Conozco varias personas para quienes el uso y consumo de la mariguana, con fines medicinales y lúdicos, forma parte de su vida.
Algunos han encontrado en la “yerba verde” un elemento importante (incluso por encima de la medicina) para sanar dolores corporales, sobre todo aquellos que están en una etapa terminal de vida.
Otros la consumen por el puro gusto, como fumar cualquier cigarrillo.
Evidentemente no es sencillo conseguirla, así que deben tener proveedores que satisfacen sus necesidades en forma diaria, semanal o mensual.
Otros, de plano, terminan por sembrarla en macetas en el interior de sus domicilios para primero evitar problemas con la justicia y, segundo, tenerla siempre a la mano.
Por eso es un tema que no debería asustar a las autoridades, pues la cannabis, según estudios académicos y científicos, no produce una afectación a la salud lo suficientemente grave -comparada con otras sustancias nocivas- como para justificar su prohibición absoluta.
En el ámbito nacional, precisamente en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, el tema ya está en puerta y saldrá en los próximos días por mandato de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tras poco más de medio año de espera en comisiones.
Tlaxcala pudo haber sido pionero en este asunto. El Congreso –controlado por Movimiento Regeneración Nacional- lo planteó en la agenda de trabajo de su primer año legislativo, aunque al final no prosperó.
Pero en el Senado ya es una realidad y los congresistas deberán regular el uso lúdico a más tardar el 30 de mayo.
En 2018, la Corte declaró inconstitucional, en la Ley General de Salud, la prohibición del cannabis para uso personal por considerar que era violatoria del derecho al libre desarrollo de la personalidad.
Así que ahora, ya “planchada” la ley, la autoridad dará los permisos y licencias para autorizar el uso lúdico, médico, de investigación e industrialización a mayores de 18 años, asociaciones, investigadores e industriales.
Pero no solo eso, la autoridad tendrá impacto en toda la cadena productiva, incluyendo las actividades de siembra, cosecha, almacenamiento, distribución, comercio, etiquetado, importación, patrocinio, y consumo.
El Senado permitirá la posesión y traslado de hasta 28 gramos con el argumento de que se trata de una “cantidad prudente”, pero eso sí, advierte que la portación de hasta 200 gramos -sin licencia- se castigará con multas de hasta 10 mil 500 pesos.
El tema suena más que interesante, pero tampoco hay que pensar que la legalización impactará al hampa en su economía, pues las finanzas de esos grupos están sostenidas en la comercialización, a gran escala, de la cocaína y las drogas sintéticas como el “cristal”, lo de moda.
Tlaxcala no tendría por qué preocuparse por la nueva disposición pues creer que, a partir de ello, aquí habrá grandes sembradíos, se antoja imposible.
En la entidad los aseguramientos de yerba son mínimos, aunque sí muchos consumidores de 'mota' son detenidos y encarcelados por fumarse un 'churro' en la vía pública.
Ya era tiempo de romper el tabú.
México –y ese es uno de los principales argumentos de los congresistas- tampoco es el gran consumidor de “mota”, pues la gran mayoría que se produce llega a Estados Unidos de Norteamérica y Europa.
Eso sí, la legalización ayudará en mucho, no solo a los “amantes de la yerba” sino a los enfermos y, al mismo tiempo, evitará la presencia de más narcomenudistas en Tlaxcala. Al tiempo.
EPÍLOGO
1.- REAJUSTE… Con la muerte del exdiputado Alberto Amaro Corona, el Partido de la Revolución Democrática perdió también a su “principal carta” para la dirigencia estatal.
Su nombramiento ya estaba más que apalabrado, así que ahora tendrán que hacer un nuevo ajuste en sus estructuras para hallar a la persona que concilie y sea apoyada por las llamadas “tribus”. Ya veremos.
Hasta el próximo martes
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