Las acciones emprendidas por el Gobierno estatal para enfrentar la emergencia epidemiológica por Covid-19 han tenido resultados importantes en materia de salud.
Las estadísticas al corte del pasado miércoles muestran que las medidas de prevención y contención del nuevo coronavirus impidieron que se cumplieran los pronósticos, lo cual es sumamente positivo.
De las cinco mil 189 personas que se esperaba requirieran tratamiento ambulatorio y buscaran atención, únicamente mil 654 lo han hecho, y de las dos mil 162 personas que se preveía requirieran hospitalización sin terapia intensiva, solamente se han atendido 824.
Además, de las mil 297 personas que se anticipaba necesitarían hospitalización con terapia intensiva, sólo se han recibido 197, y de las mil 701 defunciones que se pronosticaban se han registrado 348.
Estos resultados sólo pueden explicarse en función de la estrategia implementada por el Gobierno estatal, a través del Consejo Estatal de Salud. Hay que recordar que, a diferencia de otros estados, Tlaxcala adelantó medidas de las fases 2 y 3 de la emergencia nacional, lo que hizo que fuera la última entidad en registrar casos confirmados de Covid-19.
La aplicación de medidas sanitaria y de distanciamiento social, con el respaldo y apoyo de presidentes municipales, empresarios, líderes sindicales y autoridades religiosas, así como una coordinación permanente con autoridades del Gobierno federal, le han permitido al estado enfrentar con más certeza los efectos negativos que la pandemia ha tenido en la salud y la economía de la población.
Y con independencia de lo anterior, conviene destacar cuatro aciertos del Gobierno estatal. El primero, son las jornadas de sanitización en los municipios, y la aplicación de filtros sanitarios en tianguis y mercados. Con estas medidas preventivas, también se llevaron a cabo actividades de promoción de la salud entre la ciudadanía, a efecto de incidir en los hogares sobre las acciones de cuidado que permiten evitar contagios.
El segundo, son las Brigadas Cuídate, equipos de profesionales de la salud que se trasladaron a los municipios con mayores registros de personas con diabetes, hipertensión e insuficiencia renal, entre otras enfermedades crónico-degenerativas, que las hacen más susceptibles a los daños que causa el nuevo coronavirus, con el objetivo de acercarles información y tratamiento en sus hogares. Con este paso importante, que posteriormente se llevó a las empresas que reactivaron funciones, se focalizó la atención en grupos poblacionales de más riesgo.
El tercero, fue el control del número de pruebas de detección de Covid-19, que se aplican a la población, con la finalidad de reforzar la búsqueda activa de personas contagiadas. Las autoridades se centraron en ubicar casos positivos o sospechosos con síntomas, para aislar al paciente en su domicilio, suministrar tratamiento y establecer el seguimiento de sus contactos, para romper cadenas de contagios. Gracias a ello, Tlaxcala continúa en el décimo lugar nacional en pruebas aplicadas por cada mil habitantes.
Y la cuarta es el desarrollo del tratamiento conocido como TNR4, que aplica la Secretaría de Salud del estado en la recuperación de pacientes intubados, que consiste en diferentes dosis de Ácido Acetilsalicílico, Montelukast, Ivermectina y Azitromicina, el cual, a pesar del incremento en el número de contagios, favorece que haya una disponibilidad de camas de hospitalización general del 57 por ciento, y de camas disponibles con ventilador del 60 por ciento, lo ubica a Tlaxcala en los 10 primeros lugares a nivel nacional en tales indicadores, y garantiza la atención de personas que requieran de servicios hospitalarios.
No en vano el Gobierno federal abrió la posibilidad de replicarlo en otros estados para contribuir a la recuperación de pacientes en terapia intensiva.
Vale la pena reconocer los empeños del gobierno estatal para enfrentar la crisis sanitaria y, por supuesto, los resultados positivos en esta materia, pues con sensibilidad y responsabilidad, el Gobierno estatal responde a la contingencia en beneficio de la salud de miles de tlaxcaltecas y sus familias, y mitiga el escenario de riesgo que representa una pandemia como la que estamos viviendo.
