/ viernes 3 de septiembre de 2021

¡Y sucedió el relevo!...

Este relevo estatal arriba con un mandato imperativo de obligatoriedad moral, que aunque no “vincula”, si conduce e impone en lo ético y en lo moral. Aunque para muchos la moral siga siendo “un árbol que da moras”.

Mayúscula responsabilidad pesa ahora en los hombros de la nueva Ejecutiva; “no mentir, no robar, no traicionar”. Habrá que exterminar la corrupción. Este es el gran problema, porque está enraizado en todos los niveles. Para muestra, julio y agosto fueron meses de engorda para el Registro Civil y del Registro Público, la venta de información estuvo al mejor postor, las cuentas bancarias engrosaron. Aunque no haya marcha, ya se logró un ilegal “pago de marcha”.

Con esta muestra, “ya no abran el huacal”. En los municipios se llenarían denuncias y denuncias con tanta corrupción que se produjo en estos meses. Los diputados vivieron en pelea continua, a la busca de “moches”, del “tráfico de influencias”, jugando a los trapecistas. Se fueron “maiciaditos” y contentos. La impartición de justicia, en ella hay corrupción permanente, todos, salvo honrosas excepciones, desde arriba hasta abajo medran, lucran, roban, cohechan, trafican. Los de arriba “nunca ven”, pero siempre declaran que “no hay corrupción”.

El mensaje de asunción es esperanzador. Se adoptó el compromiso de apegarse al guion federal, para obtener resultados que no defrauden al ciudadano y si erradiquen la pobreza, la corrupción, la injusticia, la inseguridad, la insalubridad. El equipo de trabajo designado es variopinto, parecería pago de cuotas. La inclusión de quienes, siendo ex, asistieron, declararon y pareciera que están representados.

Pero mantener un proceder ético y moral, honesto, no será como obediencia a un discurso sino por convicción de cada cual. No miro como los designados portan o están convencidos de tales principios que se pregonan. Pero como proceden del cansado sistema político, educativo y social, llevan el germen de la corrupción en su interior. MORENA tiene poco de haber sido fundada. Pregona principios que cuando menos los diputados que salieron, nunca siguieron, al contrario, no hallaban de donde cobrar moches o enriquecerse.

Que decepción tan grande y que tristeza que uno de ellos declaró que recomendaba a los entrantes que atendieran el problema de la trata de personas que ellos desdeñaron. Pero no hay más, solo se dispone de los cuadros sociales, herencia del pripanperredismo, hoy con cambio de camiseta. Llegan con el estigma de un apellido o de un antecedente, con el desiderátum que deberán cumplir lo que la jefa se ha comprometido.

La limpieza en los actos de entrada y de salida y la revisión de los patrimonios que hay y los que habrá, la comprobación de gastos, las auditorias y el oportuno castigo serán garantía de que se actúe con corrección. Acatar los ideales y desdeñar conveniencias no es materia de mandato. La honestidad no se produce en jardineras o bulevares. Es materia de convicción que o se adquiere en el hogar, en las aulas o de propia convicción.

Porque los partidos políticos no tienen escuelas de capacitación. Han menospreciado este aspecto de la formación militante. Pero quien pregona desde la cúspide debe ser permanente ejemplo de congruencia entre lo que se dice y lo que se hace. Unas cuantas líneas, pero que difícil de convertirlas en realidad. De los cursos informativos muy poco espero, serán “vacaciones y materia de burla” para los amañados.

De entrada, hay dos asignaciones notariales que llevan el sello del contubernio, por la procedencia de los personajes beneficiados. En cambio, quien procurará justicia es una persona honesta, incorruptible y preparada. Muchos no pasarán la prueba y en breve habrán de marcharse. Por de pronto, vía televisiva atestiguamos un mensaje esperanzador. En el horizonte no aparece que la mandataria estatal tenga tutor.

Llega con una increíble votación, después de una larga lucha social, electoral y contra el sistema. Pero es una gladiadora en la que el pueblo ha fincado sus ilusiones. Los retos como la limpieza en los municipios, en la burocracia, entre los legisladores, la trata de personas, la inseguridad, la corrupción, la pobreza, entre otros son sus enemigos a vencer. Somos famosos en el mundo a causa de la industria de la prostitución. Esperamos que los dramas de los ladrones municipales que salen huyendo. Pobres ayer, ricos hoy, los atienda la justicia y los que llegan procedan distinto. Ya no toleremos el latrocinio, la corrupción ni la injusticia.