/ martes 24 de septiembre de 2019

Tintero | Embarazo juvenil no deseado, sin control

Los embarazos no deseados en adolescentes es un problema que casi no importa a las autoridades.

Es la pura verdad. Las estadísticas siguen creciendo en forma alarmante ante la insuficiencia de los programas oficiales de prevención y las políticas públicas en la materia y, del otro lado, de la cancha, la del Legislativo, ante el temor de la iglesia católica por despenalizar el aborto que en mucho ayudaría a esta problemática.

Y es que las adolescentes en esta situación son frecuentemente estigmatizadas y sufren discriminación de género, desaprobación, rechazo familiar y social.

Actualmente cuatro de cada diez embarazos en la entidad, según la Secretaría de Salud federal, son de futuras madres que tienen 19 años, pero también de 15, 14 y hasta 10 años. Qué grave.

Los municipios que encabezan el mayor número de embarazos en adolescentes son San Pablo del Monte y Huamantla, en ese orden le siguen Chiautempan, Tlaxco, Apizaco y El Carmen Tequexquitla.

Cierto, la penalización de aborto no evitará su práctica, pero hay estudios oficiales que demuestran que más del 50 % de los embarazos no deseados en adolescentes es resuelto mediante un legrado.

Las adolescentes que corren riesgo de defunción materna son cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años, y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un 50 % superior, según especialistas de la Organización Mundial de la Salud.

Evidentemente, el de los embarazos en jóvenes ya es un problema de salud pública que, hasta ahora, nadie ha podido prevenir, mucho menos resolver.

Nada funciona frente a ello, menos las campañas de radio y televisión en las que tratan -sin éxito- de explicar a los jóvenes cada uno de los métodos anticonceptivos que pueden usar antes y después de sostener relaciones sexuales.

El aumento en la tasa de abortos hace necesaria la suma de esfuerzos concertados, para ayudar a las mujeres a evitar los embarazos no planeados.

También hay que reconocer que este es un problema que no solo compete a las autoridades, sino a los padres de familia que deben de tener un mayor acercamiento con sus hijos.

Ya no estamos para discursos y cifras alegres, ya es momento de tomar el “toro por los cuernos” y diseñar políticas públicas que ayuden a enfrentar la situación pues es un tema que, con el paso de los años, será más que grave.

Lo que es delicado es que la autoridad hace mutis: Esto da pauta al crecimiento del problema de la trata de personas pues muchas mujeres jóvenes son presa fácil de los “padrotes” que las prostituyen aquí, en otros estados de la República y hasta en el extranjero.

¿Hasta cuándo las autorices abrirán los ojos?

En Tlaxcala tres de cada diez menores de 18 años han enfrentado problemas de embarazos no deseados y, como es evidente, los abortos clandestinos siempre serán su solución, pero inseguros.

El gobierno de la República, sostiene, sobre este tema, en su Plan Nacional de Desarrollo, que el embarazo en adolescentes se ha convertido en un problema poblacional que amplía las brechas sociales y de género; se trata de un tema de proyecto de vida, de educación y de salud, pero sobre todo de respeto a sus derechos humanos, a su libertad y a su desarrollo como personas

De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, decenas de mujeres tlaxcaltecas son las más beneficiadas con el aborto que permite legalmente el gobierno de la Ciudad de México.

Como dicen los especialistas, el embarazo en adolescentes es un tema que requiere más educación y apoyo para alentar a las niñas a retrasar la maternidad hasta que estén preparadas, pero no hay que apostarle a la voluntad de Dios, que es así como el gobierno pretende resolver un problema de magnitud. Al tiempo.

EPÍLOGO…

1.-El TODO OÍDOS....Florentino Domínguez Ordóñez, titular de la Unidad de Servicios Educativos del Estado se Tlaxcala, se metió al “camisa de once varas” al abrir audiencias públicas con los maestros. Siendo un sector tan grillo, el “profe” como se autoapoda, no aguantará las presiones de los maestros. Él mismo se hace el harakiri

Por cierto, dicen que a la dependencia regresó el equipo de Tomás Munive y eso sí sería grave.

