/ lunes 13 de abril de 2020

Nada Personal | Nostalgia

La Semana Santa 2020 será recordada como la de mayor nostalgia de la historia reciente.

La celebración religiosa más importante de los católicos a nivel local y mundial, se vio opacada este año por la pandemia del Coronavirus (Covid-19).

En el caso particular de Chiautempan, a diferencia de otros años esta vez no hubo celebraciones masivas en honor a la Virgen de los Dolores, tampoco se vio a las personas caminar con adornadas palmas tejidas en forma de cruz entre sus manos para acudir a la misa de Domingo de Ramos.

Los templos permanecieron cerrados y el Miércoles Santo no pudo visitarse la sagrada imagen de Jesús del Convento en su advocación de la Aprehensión de Cristo.

El Jueves Santo tampoco se desarrolló la tradicional Misa de la Cena del Señor, que de unos años a la fecha incluye el “lavatorio de pies” y las calles de la ciudad lanera tampoco se convirtieron en literales ríos de personas para la Visita de las 7 Casas, en las que miles de feligreses caminan en familia de una iglesia a otra durante la tarde y hasta antes de la medianoche para persignarse y orar.

Los grupos de representación “Proyección Juvenil”, “Nosotros por Tradición” y “Jeshua”, suspendieron los pasajes bíblicos de la Vida, Obra, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y la explanada del Parque Hidalgo lució vacía, al igual que el Auditorio Municipal y el Parque Juárez en el que se presentan.

La mayor nostalgia se vivió el Viernes Santo al suspenderse la procesión de “La calle de la amargura”, que tiene 65 años de realizarse de manera ininterrumpida, aunque su antigüedad es mayor.

Los tambores de los alabarderos del “Primer Grupo” y “Guardia Real” que desde hace varias décadas acompañan el paso de la venerada imagen de Jesús del Convento y de la Virgen María, tampoco retumbaron durante el Viernes Santo en las céntricas calles.

La Comunidad Cristiana de Padre Jesús y las Siervas de María, responsables de cargar las imágenes religiosas en un trayecto de cinco kilómetros y más de siete horas de recorrido, este año tampoco pudieron cumplir con esa responsabilidad.

La procesión religiosa de Chiautempan, que con el paso de los años ha crecido y en 2019 se estimó el arribo de 70 mil personas tanto locales como de diferentes municipios y de otras entidades del país, es catalogada como una de las tres más importantes muestras de fe en México, después de la de Iztapalapa, en la Ciudad de México y la de Taxco, Guerrero, de ahí su singular trascendencia. Tampoco hubo Procesión del Silencio ni Misa de Gloria.

Al suspenderse la Semana Santa, también conocida como Semana Mayor, también se han pospuesto las fiestas de Pascua con motivo del Domingo de Resurrección, donde los mayordomos de los diferentes barrios de la cabecera se organizan para hacer el tradicional Mole Prieto y darle mayor relevancia tanto a su fe, como a su característica festividad.

Así, este año tampoco habrá concurridas misas de Pascua, procesiones acompañadas de alfombras de aserrín y flores, fuegos pirotécnicos, bandas de viento y venta de antojitos mexicanos, como cada fin de semana posteriores a la Semana Santa.

El Covid-19 frenó todo lo anterior, pero no la fe y seguro estoy que en 2021 se vivirá la Semana Santa en Chiautempan en todo su esplendor. Así sea.

Mientras eso sucede, es prudente el tema de la pandemia te lo tomes en serio y, en la medida de lo posible, te quedes en casa.

Adivina adivinador…

¿A qué se deberá que el gobierno de Chiautempan suspendió las jornadas de trabajo de los comerciantes ambulantes ante la contingencia sanitaria, pero no a los parquímetros?

moisoltlax33@gmail.com



La Semana Santa 2020 será recordada como la de mayor nostalgia de la historia reciente.

La celebración religiosa más importante de los católicos a nivel local y mundial, se vio opacada este año por la pandemia del Coronavirus (Covid-19).

En el caso particular de Chiautempan, a diferencia de otros años esta vez no hubo celebraciones masivas en honor a la Virgen de los Dolores, tampoco se vio a las personas caminar con adornadas palmas tejidas en forma de cruz entre sus manos para acudir a la misa de Domingo de Ramos.

Los templos permanecieron cerrados y el Miércoles Santo no pudo visitarse la sagrada imagen de Jesús del Convento en su advocación de la Aprehensión de Cristo.

El Jueves Santo tampoco se desarrolló la tradicional Misa de la Cena del Señor, que de unos años a la fecha incluye el “lavatorio de pies” y las calles de la ciudad lanera tampoco se convirtieron en literales ríos de personas para la Visita de las 7 Casas, en las que miles de feligreses caminan en familia de una iglesia a otra durante la tarde y hasta antes de la medianoche para persignarse y orar.

Los grupos de representación “Proyección Juvenil”, “Nosotros por Tradición” y “Jeshua”, suspendieron los pasajes bíblicos de la Vida, Obra, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y la explanada del Parque Hidalgo lució vacía, al igual que el Auditorio Municipal y el Parque Juárez en el que se presentan.

La mayor nostalgia se vivió el Viernes Santo al suspenderse la procesión de “La calle de la amargura”, que tiene 65 años de realizarse de manera ininterrumpida, aunque su antigüedad es mayor.

Los tambores de los alabarderos del “Primer Grupo” y “Guardia Real” que desde hace varias décadas acompañan el paso de la venerada imagen de Jesús del Convento y de la Virgen María, tampoco retumbaron durante el Viernes Santo en las céntricas calles.

La Comunidad Cristiana de Padre Jesús y las Siervas de María, responsables de cargar las imágenes religiosas en un trayecto de cinco kilómetros y más de siete horas de recorrido, este año tampoco pudieron cumplir con esa responsabilidad.

La procesión religiosa de Chiautempan, que con el paso de los años ha crecido y en 2019 se estimó el arribo de 70 mil personas tanto locales como de diferentes municipios y de otras entidades del país, es catalogada como una de las tres más importantes muestras de fe en México, después de la de Iztapalapa, en la Ciudad de México y la de Taxco, Guerrero, de ahí su singular trascendencia. Tampoco hubo Procesión del Silencio ni Misa de Gloria.

Al suspenderse la Semana Santa, también conocida como Semana Mayor, también se han pospuesto las fiestas de Pascua con motivo del Domingo de Resurrección, donde los mayordomos de los diferentes barrios de la cabecera se organizan para hacer el tradicional Mole Prieto y darle mayor relevancia tanto a su fe, como a su característica festividad.

Así, este año tampoco habrá concurridas misas de Pascua, procesiones acompañadas de alfombras de aserrín y flores, fuegos pirotécnicos, bandas de viento y venta de antojitos mexicanos, como cada fin de semana posteriores a la Semana Santa.

El Covid-19 frenó todo lo anterior, pero no la fe y seguro estoy que en 2021 se vivirá la Semana Santa en Chiautempan en todo su esplendor. Así sea.

Mientras eso sucede, es prudente el tema de la pandemia te lo tomes en serio y, en la medida de lo posible, te quedes en casa.

Adivina adivinador…

¿A qué se deberá que el gobierno de Chiautempan suspendió las jornadas de trabajo de los comerciantes ambulantes ante la contingencia sanitaria, pero no a los parquímetros?

moisoltlax33@gmail.com