/ lunes 14 de septiembre de 2020

Nada Personal | Calmados

En política, como en el beisbol, “esto no se acaba hasta que se acaba”.

Y aunque muchos “suspirantes” han echado ‘las campanas al vuelo’ y ya se sienten con un pie dentro de Palacio de Gobierno, en el Congreso -federal o local- o en una alcaldía, lo cierto es que, hasta hoy, ni precandidatos son.

Lo más sorprendente es que la gran mayoría de aspirantes presumen experiencia, pero en la práctica ninguno la demuestra y olvidan cosas tan esenciales como el cumplimiento de la legislación electoral.

Ejemplos sobran, pero para no ir lejos ahí está Juan Carlos Sánchez García, autonombrado como “Saga”, quien ya fue objeto de medidas cautelares por el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, tras recibir una queja, ante sus evidentes actos anticipados de campaña en redes sociales, lo que generó un inmediato deslinde por parte del PAN y una notoria ruptura.

Por el mismo camino va la originaria de Huamantla y avecindada en Puebla, Dulce María Silva Hernández, al ordenar colocar anuncios espectaculares en varios puntos de Tlaxcala para promocionar su imagen con el pretexto de una entrevista que destaca su carrera empresarial. Lo incongruente es que la abierta aspirante a la gubernatura se promociona hasta en el municipio que la vio nacer y ¿pues no que allá todos la conocen? En fin.

Especialistas avizoran que en “la elección más grande de la historia”, muchos cargos no se ganarán solo en las urnas, sino también en los tribunales electorales, de ahí la importancia de respetar desde hoy todo lo que marca la ley, pero por lo visto en esos equipos de campaña no hay nadie que le abra los ojos a sus asesorados y les digan lo que pueden y lo que no deben hacer.

COQUETEOS

Aunque la gran mayoría de “suspirantes” se forman en la larga fila del partido de moda –Morena- para pelear por una candidatura, dejan de lado que el coqueteo apenas empieza.

Es decir, ante eventuales alianzas no todos los cargos serían para candidatos de Morena, sino otros para el PT y PVEM, lo mismo en la alianza que se comienza a configurar entre el PRI-PAN-PRD.

La muestra más clara de que “del plato a la boca se cae la sopa” está en la negación que hizo el INE del registro como partidos políticos a las organizaciones civiles Redes Sociales Progresistas y México Libre, cuyos impulsores a nivel local ya se “relamían” los bigotes y frotaban los manos para apropiarse de las candidaturas ‘pluris’ y ofrecer al mejor postor las de mayoría.

Políticos con experiencia visualizan que al existir alianzas y estar en juego 15 gubernaturas, Morena tendrá que ceder al menos tres al PT y dos al PVEM. La pregunta en Tlaxcala sería si esos partidos tienen a algún candidato posicionado para otorgarle esa nominación.

Y como “esto no se acaba hasta que se acaba”, habrá que estar atentos a lo que se configure en las semanas y meses por venir.

En política, como en el beisbol, “esto no se acaba hasta que se acaba”.

Y aunque muchos “suspirantes” han echado ‘las campanas al vuelo’ y ya se sienten con un pie dentro de Palacio de Gobierno, en el Congreso -federal o local- o en una alcaldía, lo cierto es que, hasta hoy, ni precandidatos son.

Lo más sorprendente es que la gran mayoría de aspirantes presumen experiencia, pero en la práctica ninguno la demuestra y olvidan cosas tan esenciales como el cumplimiento de la legislación electoral.

Ejemplos sobran, pero para no ir lejos ahí está Juan Carlos Sánchez García, autonombrado como “Saga”, quien ya fue objeto de medidas cautelares por el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones, tras recibir una queja, ante sus evidentes actos anticipados de campaña en redes sociales, lo que generó un inmediato deslinde por parte del PAN y una notoria ruptura.

Por el mismo camino va la originaria de Huamantla y avecindada en Puebla, Dulce María Silva Hernández, al ordenar colocar anuncios espectaculares en varios puntos de Tlaxcala para promocionar su imagen con el pretexto de una entrevista que destaca su carrera empresarial. Lo incongruente es que la abierta aspirante a la gubernatura se promociona hasta en el municipio que la vio nacer y ¿pues no que allá todos la conocen? En fin.

Especialistas avizoran que en “la elección más grande de la historia”, muchos cargos no se ganarán solo en las urnas, sino también en los tribunales electorales, de ahí la importancia de respetar desde hoy todo lo que marca la ley, pero por lo visto en esos equipos de campaña no hay nadie que le abra los ojos a sus asesorados y les digan lo que pueden y lo que no deben hacer.

COQUETEOS

Aunque la gran mayoría de “suspirantes” se forman en la larga fila del partido de moda –Morena- para pelear por una candidatura, dejan de lado que el coqueteo apenas empieza.

Es decir, ante eventuales alianzas no todos los cargos serían para candidatos de Morena, sino otros para el PT y PVEM, lo mismo en la alianza que se comienza a configurar entre el PRI-PAN-PRD.

La muestra más clara de que “del plato a la boca se cae la sopa” está en la negación que hizo el INE del registro como partidos políticos a las organizaciones civiles Redes Sociales Progresistas y México Libre, cuyos impulsores a nivel local ya se “relamían” los bigotes y frotaban los manos para apropiarse de las candidaturas ‘pluris’ y ofrecer al mejor postor las de mayoría.

Políticos con experiencia visualizan que al existir alianzas y estar en juego 15 gubernaturas, Morena tendrá que ceder al menos tres al PT y dos al PVEM. La pregunta en Tlaxcala sería si esos partidos tienen a algún candidato posicionado para otorgarle esa nominación.

Y como “esto no se acaba hasta que se acaba”, habrá que estar atentos a lo que se configure en las semanas y meses por venir.