/ martes 8 de enero de 2019

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

En paz

Nada es para siempre. El presente impera para que el futuro viva cimentado en lo que está en el pasado. Dos semanas estuve lejos de ti, lectora, lector querido. Días de abrevar del amor de los lazos de sangre, de recargar energía en la fuente de los gestos y facciones que aparecen como flashazos cuando uno se ve reflejado en otras caras, otras voces, otros seres que, por lo demás, comparten genes, ergo, vida con nosotros.

Días de buscar armonía y reflexionar sobre el año que comienza. Así debieron ser pero en nuestra familia del ámbito político fue lo contrario. Se vivieron momentos muy tristes, de gran pena.

El 24 de diciembre por la tarde muchos lloramos con profunda tristeza la pérdida de dos amigos; Rafa y Martha Erika Moreno Valle-Alonso, así como de ambos pilotos y de Balta, el eterno, leal y discreto asistente de Rafael. Se fueron justo el día en que el Niño Dios llega a la tierra, como dicta nuestra fe cristiana. Me gusta creer que los acunó antes de recibirlos en su gloria.

Martha Erika fue una mujer sensible, generosa, de sonrisa fácil, presta siempre para ayudar a quien lo necesitara. Propuso para su gabinete crear la Secretaría de la Mujer, buscar la paridad en el gabinete y la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres en el gobierno. A la vez, habíamos platicado varios proyectos para garantizar a las niñas y niños una vida más justa y feliz en una entidad respetuosa de los derechos humanos. La infancia siempre fue su principal prioridad. Adoptó 4 hijos, de quienes estaba muy orgullosa. Otra prioridad para ella fue la seguridad de sus conciudadanos. Dijo alto y bajito que acabaría con el huachicoleo y, firme como era, no tengo la menor duda que así hubiese sido.

Rafael era muy dedicado en su trabajo. Intenso, directo, obsesionado con la modernización de Puebla, a la cual dedicó muchos años de su vida, sin fines de semana, vacaciones o prioridad alguna adicional. Puebla debía ser ejemplo nacional de buen gobierno para demostrar que cuando hay disciplina, orden, objetivos claros y trabajo, podemos ser punta de lanza internacional. Le hacíamos la broma de que si Puebla hubiese tenido playa, él la hubiera convertido en la Costa Azul Francesa.

Hoy que escribo estas líneas, 7 de enero, en el Comité Nacional del PAN se les rinde homenaje luctuoso. Para mí es doble luto hoy. Se fueron mis amigos y se cumplen 31 años desde que mamá también se fue.

Pierde el PAN pero también pierde México. Siempre estaré agradecida por sus enseñanzas, su cariño y su confianza. Descansen su sueño eterno en paz.

En paz

Nada es para siempre. El presente impera para que el futuro viva cimentado en lo que está en el pasado. Dos semanas estuve lejos de ti, lectora, lector querido. Días de abrevar del amor de los lazos de sangre, de recargar energía en la fuente de los gestos y facciones que aparecen como flashazos cuando uno se ve reflejado en otras caras, otras voces, otros seres que, por lo demás, comparten genes, ergo, vida con nosotros.

Días de buscar armonía y reflexionar sobre el año que comienza. Así debieron ser pero en nuestra familia del ámbito político fue lo contrario. Se vivieron momentos muy tristes, de gran pena.

El 24 de diciembre por la tarde muchos lloramos con profunda tristeza la pérdida de dos amigos; Rafa y Martha Erika Moreno Valle-Alonso, así como de ambos pilotos y de Balta, el eterno, leal y discreto asistente de Rafael. Se fueron justo el día en que el Niño Dios llega a la tierra, como dicta nuestra fe cristiana. Me gusta creer que los acunó antes de recibirlos en su gloria.

Martha Erika fue una mujer sensible, generosa, de sonrisa fácil, presta siempre para ayudar a quien lo necesitara. Propuso para su gabinete crear la Secretaría de la Mujer, buscar la paridad en el gabinete y la igualdad sustantiva entre hombres y mujeres en el gobierno. A la vez, habíamos platicado varios proyectos para garantizar a las niñas y niños una vida más justa y feliz en una entidad respetuosa de los derechos humanos. La infancia siempre fue su principal prioridad. Adoptó 4 hijos, de quienes estaba muy orgullosa. Otra prioridad para ella fue la seguridad de sus conciudadanos. Dijo alto y bajito que acabaría con el huachicoleo y, firme como era, no tengo la menor duda que así hubiese sido.

Rafael era muy dedicado en su trabajo. Intenso, directo, obsesionado con la modernización de Puebla, a la cual dedicó muchos años de su vida, sin fines de semana, vacaciones o prioridad alguna adicional. Puebla debía ser ejemplo nacional de buen gobierno para demostrar que cuando hay disciplina, orden, objetivos claros y trabajo, podemos ser punta de lanza internacional. Le hacíamos la broma de que si Puebla hubiese tenido playa, él la hubiera convertido en la Costa Azul Francesa.

Hoy que escribo estas líneas, 7 de enero, en el Comité Nacional del PAN se les rinde homenaje luctuoso. Para mí es doble luto hoy. Se fueron mis amigos y se cumplen 31 años desde que mamá también se fue.

Pierde el PAN pero también pierde México. Siempre estaré agradecida por sus enseñanzas, su cariño y su confianza. Descansen su sueño eterno en paz.