/ martes 24 de abril de 2018

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

Y el ganador fue…

Andrés Manuel vestido de rey camina sobre alfombra roja, corona puesta, cetro en mano y se asoma el pie de Anaya pisando la capa y deteniéndolo. Esa caricatura genial de Paco Calderón lo dice todo.

Ricardo Anaya sin duda ganó el debate por su claridad, preparación y potencia. En todas las encuestas se reconoció en Ricardo al ganador indiscutible. Desmantelar y no solo descabezar a las bandas criminales, evitar la entrada de armas, prohibir uso de efectivo en transacciones gubernamentales, dar cárcel y muerte civil a corruptos, que se pueda juzgar al presidente aun en funciones y que eso lo hagan fiscales general y anticorrupción plenamente independientes en el marco de instituciones y no de sondeos a mano levantada como propone el AMLO, son planteamientos alcanzables y no solo deseables, que nos alientan a que sí se pueden combatir corrupción e impunidad en el marco de una sociedad en paz. De lo económico ni hablemos. En los gobiernos panistas siempre la economía y la generación de empleo han sido destacadas.

Dijo ya saben quien: “me echaron montón” (¡Ji Ji! Me recordó a Labastida acusando que Fox le había dicho mariquita). Pues ¡claro! Es el rol de quien puntea las encuestas. Habló de aquél lejano tiempo cuando fue jefe de gobierno (2000-2005) y de cifras que fácilmente Ricardo Anaya revirtió con datos duros y con una foto inolvidable del casi millón de capitalinos que vestidos de blanco protestaron por el elevadísimo número de secuestros y a quienes por cierto, AMLO calificó de “pirrurris exigiendo paz”. Quedó clarísimo que AMLO vive en el pasado y que lo suyo… lo suyo es su discurso de hace 18 años que repite aun cuando el mundo, los ciudadanos y México cambiamos. En contexto, Facebook nació en 2004, twitter en 2006 y el iPhone en 2007, cuando aquél había ya perdido su primer intento de ser presidente. Ha estado tan ocupado siendo candidato que no ha tenido tiempo de modernizarse. Lo que sí ha cambiado son sus acompañantes. Ahora Bartlett será el paladín de la democracia, Elba Esther la modernizadora de la educación y Bejarano el cuidador de la transparencia. Ahí la dejo.

El gran perdedor del debate sin duda fue José Antonio Meade. A pesar de su honestidad, su capacidad y preparación, es y sigue siendo la cubeta de todos los pecados de este gobierno. Pobre Meade, tan lejos de la presidencia y tan cerca del presidente. Bueno, al menos ganó dos departamentos. A ver si esa promesa sí cumple AMLO.

El Bronco fue a salir en TV nacional, proponer que se deje a muchos mancos y a “ilustrar” al respetable que a las embarazadas en el norte del país se les dice “gordas”, defendiendo según él aquella declaración tan desafortunada y tan reveladora de quién es ese muchacho tan misógino y chistosito. Pobres Neoloneses.

Margarita lució apasionada, muy bien en el tema de seguridad, entendiendo que el público femenino es su objetivo electoral mas importante. En momentos se le vió nerviosa y creo, perdió la oportunidad de ser y expresar exactamente porqué se debería considerar una opción viable.

Gana Anaya, Pierde López. Ya nomás es de dos esta contienda. Quienes quieran un cambio en reversa, ahí está el mesías tropical, quienes queremos ver al país triunfador, moderno, próspero y en paz, no tenemos duda; el siguiente presidente de México se llama Ricardo Anaya Cortés.

Y el ganador fue…

Andrés Manuel vestido de rey camina sobre alfombra roja, corona puesta, cetro en mano y se asoma el pie de Anaya pisando la capa y deteniéndolo. Esa caricatura genial de Paco Calderón lo dice todo.

Ricardo Anaya sin duda ganó el debate por su claridad, preparación y potencia. En todas las encuestas se reconoció en Ricardo al ganador indiscutible. Desmantelar y no solo descabezar a las bandas criminales, evitar la entrada de armas, prohibir uso de efectivo en transacciones gubernamentales, dar cárcel y muerte civil a corruptos, que se pueda juzgar al presidente aun en funciones y que eso lo hagan fiscales general y anticorrupción plenamente independientes en el marco de instituciones y no de sondeos a mano levantada como propone el AMLO, son planteamientos alcanzables y no solo deseables, que nos alientan a que sí se pueden combatir corrupción e impunidad en el marco de una sociedad en paz. De lo económico ni hablemos. En los gobiernos panistas siempre la economía y la generación de empleo han sido destacadas.

Dijo ya saben quien: “me echaron montón” (¡Ji Ji! Me recordó a Labastida acusando que Fox le había dicho mariquita). Pues ¡claro! Es el rol de quien puntea las encuestas. Habló de aquél lejano tiempo cuando fue jefe de gobierno (2000-2005) y de cifras que fácilmente Ricardo Anaya revirtió con datos duros y con una foto inolvidable del casi millón de capitalinos que vestidos de blanco protestaron por el elevadísimo número de secuestros y a quienes por cierto, AMLO calificó de “pirrurris exigiendo paz”. Quedó clarísimo que AMLO vive en el pasado y que lo suyo… lo suyo es su discurso de hace 18 años que repite aun cuando el mundo, los ciudadanos y México cambiamos. En contexto, Facebook nació en 2004, twitter en 2006 y el iPhone en 2007, cuando aquél había ya perdido su primer intento de ser presidente. Ha estado tan ocupado siendo candidato que no ha tenido tiempo de modernizarse. Lo que sí ha cambiado son sus acompañantes. Ahora Bartlett será el paladín de la democracia, Elba Esther la modernizadora de la educación y Bejarano el cuidador de la transparencia. Ahí la dejo.

El gran perdedor del debate sin duda fue José Antonio Meade. A pesar de su honestidad, su capacidad y preparación, es y sigue siendo la cubeta de todos los pecados de este gobierno. Pobre Meade, tan lejos de la presidencia y tan cerca del presidente. Bueno, al menos ganó dos departamentos. A ver si esa promesa sí cumple AMLO.

El Bronco fue a salir en TV nacional, proponer que se deje a muchos mancos y a “ilustrar” al respetable que a las embarazadas en el norte del país se les dice “gordas”, defendiendo según él aquella declaración tan desafortunada y tan reveladora de quién es ese muchacho tan misógino y chistosito. Pobres Neoloneses.

Margarita lució apasionada, muy bien en el tema de seguridad, entendiendo que el público femenino es su objetivo electoral mas importante. En momentos se le vió nerviosa y creo, perdió la oportunidad de ser y expresar exactamente porqué se debería considerar una opción viable.

Gana Anaya, Pierde López. Ya nomás es de dos esta contienda. Quienes quieran un cambio en reversa, ahí está el mesías tropical, quienes queremos ver al país triunfador, moderno, próspero y en paz, no tenemos duda; el siguiente presidente de México se llama Ricardo Anaya Cortés.