/ lunes 19 de febrero de 2018

Un enfoque de prevención

A la par del desarrollo de obras, como los 10 mega proyectos que anunció en diciembre pasado, el Gobierno del Estado está apostando por la prevención en sectores clave para inhibir la aparición de riesgos, no solo para las personas, sino para las familias y la comunidad.

Prevenir implica actuar para que un problema no aparezca o, en su caso, para lograr que sus efectos disminuyan. Hablamos de la importancia de anticiparse, de adelantarse, para evitar que algo dañino ocurra. Y eso es lo que loa administración está haciendo en el ámbito de la seguridad, la salud, y protección civil.

La semana pasada, la Secretaría de Gobierno instaló la Comisión Interinstitucional Estatal para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia 2018. Se trata de una instancia que habrá de trabajar para fortalecer las acciones de seguridad pública e incidir en las causas y factores que generan situaciones de violencia y delincuencia social, con lo cual se busca, primordialmente, que más mujeres y jóvenes tengan más oportunidades para lograr un desarrollo integral.

Por otra parte, diversas dependencias estatales lanzaron las campañas de prevención de adicciones “Si hay opción, evita la adicción” y de uso responsable del número de emergencias 911 “Cuélgale a las bromas, salva una vida”, a fin de generar conciencia sobre ambas problemáticas y lograr, por un lado, que más jóvenes eviten el consumo de sustancias prohibidas, y por otro, reducir el índice de llamadas falsas al centro de emergencias.

Las secretarías de Políticas Públicas y Participación Ciudadana, de Salud y el Sistema Estatal de Seguridad Pública, coadyuvarán bajo una ruta de trabajo definida para que se reduzcan los índices de adicciones, no solo de drogas como la mariguana -que afortunadamente está por debajo de la media nacional-, sino de tabaco y alcohol, que afectan la calidad de vida a cualquier edad -pero más en edades tempranas-, y para revertir las estadísticas relacionadas al mal uso del número 911, ya que se calcula que más del 94 % de las llamadas son bromas, lo que significa la desatención involuntaria de emergencias reales que ponen en riesgo la vida y el patrimonio de las personas.

Es tal la problemática en este último caso que se propondrá una iniciativa para incorporar medidas que sancionen a quienes reincidan en esta conducta que genera gastos innecesarios a las corporaciones de seguridad.

Y a la par de todo lo anterior, la Coordinación Estatal de Protección Civil desarrolla una estrategia permanente de capacitación para conformar en hogares y centros de trabajo brigadas de protección civil que permitan reducir riesgos ante desastres naturales y emergencia, a través de cursos de autoprotección y sensibilización, que imparte la misma institución.

La actitud implícita en esta serie de acciones es la que permitirá al estado responder mejor a los desafíos que imponen cada una de estas problemáticas. Y la mejor prueba de ello la tuvimos el viernes anterior, cuando el gobierno estatal activó los protocolos de seguridad y protección civil para asegurar la atención de la gente, tras el sismo de 7.2 grados en la escala de Richter, que se registró en Tlaxcala y otras entidades.

El propio Gobernador Marco Mena coordinó las actividades derivadas de dichos procedimientos, tras lo cual se descartaron afectaciones en escuelas, hospitales públicos y monumentos históricos, en todo el territorio estatal.

La experiencia que dejaron los sismos de septiembre pasado definitivamente permitió que, en esta ocasión, la respuesta fuera más eficaz, situación que reafirma la importancia de la prevención, no únicamente para las labores de monitoreo en las demarcaciones municipales, sino para que brindar auxilio a la población en riesgo, guardar la calma ante eventualidades, y dar información por canales oficiales.

Ojalá que en los municipios se adopten estrategias enfocadas a la prevención, y que estas se correspondan a las líneas de acción de los gobiernos estatal y federal, para que sus efectos sean más contundentes. Es sumamente importante que los tres niveles de gobierno funcionen unidos y complementarios para servir mejor.

