/ martes 19 de diciembre de 2017

2018: Año de obras

2018 será un importante año para la construcción en la entidad. El gobernador Marco Mena prevé el arranque de infraestructura estratégica para el desarrollo de la entidad, en materia de salud, comunicaciones y transportes, saneamiento y deporte, lo que sin duda elevará la competitividad estatal.

De entrada, la modernización de la carretera Tlaxcala-Apizaco, que implica una inversión de cerca de 600 millones de pesos (mdp), comenzará en una primera etapa con una inyección de 300 mdp, a efecto de contar con una vía más moderna, pero, sobre todo, más segura.

Según la Secretaría de Obras, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi), los trabajos comenzarán a la altura de la zona del Zoológico del Altiplano, y abarcarán hasta el entronque de Belén Atzizimititlán; consisten en una ampliación a ocho carriles con desviaciones a desnivel y retornos, lo que facilitará el flujo vehicular al resolver el conflicto por entradas y salidas, no solo en el Zoológico, sino en la Plaza Comercial Gran Patio, y las sedes del Cuerpo de Bomberos y la Policía federal.

En paralelo, iniciará la remodelación de la central camionera de Tlaxcala, y se promoverá un Sistema de Movilidad Regional moderno y un Programa de Mejora de Conectividad Estatal para potenciar la integración económica y social del estado. Todo ello, fue planteado en el proyecto de presupuesto de egresos 2018, por montos de 20, 200 y 40 millones, respectivamente. Habrá que esperar la publicación del decreto aprobado por el Congreso local para saber si los diputados avalaron las partidas.

Por otra parte, el Hospital General de Tlaxcala, que ha cumplido 70 años de vida útil, será reubicado en la zona de hospitales de San Matías Tepetomatitlán, y se construirá con base en las necesidades actuales de los padecimientos de la población, aprovechando parte del equipo que ya existe en el actual nosocomio. En su primera etapa se aplicarán 200 mdp, de un total superior a los 650 mdp, y su cobertura será regional. De acuerdo a la Secretaría de Salud (Sesa), requerirá al menos un periodo de ejecución de año y medio.

Para el rescate del Río Zahuapan, el Gobernador propone “transformar la manera en la que convivimos con el río” y “asumir una perspectiva de largo aliento”, ya que “no es una tarea de uno o dos años; ni siquiera de un solo Gobierno, ni mucho menos es solamente tarea del Gobierno Estatal o de la industria”.  Por eso, en el proyecto de presupuesto 2018 también se planteó un fondo especial para Construcción y Rehabilitación de Plantas de Tratamiento por 160 mdp, considerando que “los gobiernos municipales son clave en este andamiaje de rescate del río”; y un fondo especial para el Programa de Saneamiento del Rio Zahuapan por 80 mdp, a efecto de acompañar el desarrollo de obras con “una estrategia amplia de cuidado del ambiente, desde las escuelas hasta la coordinación con los gobiernos municipales”.

La Coordinación General de Ecología (CGE) estableció que, en una primera etapa, pretenden rehabilitar las plantas de tratamiento que dejaron de operar los municipios, y trabajar en la rehabilitación de drenajes.

Finalmente, y no menos importante, es parte de estos proyectos grandes la modernización del Estadio Tlahuicole. En efecto, hay algunas críticas que aluden la necesidad de resolver otras prioridades; sin embargo, con esta obra no se dejarán de atender rubros como salud ni educación y, en cambio, ofrece la posibilidad de dar mayor dinamismo a actividades que generan movimiento de la economía.

Es claro que en Tlaxcala no existe una instalación para eventos deportivos, culturales o de diversión con aforo de al menos 10 mil personas, por lo que la modernización del estadio, que requiere 180 mdp, dará a los tlaxcaltecas esa posibilidad, y la de contar con una casa muy digna para el equipo local, los Coyotes, en su nueva liga.

Gastar mejor el dinero público es parte de la responsabilidad y obligación de gobernar.  Como anunció el Ejecutivo estatal, se seguirá disminuyendo la dispersión del gasto público para concentrarlo en obras y programas de mayor alcance y durabilidad, por lo que es completamente viable hacer de 2018 un año de construcción de infraestructura de alto impacto social.

