Memoria de papel | Recuerdo del “negro amanecer” pervive a 13 años de la tragedia de San Martín Texmelucan, Puebla

La mañana del lunes 20 de diciembre de 2010 un trágico hecho fue dado a conocer a ocho columnas por El Diario de los Tlaxcaltecas intitulado: “Negro amanecer”. Se trata de la explosión de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que se registró en el municipio de San Martín Texmelucan, en el vecino estado de Puebla que a 13 años pervive en el recuerdo.

Los límites territoriales no importaron al ser los cuerpos de emergencia de Tlaxcala los primeros en arribar para atender una de las desgracias de mayor alcance de la historia moderna.

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El fatídico hecho ocurrido en la madrugada del 19 de diciembre fue relatado de la siguiente manera: “No fue un sueño, San Martín Texmelucan amaneció en llamas. A las 05:30 horas un derrame de combustible provocado por la “ordeña” de los ductos de Pemex convirtió en un infierno a la calle 11 de Noviembre y bulevar San Damián, de la colonia La Cruz”.

En la Memoria de Papel quedó el rastro de las imágenes de la adversidad que dejó como saldo fatal oficial: 28 muertos, uno originario de la entidad tlaxcalteca, así como 52 personas más heridas.

Además, en la zona quedaron 52 viviendas con pérdida total y por lo menos 20 vehículos convertidos en chatarra al verse envueltos en llamas y ser reducidos a cenizas.

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DESGRACIA DE AMPLIA MAGNITUD

La calma y tranquilidad se rompió en Texmelucan, el manto de humo negro que cubrió todo el municipio poblano y zonas circunvecinas pertenecientes a la entidad tlaxcalteca anunciaban la tragedia.

El estruendo de los ductos despertó a las familias que habitaban en la zona, el desconcierto que provocó este hecho los obligó a salir de sus hogares y enfrentarse a la desgracia que los rodeaba, en las calles donde brotaba prácticamente fuego.

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Una explosión en dos ductos de Pemex, provocada presuntamente por un robo clandestino de combustible, ocasionó un incendio de grandes magnitudes a varios kilómetros a la redonda de San Martín Texmelucan, Puebla, en los límites con Tlaxcala.

Ante la explosión las familias de la zona fueron evacuadas a los municipios de Ixtacuixtla y Tepetitla de Lardizábal, en la que se reunieron cuerpos de rescate de los estados de México, Puebla y Tlaxcala, quienes duraron varias horas para atender la tragedia.

Hace 13 años, El Sol de Tlaxcala fue el primer medio de comunicación que acudió al sitio ubicado en calle 11 de Noviembre y bulevar San Damián, de la colonia La Cruz, del municipio de Texmelucan.

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Las imágenes captadas mostraban desolación, cuerpos de personas sin vida que fueron sorprendidas durante la explosión, una de las gráficas que quedó plasmada en este Diario y que causó conmoción entre la gente fue la de un hombre calcinado que cubría el cuerpo de un bebé en su afán de salvarlo.

La caída de dos torres a causa de la explosión provocó el corte de la energía eléctrica y que las llamas alcanzaran hasta los 20 metros de altura en las viviendas y la carretera, la detonación se sintió a varios kilómetros a la redonda.

Hace 13 años María N., narró que “al ver lo sucedido intentamos salvarnos, corrimos en busca de un lugar seguro, pero no todos tuvieron la oportunidad de hacerlo; en muchas casas el fuego se los impidió porque bloqueó sus accesos y otros todavía dormían”.

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Para evitar una desgracia mayor de las viviendas fueron retirados cientos de tanques de gas doméstico, a fin de evitar nuevas explosiones.

El temor se volvió a vivir en la comunidad de San Damián, pues alrededor de las 09:30 horas explotaron cinco registros de drenaje debido a la acumulación de material y producto de la fuga de combustible.

A casi dos décadas del hecho en el lugar ya no quedan rastros visibles de la explosión, el número de viviendas ha incrementado y la zona siniestrada por el fuego ahora luce reverdecida y dos torres por las que pasan cables de alto voltaje fueron restauradas.

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Pero el recuerdo entre los habitantes que vivieron la desgracia se mantiene como si “hubiera sido ayer”, contó Ascensión Mena, de oficio albañil que narró la triste experiencia que aquel día enfrentó.

