La semana pasada, el periódico El Financiero, publicó los resultados de una encuesta nacional que colocaron al Gobernador Marco Mena como el cuarto mandatario estatal mejor calificado, con un nivel de aceptación de 52 %.
El lunes anterior, la encuestadora México Elige, también reveló los resultados de su estudio de opinión sobre el desempeño de los gobernadores en el país, y también situaron a Marco Mena en el cuarto lugar nacional, con un nivel de aprobación de 64 %.
Y este miércoles, de acuerdo con el estudio de Arias Consultores, el Gobernador Mena se sitúa en el segundo lugar del ranking nacional, con un nivel de respaldo ciudadano de poco más de 56 %.
Sin duda, estos porcentajes indican resultados a favor de los ciudadanos. El saldo de estas mediciones no se puede confinar únicamente a una buena imagen.
En diciembre de 2020, el Gobernador de Tlaxcala hizo tres compromisos para este año: superar la pandemia, reactivar la economía, y ofrecer condiciones para la realización de elecciones libres.
A cinco meses de distancia, es factible decir que ha cumplido.
Primero, porque con el ingreso de Tlaxcala a verde dentro del semáforo de riesgo epidemiológico, el gobierno federal reconoció que las autoridades estatales han hecho un manejo adecuado de la pandemia. Hasta el pasado viernes, las Brigadas Cuídate, Municipales, Jurisdiccionales y Tlaxcala se Cuida habían realizado 937 mil 705 acciones de prevención y atención a la salud, y entregado 10 mil 308 tratamientos médicos.
No se cumplieron los pronósticos malhadados de quienes, aprovechando la coyuntura electoral, esperaban una tercera ola de contagios para dar sentido a su predecible narrativa electorera. Incluso, el comportamiento de las cifras oficiales de Covid-19 permite estimar que los eventos públicos realizados en el marco de la contienda se han efectuado con responsabilidad.
Segundo, porque de acuerdo con el IMSS, Tlaxcala sumó cuatro meses consecutivos con números positivos y cerró el primer cuatrimestre de 2021 con un total de 3 mil 933 nuevos puestos laborales, cifra superior a los 3 mil 216 que se perdieron durante el año pasado por la emergencia sanitaria. Cabe decir que, hasta antes de la veda electoral, el gobierno estatal había otorgado créditos por más de 60 millones de pesos para negocios tlaxcaltecas de los sectores comercial, industrial y de servicios, lo que contribuyó a conservar más de 10 mil empleos.
Nuevamente, se equivocan quienes quieren ver al estado de rodillas asegurando que todo esta más, que no hay crecimiento, que no hay empleo. Justamente, hace unos días, el Gobernador se reunió con representantes del grupo Antex, quienes le informaron detalles de un proyecto de expansión para su planta ubicada en la entidad.
Y tercero, porque con base en los reportes de las autoridades electorales, el desarrollo de las actividades de campaña se lleva a cabo dentro de los márgenes esperados. El proceso electoral no se ha visto empañado por sucesos que hagan suponer una violación a los principios democráticos. Ni siquiera la emergencia sanitaria ha sido motivo para restringir las libertades políticas de los ciudadanos.
Por supuesto, mal hacen quienes generan chismes y especulaciones sobre la injerencia del gobierno en las elecciones. Pasan por alto que Mena fue el primer gobernador en adherirse al Acuerdo Nacional por la Democracia convocado por el Presidente de México, y al momento no hay evidencia que sugiera que no lo esté cumpliendo.
Bajo este escenario, es entendible que los ciudadanos estén cómodos con el gobierno de Mena, quien le ha dado al estado una importante visibilidad con resultados verificables, como el combate a la pobreza, el crecimiento de la economía, el desarrollo industrial y la creación de empleo formal.
Quienes discutan lo anterior sin conocimiento de los indicadores, obviamente, le hacen daño al estado y a su gente, porque si se diagnostica mal la situación actual de Tlaxcala, se corre el riesgo de perder los avances logrados en los últimos años, y la prueba está en los estados donde Morena estrenó gobierno.
