/ miércoles 16 de diciembre de 2020

Caras y Máscaras | ¡Aguas con el agua!

El agua es de importancia vital para el ser humano, así como para el resto de animales y seres vivos del planeta Tierra. El agua es un elemento integrante de los ecosistemas naturales, fundamental para el sostenimiento y la reproducción de la vida, pues constituye un factor indispensable para el desarrollo de los procesos biológicos que la hacen posible.

El 70 por ciento de la Tierra es agua y el 70 por ciento de nuestro cuerpo también, por eso nuestros ríos y lagos, nuestras aguas costeras, marítimas y subterráneas, constituyen recursos valiosos que es preciso proteger.

En este marco, llamó poderosamente la atención la noticia de que a partir del pasado lunes el agua se cotiza en la bolsa de valores. La base fundamental de la vida y uno de los recursos más escasos del planeta acaba de convertirse en un producto comercial cotizado más.

Al respecto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dicho que los nuevos futuros de agua de Wall Street podrían hacer que un bien público esencial sea tratado como el oro y el petróleo, exponiendo al mercado a una burbuja especulativa de resultados económicos inciertos.

La noticia de que el agua se comercializará en el mercado de futuros de Wall Street muestra que el valor del agua, como derecho humano básico, estrechamente vinculado a nuestras vidas y un componente esencial para la salud pública, ahora está amenazado, dijo Arrojo-Agudo, relator especial de la ONU sobre derechos humanos para el agua potable y el saneamiento, en un comunicado.

El motivo por el que se tomó esta determinación que sorprendió al mundo entero, es la enorme escasez de este bien que, lamentablemente, años tras año se viene acentuando a un ritmo vertiginoso. Ello podría dar lugar a un alza de precios de un recurso que "es de todos" y una herramienta vital para combatir la pandemia de Covid-19. De momento, en opinión de los expertos financieros, los futuros sobre esta preciada materia prima movilizan inversiones aisladas, pero si su uso se va popularizando podrían terminar influyendo hasta en el importe de la factura doméstica.

Evidentemente, el agua no solo es importante como recurso vital sino también como recurso económico. La sociedad recurre al agua para generar y mantener el crecimiento económico y la prosperidad a través de actividades como la agricultura, la pesca comercial, la producción de energía, la industria, el transporte y el turismo.

También el agua se utiliza en actividades recreativas como la natación, la pesca deportiva, o el mero disfrute de la belleza natural de costas, ríos y lagos. Pero su oferta no es ilimitada y, en particular, cuando escasea hasta puede ser fuente de conflictos geopolíticos, como el que recientemente se dio entre México y E. U. A. En consecuencia, tenemos que valorarla, hay que gestionar eficiente y eficazmente su uso y protección, ya que no es un mero producto de consumo, sino un precioso recurso natural tan esencial para las generaciones futuras como para la nuestra.

La ONU estima que uno de los grandes problemas mundiales consiste en que 2 mil 100 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a un agua potable que haya sido tratada de forma segura, y la demanda del verdadero oro líquido crecerá hasta un 30 por ciento de aquí al 2050, al mismo tiempo que la población crecerá en 2 mil millones de personas, aparte de que casi dos de cada cinco seres humanos estarán expuestos a la devastación de las inundaciones.

Por lo tanto, hagamos un uso responsable del valioso líquido de la humanidad que es el agua. Ahorrar agua es salvar el planeta. Está en nuestras manos que las futuras generaciones sigan haciendo uso sostenible de un recurso natural tan importante para la vida como el agua.

La directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez, destacó que, aunque ahora el agua cotiza en el mercado de futuros de materias primas en Wall Street, no se debe perder de vista que también tiene un valor como derecho humano de la población.

Reiteró que el agua se ve desde dos perspectivas, una que abarca temas básicos como el abasto a la población y otra sobre temas que tienen que ver con la posibilidad de comercialización, por lo que en México se deben llegar a un punto medio para que siga manteniendo su valor, a pesar del precio que se le llegue a imponer.