Hasta el próximo martes

Los embarazos no deseados en adolescentes es un problema que casi no importa a las autoridades.

Es la pura verdad. Las estadísticas siguen creciendo en forma alarmante ante la insuficiencia de los programas oficiales de prevención y las políticas públicas en la materia y, del otro lado, de la cancha, la del Legislativo, ante el temor de la iglesia católica por despenalizar el aborto que en mucho ayudaría a esta problemática.

Y es que las adolescentes en esta situación son frecuentemente estigmatizadas y sufren discriminación de género, desaprobación, rechazo familiar y social.

Actualmente cuatro de cada diez embarazos en la entidad, según la Secretaría de Salud federal, son de futuras madres que tienen 19 años, pero también de 15, 14 y hasta 10 años. Qué grave.

Los municipios que encabezan el mayor número de embarazos en adolescentes son San Pablo del Monte y Huamantla, en ese orden le siguen Chiautempan, Tlaxco, Apizaco y El Carmen Tequexquitla.

Cierto, la penalización de aborto no evitará su práctica, pero hay estudios oficiales que demuestran que más del 50 % de los embarazos no deseados en adolescentes es resuelto mediante un legrado.

Las adolescentes que corren riesgo de defunción materna son cuatro veces más alto que las mujeres de 20 a 30 años, y la tasa de mortalidad de sus neonatos es aproximadamente un 50 % superior, según especialistas de la Organización Mundial de la Salud.

Evidentemente, el de los embarazos en jóvenes ya es un problema de salud pública que, hasta ahora, nadie ha podido prevenir, mucho menos resolver.

Nada funciona frente a ello, menos las campañas de radio y televisión en las que tratan -sin éxito- de explicar a los jóvenes cada uno de los métodos anticonceptivos que pueden usar antes y después de sostener relaciones sexuales.

El aumento en la tasa de abortos hace necesaria la suma de esfuerzos concertados, para ayudar a las mujeres a evitar los embarazos no planeados.

También hay que reconocer que este es un problema que no solo compete a las autoridades, sino a los padres de familia que deben de tener un mayor acercamiento con sus hijos.

Ya no estamos para discursos y cifras alegres, ya es momento de tomar el “toro por los cuernos” y diseñar políticas públicas que ayuden a enfrentar la situación pues es un tema que, con el paso de los años, será más que grave.

Lo que es delicado es que la autoridad hace mutis: Esto da pauta al crecimiento del problema de la trata de personas pues muchas mujeres jóvenes son presa fácil de los “padrotes” que las prostituyen aquí, en otros estados de la República y hasta en el extranjero.

¿Hasta cuándo las autorices abrirán los ojos?

En Tlaxcala tres de cada diez menores de 18 años han enfrentado problemas de embarazos no deseados y, como es evidente, los abortos clandestinos siempre serán su solución, pero inseguros.

El gobierno de la República, sostiene, sobre este tema, en su Plan Nacional de Desarrollo, que el embarazo en adolescentes se ha convertido en un problema poblacional que amplía las brechas sociales y de género; se trata de un tema de proyecto de vida, de educación y de salud, pero sobre todo de respeto a sus derechos humanos, a su libertad y a su desarrollo como personas

De acuerdo con organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, decenas de mujeres tlaxcaltecas son las más beneficiadas con el aborto que permite legalmente el gobierno de la Ciudad de México.

Como dicen los especialistas, el embarazo en adolescentes es un tema que requiere más educación y apoyo para alentar a las niñas a retrasar la maternidad hasta que estén preparadas, pero no hay que apostarle a la voluntad de Dios, que es así como el gobierno pretende resolver un problema de magnitud. Al tiempo.

EPÍLOGO…

1.-El TODO OÍDOS....Florentino Domínguez Ordóñez, titular de la Unidad de Servicios Educativos del Estado se Tlaxcala, se metió al “camisa de once varas” al abrir audiencias públicas con los maestros. Siendo un sector tan grillo, el “profe” como se autoapoda, no aguantará las presiones de los maestros. Él mismo se hace el harakiri

Por cierto, dicen que a la dependencia regresó el equipo de Tomás Munive y eso sí sería grave.

Hasta el próximo martes