizó sus conocimientos en cristalografía para descifrar el ADN. Tras meses de arduo esfuerzo, junto con el estudiante de doctorado Raymond Gosling, obtuvo imágenes muy nítidas de la estructura completa del ADN.

Con este descubrimiento se pudo describir la densidad del ADN y se estableció que las moléculas se organizan de forma helicoidal.

Pese a la magnitud de su aportación, Franklin nunca obtuvo el reconocimiento que su descubrimiento merecía. Diez años más tarde Watson y Crick, quienes utilizaron las imágenes de Frankiln, ganaron el Premio Nobel de Medicina.

Decepcionada, la científica cambió su campo de estudio. En 1956 fue diagnosticada con cáncer y murió el 16 de abril de 1958.