Afortunadamente -sostiene- él no perdió a ningún integrante de su familia, pero le tocó ver cómo vecinos perdieron la vida, los esfuerzos de los cuerpos de rescate para atender a los heridos y en días adyacentes ayudar en las labores de rescate.

Ascensión Mena decidió junto con su familia dejar su casa por unos días y refugiarse en la comunidad de Xocoyucan, Ixtacuixtla, de donde es originario, pero con más de 25 años de habitar en el municipio poblano.

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DESGRACIA DE MAGNITUD NACIONAL

La explosión fue de alcance nacional al grado de que el entonces Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, acudió al municipio para dar personalmente el pésame a las familias de los afectados y destacó el esfuerzo de los 125 elementos de las Zonas Militares 23 y 25 que participaron en apoyo a los habitantes.

En el Complejo Cultural de Texmelucan, que fue habilitado como albergue para los damnificados, Felipe Calderón y Margarita Zavala escucharon los desgarradores testimonios. El entonces jefe del Ejecutivo más tarde se trasladó a la zona de desastre para supervisar las acciones de atención a heridos y damnificados.

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También recorrió el Hospital de Texmelucan donde sostuvo encuentro con heridos y sus familiares, también instruyó en dotar de cobijo y alimentación a las personas afectadas, después de escuchar sus peticiones.

Ante la magnitud del hecho, la instrucción a autoridades federales, estatales y locales en materia de seguridad fue mantenerse vigilantes en las calles, con el objetivo de proteger los bienes de las familias que habitaban en la zona, hasta que el área estuviera segura para que regresaran a sus viviendas.

TLAXCALA TUVO UN PAPEL IMPORTANTE

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Paramédicos de la Cruz Roja de Tlaxcala y Nopalucan, así como de Rescate Briasa de Tlaxcala y Tepetitla trasladaron a decenas de lesionados al Hospital Integral de Texmelucan, quienes presentaban quemaduras de primero, segundo y tercer grado.

Además, en el Hospital General de Tlaxcala fueron internados 17 heridos, tres de ellos en condiciones graves de salud.

Derivado de la incertidumbre que se generó y el miedo, cientos de personas decidieron abandonar sus viviendas para mantener a salvo a sus familias, en las primeras horas de ese 19 de diciembre de 2010 no alcanzaban a comprender qué era lo que sucedía, por lo que se pudo observar a familias caminando a un costado de la autopista Tlaxcala-San Martín con dirección a municipios de Tlaxcala.

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Y es que en el afluente del Río Atoyac también se observaba el fuego, debido a que ahí se regó el material combustible que presuntamente pretendía ser robado, por lo que personal de la paraestatal Pemex montó un operativo para garantizar que no se registraran más explosiones.

Por este hecho, tres municipios de Tlaxcala fueron afectados por la fuga de petróleo, lo que provocó contaminación en canales de riego de Ixtacuixtla, Nativitas y Tepetitla, por lo que las autoridades recomendaron no prender fuego hasta controlar la contaminación en la zona.

Además, fue reconocido que en Tlaxcala si existía ordeña clandestina de ductos, por lo que había zonas de alto riesgo como Nativitas y San Pablo del Monte.

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SENTIDO ADIÓS A TLAXCALTECA VÍCTIMA DE LA TRAGEDIA

Entre las víctimas mortales de la explosión se encontraba Mariano León Olvera, de 68 años de edad, originario de San José Tetel, Apizaco, quien era residente del municipio poblano y que fue sorprendido por la tragedia. El pensionado ferrocarrilero fue despedido por amigos y familiares en un sentido sepelio entre el desconcierto y el coraje por la tragedia provocada por el robo de hidrocarburo.

La muerte del tlaxcalteca dejó impactados a sus familiares, al morir calcinado junto a una ventana en su afán de abandonar su vivienda, dejó a su esposa y tres hijos quienes se salvaron de perder la vida al acudir a visitar a unos familiares en Tetel.

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Campesinos se vieron afectados por la contaminación en los canales de riego. Limpieza de zonas afectadas en Tlaxcala tuvo un costo aproximado de 100 millones de pesos.

En Tlaxcala, el entonces gobernados Héctor Israel Ortiz Ortiz, contrató una empresa veracruzana para determinar los daños ambientales originados por la explosión en Texmelucan.