El agua es de importancia vital para el ser humano, así como para el resto de animales y seres vivos del planeta Tierra. El agua es un elemento integrante de los ecosistemas naturales, fundamental para el sostenimiento y la reproducción de la vida, pues constituye un factor indispensable para el desarrollo de los procesos biológicos que la hacen posible.

El 70 por ciento de la Tierra es agua y el 70 por ciento de nuestro cuerpo también, por eso nuestros ríos y lagos, nuestras aguas costeras, marítimas y subterráneas, constituyen recursos valiosos que es preciso proteger.

En este marco, llamó poderosamente la atención la noticia de que a partir del pasado lunes el agua se cotiza en la bolsa de valores. La base fundamental de la vida y uno de los recursos más escasos del planeta acaba de convertirse en un producto comercial cotizado más.

Al respecto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dicho que los nuevos futuros de agua de Wall Street podrían hacer que un bien público esencial sea tratado como el oro y el petróleo, exponiendo al mercado a una burbuja especulativa de resultados económicos inciertos.

La noticia de que el agua se comercializará en el mercado de futuros de Wall Street muestra que el valor del agua, como derecho humano básico, estrechamente vinculado a nuestras vidas y un componente esencial para la salud pública, ahora está amenazado, dijo Arrojo-Agudo, relator especial de la ONU sobre derechos humanos para el agua potable y el saneamiento, en un comunicado.

El motivo por el que se tomó esta determinación que sorprendió al mundo entero, es la enorme escasez de este bien que, lamentablemente, años tras año se viene acentuando a un ritmo vertiginoso. Ello podría dar lugar a un alza de precios de un recurso que "es de todos" y una herramienta vital para combatir la pandemia de Covid-19. De momento, en opinión de los expertos financieros, los futuros sobre esta preciada materia prima movilizan inversiones aisladas, pero si su uso se va popularizando podrían terminar influyendo hasta en el importe de la factura doméstica.

Evidentemente, el agua no solo es importante como recurso vital sino también como recurso económico. La sociedad recurre al agua para generar y mantener el crecimiento económico y la prosperidad a través de actividades como la agricultura, la pesca comercial, la producción de energía, la industria, el transporte y el turismo.

También el agua se utiliza en actividades recreativas como la natación, la pesca deportiva, o el mero disfrute de la belleza natural de costas, ríos y lagos. Pero su oferta no es ilimitada y, en particular, cuando escasea hasta puede ser fuente de conflictos geopolíticos, como el que recientemente se dio entre México y E. U. A. En consecuencia, tenemos que valorarla, hay que gestionar eficiente y eficazmente su uso y protección, ya que no es un mero producto de consumo, sino un precioso recurso natural tan esencial para las generaciones futuras como para la nuestra.

La ONU estima que uno de los grandes problemas mundiales consiste en que 2 mil 100 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a un agua potable que haya sido tratada de forma segura, y la demanda del verdadero oro líquido crecerá hasta un 30 por ciento de aquí al 2050, al mismo tiempo que la población crecerá en 2 mil millones de personas, aparte de que casi dos de cada cinco seres humanos estarán expuestos a la devastación de las inundaciones.

Por lo tanto, hagamos un uso responsable del valioso líquido de la humanidad que es el agua. Ahorrar agua es salvar el planeta. Está en nuestras manos que las futuras generaciones sigan haciendo uso sostenible de un recurso natural tan importante para la vida como el agua.

La directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Blanca Jiménez, destacó que, aunque ahora el agua cotiza en el mercado de futuros de materias primas en Wall Street, no se debe perder de vista que también tiene un valor como derecho humano de la población.

Reiteró que el agua se ve desde dos perspectivas, una que abarca temas básicos como el abasto a la población y otra sobre temas que tienen que ver con la posibilidad de comercialización, por lo que en México se deben llegar a un punto medio para que siga manteniendo su valor, a pesar del precio que se le llegue a imponer.