/ lunes 30 de noviembre de 2020

Nada Personal | Sororidad

Si bien el término “sororidad” se refiere a la hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones de género, no estaría mal que los hombres y la sociedad en general lo adoptemos en los diferentes aspectos de nuestra vida diaria.

El atentado que sufrió la alcaldesa Anabell Ávalos Zempoalteca en su domicilio, junto con varios integrantes de su equipo de trabajo, evidenció muchas cosas, entre ellas la deshumanización de un sector de la sociedad que se alegra de las desgracias ajenas y los juicios de valor de “opinadores” que creen tener la verdad absoluta.

Más allá de si la agresión tiene que ver con cuestiones políticas para frenar las aspiraciones a la gubernatura de la munícipe capitalina, si fue un “autoatentado”, si los cuerpos de seguridad fueron vulnerados y rebasados o si la policía debe atender con la misma prontitud los delitos que padece todo ciudadano, lo trascendente es que no hubo pérdida de vidas humanas, entre ellos la de un niño de no más de 10 años.

¿Quién en su sano juicio expondría la vida de su propio hijo solo por llamar la atención? Pregunta que llama a la reflexión para aquellas voces que la hacen de peritos, jueces y verdugos con lo sufrido no solo por la alcaldesa y equipo, sino por su familia y sus trabajadores domésticos, donde el único culpable hasta hoy se llama “inseguridad”.

La PGJE ya tiene el caso en sus manos y será su titular, José Antonio Aquiahuatl Sánchez, quien con los elementos de prueba a su alcance lo aclare, todo ello a la víspera del inicio del proceso electoral 2020-2021.

3 DE 3

Apenas 12 horas antes de ser declarado el inicio legal y formal del Proceso Electoral 2020-2021 en Tlaxcala, el Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) avaló la aplicación de la Ley 3 de 3 contra la violencia de género.

Con este lineamiento seguramente se desmoronan las aspiraciones de muchos que desean convertirse en candidatos, pues deberán firmar un formato de buena fe y, bajo protesta de decir verdad, de que no han sido condenados o sancionados mediante resolución firme por violencia familiar o doméstica, o cualquier agresión de género en el ámbito privado o público, por delitos sexuales, contra la libertad sexual o la intimidad corporal y tampoco por ser deudor alimentario o moroso que atente contra las obligaciones alimentarias.

Por cierto, llama la atención que Morena no respaldara esta propuesta, sobre todo porque el fundador de este partido y hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a su llegada al gobierno impulsó una “Cartilla Moral” y cada que puede en sus “mañaneras” usa a los valores como instrumento para “purificar la vida pública”. En fin, la hipotenusa.

COLOFÓN

Somos humanos y seguramente el proceso electoral nos dividirá como sociedad. Desde aquí deseo que el daño sea el menor posible y que el próximo lunes 7 de junio Tlaxcala despierte con nuevas autoridades legítimamente electas y con su sociedad reconciliada.

Si bien el término “sororidad” se refiere a la hermandad entre mujeres con respecto a las cuestiones de género, no estaría mal que los hombres y la sociedad en general lo adoptemos en los diferentes aspectos de nuestra vida diaria.

El atentado que sufrió la alcaldesa Anabell Ávalos Zempoalteca en su domicilio, junto con varios integrantes de su equipo de trabajo, evidenció muchas cosas, entre ellas la deshumanización de un sector de la sociedad que se alegra de las desgracias ajenas y los juicios de valor de “opinadores” que creen tener la verdad absoluta.

Más allá de si la agresión tiene que ver con cuestiones políticas para frenar las aspiraciones a la gubernatura de la munícipe capitalina, si fue un “autoatentado”, si los cuerpos de seguridad fueron vulnerados y rebasados o si la policía debe atender con la misma prontitud los delitos que padece todo ciudadano, lo trascendente es que no hubo pérdida de vidas humanas, entre ellos la de un niño de no más de 10 años.

¿Quién en su sano juicio expondría la vida de su propio hijo solo por llamar la atención? Pregunta que llama a la reflexión para aquellas voces que la hacen de peritos, jueces y verdugos con lo sufrido no solo por la alcaldesa y equipo, sino por su familia y sus trabajadores domésticos, donde el único culpable hasta hoy se llama “inseguridad”.

La PGJE ya tiene el caso en sus manos y será su titular, José Antonio Aquiahuatl Sánchez, quien con los elementos de prueba a su alcance lo aclare, todo ello a la víspera del inicio del proceso electoral 2020-2021.

3 DE 3

Apenas 12 horas antes de ser declarado el inicio legal y formal del Proceso Electoral 2020-2021 en Tlaxcala, el Consejo General del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE) avaló la aplicación de la Ley 3 de 3 contra la violencia de género.

Con este lineamiento seguramente se desmoronan las aspiraciones de muchos que desean convertirse en candidatos, pues deberán firmar un formato de buena fe y, bajo protesta de decir verdad, de que no han sido condenados o sancionados mediante resolución firme por violencia familiar o doméstica, o cualquier agresión de género en el ámbito privado o público, por delitos sexuales, contra la libertad sexual o la intimidad corporal y tampoco por ser deudor alimentario o moroso que atente contra las obligaciones alimentarias.

Por cierto, llama la atención que Morena no respaldara esta propuesta, sobre todo porque el fundador de este partido y hoy presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a su llegada al gobierno impulsó una “Cartilla Moral” y cada que puede en sus “mañaneras” usa a los valores como instrumento para “purificar la vida pública”. En fin, la hipotenusa.

COLOFÓN

Somos humanos y seguramente el proceso electoral nos dividirá como sociedad. Desde aquí deseo que el daño sea el menor posible y que el próximo lunes 7 de junio Tlaxcala despierte con nuevas autoridades legítimamente electas y con su sociedad reconciliada.