A la par del desarrollo de obras, como los 10 mega proyectos que anunció en diciembre pasado, el Gobierno del Estado está apostando por la prevención en sectores clave para inhibir la aparición de riesgos, no solo para las personas, sino para las familias y la comunidad.

Prevenir implica actuar para que un problema no aparezca o, en su caso, para lograr que sus efectos disminuyan. Hablamos de la importancia de anticiparse, de adelantarse, para evitar que algo dañino ocurra. Y eso es lo que loa administración está haciendo en el ámbito de la seguridad, la salud, y protección civil.

La semana pasada, la Secretaría de Gobierno instaló la Comisión Interinstitucional Estatal para la Prevención Social de la Violencia y la Delincuencia 2018. Se trata de una instancia que habrá de trabajar para fortalecer las acciones de seguridad pública e incidir en las causas y factores que generan situaciones de violencia y delincuencia social, con lo cual se busca, primordialmente, que más mujeres y jóvenes tengan más oportunidades para lograr un desarrollo integral.

Por otra parte, diversas dependencias estatales lanzaron las campañas de prevención de adicciones “Si hay opción, evita la adicción” y de uso responsable del número de emergencias 911 “Cuélgale a las bromas, salva una vida”, a fin de generar conciencia sobre ambas problemáticas y lograr, por un lado, que más jóvenes eviten el consumo de sustancias prohibidas, y por otro, reducir el índice de llamadas falsas al centro de emergencias.

Las secretarías de Políticas Públicas y Participación Ciudadana, de Salud y el Sistema Estatal de Seguridad Pública, coadyuvarán bajo una ruta de trabajo definida para que se reduzcan los índices de adicciones, no solo de drogas como la mariguana -que afortunadamente está por debajo de la media nacional-, sino de tabaco y alcohol, que afectan la calidad de vida a cualquier edad -pero más en edades tempranas-, y para revertir las estadísticas relacionadas al mal uso del número 911, ya que se calcula que más del 94 % de las llamadas son bromas, lo que significa la desatención involuntaria de emergencias reales que ponen en riesgo la vida y el patrimonio de las personas.

Es tal la problemática en este último caso que se propondrá una iniciativa para incorporar medidas que sancionen a quienes reincidan en esta conducta que genera gastos innecesarios a las corporaciones de seguridad.

Y a la par de todo lo anterior, la Coordinación Estatal de Protección Civil desarrolla una estrategia permanente de capacitación para conformar en hogares y centros de trabajo brigadas de protección civil que permitan reducir riesgos ante desastres naturales y emergencia, a través de cursos de autoprotección y sensibilización, que imparte la misma institución.

La actitud implícita en esta serie de acciones es la que permitirá al estado responder mejor a los desafíos que imponen cada una de estas problemáticas. Y la mejor prueba de ello la tuvimos el viernes anterior, cuando el gobierno estatal activó los protocolos de seguridad y protección civil para asegurar la atención de la gente, tras el sismo de 7.2 grados en la escala de Richter, que se registró en Tlaxcala y otras entidades.

El propio Gobernador Marco Mena coordinó las actividades derivadas de dichos procedimientos, tras lo cual se descartaron afectaciones en escuelas, hospitales públicos y monumentos históricos, en todo el territorio estatal.

La experiencia que dejaron los sismos de septiembre pasado definitivamente permitió que, en esta ocasión, la respuesta fuera más eficaz, situación que reafirma la importancia de la prevención, no únicamente para las labores de monitoreo en las demarcaciones municipales, sino para que brindar auxilio a la población en riesgo, guardar la calma ante eventualidades, y dar información por canales oficiales.

Ojalá que en los municipios se adopten estrategias enfocadas a la prevención, y que estas se correspondan a las líneas de acción de los gobiernos estatal y federal, para que sus efectos sean más contundentes. Es sumamente importante que los tres niveles de gobierno funcionen unidos y complementarios para servir mejor.

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