/ lunes 9 de septiembre de 2019

NADA PERSONAL

Cosas de la vida

No cabe duda que el cinismo es la carta de presentación del presidente municipal de Chiautempan, Héctor Domínguez Rugerio.

Si no es así, entonces cómo interpretar la pésima declaración que hizo en entrevista colectiva con diferentes medios de comunicación, en la que a pregunta expresa sobre la desatada inseguridad y violencia en el municipio que dice gobernar, tuvo la puntada de decir que lo que ahí ocurre “son cosas que suceden en la vida diaria”.

Héctor Domínguez fue abordado tras encabezar el izamiento de la bandera en la Plaza de la Constitución de la capital tlaxcalteca como parte de los festejos septembrinos, acto al que acudió con integrantes del Cabildo y sus subordinados.

Ahí, también manifestó que investigar la aparición de una manta con amenazantes mensajes hacia policías para extorsionar a comerciantes “no nos compete a nosotros como autoridad municipal”.

Si bien en eso tiene toda la razón, pues indagar los delitos es un tema exclusivo de la Procuraduría General de Justicia del Estado, no por ello debe evadir su responsabilidad como alcalde, sobre todo si tomamos en cuenta el deficiente papel que en materia de seguridad y prevención del delito ha tenido la policía municipal y su director, Raymundo Fragoso Muñoz.

Como ejemplo basta recordar que en el doble homicidio del 14 de julio en el tianguis dominical, efectivos chiautempenses presumieron la detención de dos individuos, pero horas después uno fue puesto en libertad al ser confundido y el otro comprobó que no disparó el arma asesina.

Tal vez a la visión de que la violencia es algo normal y la gente debería acostumbrarse se debe que el alcalde Héctor Domínguez no hizo nada al enterarse en diciembre pasado que dos de sus policías abusaron sexualmente de una menor de 15 años de edad en la Unidad Santa Cruz de Chiautempan.

¿También será normal para el alcalde que sus hermanos Carlos y Esmeralda Domínguez se beneficien económicamente de la administración pública al convertirse en los principales proveedores de sus eventos masivos, como ocurrió en la edición pasada de la feria? ¿O que el Juzgado Municipal y la Dirección de Seguridad Pública estén envueltos en actos de corrupción? ¿O que vea incrementada su fortuna y compre propiedades en zonas del Centro de Chiautempan para instalar nuevos comercios? Etcétera, etcétera y más etcétera.

Por cierto, ya que hablamos de nuevas propiedades, se sabe que a Héctor Domínguez le espera un nuevo escándalo debido a que en días pasados inició la construcción de un rastro particular en terrenos ubicados en el ejido “Tepetlapa”, sobre la calle 16 de Septiembre, lugar administrado por ejidatarios de Tlaltelulco, pero él ordenó a sus subordinados liberar permisos de Chiautempan.

Los campesinos ya protestaron y además de pretender pararle la obra, ya lo citaron a comparecer para que el próximo miércoles 11 de septiembre aclare esa situación.

moisoltlax33@gmail.com

Cosas de la vida

No cabe duda que el cinismo es la carta de presentación del presidente municipal de Chiautempan, Héctor Domínguez Rugerio.

Si no es así, entonces cómo interpretar la pésima declaración que hizo en entrevista colectiva con diferentes medios de comunicación, en la que a pregunta expresa sobre la desatada inseguridad y violencia en el municipio que dice gobernar, tuvo la puntada de decir que lo que ahí ocurre “son cosas que suceden en la vida diaria”.

Héctor Domínguez fue abordado tras encabezar el izamiento de la bandera en la Plaza de la Constitución de la capital tlaxcalteca como parte de los festejos septembrinos, acto al que acudió con integrantes del Cabildo y sus subordinados.

Ahí, también manifestó que investigar la aparición de una manta con amenazantes mensajes hacia policías para extorsionar a comerciantes “no nos compete a nosotros como autoridad municipal”.

Si bien en eso tiene toda la razón, pues indagar los delitos es un tema exclusivo de la Procuraduría General de Justicia del Estado, no por ello debe evadir su responsabilidad como alcalde, sobre todo si tomamos en cuenta el deficiente papel que en materia de seguridad y prevención del delito ha tenido la policía municipal y su director, Raymundo Fragoso Muñoz.

Como ejemplo basta recordar que en el doble homicidio del 14 de julio en el tianguis dominical, efectivos chiautempenses presumieron la detención de dos individuos, pero horas después uno fue puesto en libertad al ser confundido y el otro comprobó que no disparó el arma asesina.

Tal vez a la visión de que la violencia es algo normal y la gente debería acostumbrarse se debe que el alcalde Héctor Domínguez no hizo nada al enterarse en diciembre pasado que dos de sus policías abusaron sexualmente de una menor de 15 años de edad en la Unidad Santa Cruz de Chiautempan.

¿También será normal para el alcalde que sus hermanos Carlos y Esmeralda Domínguez se beneficien económicamente de la administración pública al convertirse en los principales proveedores de sus eventos masivos, como ocurrió en la edición pasada de la feria? ¿O que el Juzgado Municipal y la Dirección de Seguridad Pública estén envueltos en actos de corrupción? ¿O que vea incrementada su fortuna y compre propiedades en zonas del Centro de Chiautempan para instalar nuevos comercios? Etcétera, etcétera y más etcétera.

Por cierto, ya que hablamos de nuevas propiedades, se sabe que a Héctor Domínguez le espera un nuevo escándalo debido a que en días pasados inició la construcción de un rastro particular en terrenos ubicados en el ejido “Tepetlapa”, sobre la calle 16 de Septiembre, lugar administrado por ejidatarios de Tlaltelulco, pero él ordenó a sus subordinados liberar permisos de Chiautempan.

Los campesinos ya protestaron y además de pretender pararle la obra, ya lo citaron a comparecer para que el próximo miércoles 11 de septiembre aclare esa situación.

moisoltlax33@gmail.com