2018 será un importante año para la construcción en la entidad. El gobernador Marco Mena prevé el arranque de infraestructura estratégica para el desarrollo de la entidad, en materia de salud, comunicaciones y transportes, saneamiento y deporte, lo que sin duda elevará la competitividad estatal.

De entrada, la modernización de la carretera Tlaxcala-Apizaco, que implica una inversión de cerca de 600 millones de pesos (mdp), comenzará en una primera etapa con una inyección de 300 mdp, a efecto de contar con una vía más moderna, pero, sobre todo, más segura.

Según la Secretaría de Obras, Desarrollo Urbano y Vivienda (Secoduvi), los trabajos comenzarán a la altura de la zona del Zoológico del Altiplano, y abarcarán hasta el entronque de Belén Atzizimititlán; consisten en una ampliación a ocho carriles con desviaciones a desnivel y retornos, lo que facilitará el flujo vehicular al resolver el conflicto por entradas y salidas, no solo en el Zoológico, sino en la Plaza Comercial Gran Patio, y las sedes del Cuerpo de Bomberos y la Policía federal.

En paralelo, iniciará la remodelación de la central camionera de Tlaxcala, y se promoverá un Sistema de Movilidad Regional moderno y un Programa de Mejora de Conectividad Estatal para potenciar la integración económica y social del estado. Todo ello, fue planteado en el proyecto de presupuesto de egresos 2018, por montos de 20, 200 y 40 millones, respectivamente. Habrá que esperar la publicación del decreto aprobado por el Congreso local para saber si los diputados avalaron las partidas.

Por otra parte, el Hospital General de Tlaxcala, que ha cumplido 70 años de vida útil, será reubicado en la zona de hospitales de San Matías Tepetomatitlán, y se construirá con base en las necesidades actuales de los padecimientos de la población, aprovechando parte del equipo que ya existe en el actual nosocomio. En su primera etapa se aplicarán 200 mdp, de un total superior a los 650 mdp, y su cobertura será regional. De acuerdo a la Secretaría de Salud (Sesa), requerirá al menos un periodo de ejecución de año y medio.

Para el rescate del Río Zahuapan, el Gobernador propone “transformar la manera en la que convivimos con el río” y “asumir una perspectiva de largo aliento”, ya que “no es una tarea de uno o dos años; ni siquiera de un solo Gobierno, ni mucho menos es solamente tarea del Gobierno Estatal o de la industria”.  Por eso, en el proyecto de presupuesto 2018 también se planteó un fondo especial para Construcción y Rehabilitación de Plantas de Tratamiento por 160 mdp, considerando que “los gobiernos municipales son clave en este andamiaje de rescate del río”; y un fondo especial para el Programa de Saneamiento del Rio Zahuapan por 80 mdp, a efecto de acompañar el desarrollo de obras con “una estrategia amplia de cuidado del ambiente, desde las escuelas hasta la coordinación con los gobiernos municipales”.

La Coordinación General de Ecología (CGE) estableció que, en una primera etapa, pretenden rehabilitar las plantas de tratamiento que dejaron de operar los municipios, y trabajar en la rehabilitación de drenajes.

Finalmente, y no menos importante, es parte de estos proyectos grandes la modernización del Estadio Tlahuicole. En efecto, hay algunas críticas que aluden la necesidad de resolver otras prioridades; sin embargo, con esta obra no se dejarán de atender rubros como salud ni educación y, en cambio, ofrece la posibilidad de dar mayor dinamismo a actividades que generan movimiento de la economía.

Es claro que en Tlaxcala no existe una instalación para eventos deportivos, culturales o de diversión con aforo de al menos 10 mil personas, por lo que la modernización del estadio, que requiere 180 mdp, dará a los tlaxcaltecas esa posibilidad, y la de contar con una casa muy digna para el equipo local, los Coyotes, en su nueva liga.

Gastar mejor el dinero público es parte de la responsabilidad y obligación de gobernar.  Como anunció el Ejecutivo estatal, se seguirá disminuyendo la dispersión del gasto público para concentrarlo en obras y programas de mayor alcance y durabilidad, por lo que es completamente viable hacer de 2018 un año de construcción de infraestructura de alto impacto social.

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