/ martes 10 de julio de 2018

EL CRISTAL CON QUE SE MIRA

Techos de cristal

1955. La post guerra cambió a la sociedad. Muchas mujeres abrieron los ojos al lejano pero no imposible sueño de ser consideradas personas con los mismos derechos y obligaciones que los hombres. El 03 de julio de ese año inolvidable, las mujeres pudieron votar por vez primera en México. A partir de allí, primero unas cuantas, luego decenas a las que se sumaron cada vez más hasta ser cientos de miles, abrieron camino; quitaron piedras, nos enseñaron que los obstáculos se vencen.

Tlaxcala, como en muchos otros temas de participación social, puso ejemplo. Beatriz Paredes fue de ese pequeñísimo grupo de mujeres que por vez primera gobernaron sus estados. Se avanzó.

Luego muchos años y diferentes intentos de establecer cuotas que los hombres boicoteaban vez tras vez. La paridad finalmente llegó y tuve el honor como diputada federal de votar a favor.

En la vorágine que fue la elección del 2 de julio, sucedió algo inédito. Tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores la paridad será realidad. Mitad y mitad de escaños y curules. ¡Las acciones afirmativas dan fruto!

En el ámbito del ejecutivo, a las muchas que ganaron alcaldías se suma Martha Erika Alonso; una mujer que supo trabajar, que sembró con su eficacia, entrega, dedicación, constancia y sensibilidad su camino al triunfo, a quien nadie le regaló nada porque ha recorrido el estado por años desde la discreción y vocación de servicio ayudando a miles. Apareció como la única candidata a gobernadora y ganó.

Martha Erika será la primera mujer gobernadora de Puebla y lo será con 1’152,125 votos, la más votada de la historia de Puebla. Además, rompió el techo de cristal finamente para el PAN. Será la primera mujer Panista en alcanzar una gubernatura. Ella inspira confianza, palabrita difícil de conseguir por político alguno hoy día.

¡Enhorabuena! La sensibilidad femenina debe ponerse al servicio de quienes menos tienen. Como mujer me siento muy orgullosa de todas aquellas que estarán en la toma de decisiones de nuestro país. ¡Que sea por bien!


Techos de cristal

1955. La post guerra cambió a la sociedad. Muchas mujeres abrieron los ojos al lejano pero no imposible sueño de ser consideradas personas con los mismos derechos y obligaciones que los hombres. El 03 de julio de ese año inolvidable, las mujeres pudieron votar por vez primera en México. A partir de allí, primero unas cuantas, luego decenas a las que se sumaron cada vez más hasta ser cientos de miles, abrieron camino; quitaron piedras, nos enseñaron que los obstáculos se vencen.

Tlaxcala, como en muchos otros temas de participación social, puso ejemplo. Beatriz Paredes fue de ese pequeñísimo grupo de mujeres que por vez primera gobernaron sus estados. Se avanzó.

Luego muchos años y diferentes intentos de establecer cuotas que los hombres boicoteaban vez tras vez. La paridad finalmente llegó y tuve el honor como diputada federal de votar a favor.

En la vorágine que fue la elección del 2 de julio, sucedió algo inédito. Tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores la paridad será realidad. Mitad y mitad de escaños y curules. ¡Las acciones afirmativas dan fruto!

En el ámbito del ejecutivo, a las muchas que ganaron alcaldías se suma Martha Erika Alonso; una mujer que supo trabajar, que sembró con su eficacia, entrega, dedicación, constancia y sensibilidad su camino al triunfo, a quien nadie le regaló nada porque ha recorrido el estado por años desde la discreción y vocación de servicio ayudando a miles. Apareció como la única candidata a gobernadora y ganó.

Martha Erika será la primera mujer gobernadora de Puebla y lo será con 1’152,125 votos, la más votada de la historia de Puebla. Además, rompió el techo de cristal finamente para el PAN. Será la primera mujer Panista en alcanzar una gubernatura. Ella inspira confianza, palabrita difícil de conseguir por político alguno hoy día.

¡Enhorabuena! La sensibilidad femenina debe ponerse al servicio de quienes menos tienen. Como mujer me siento muy orgullosa de todas aquellas que estarán en la toma de decisiones de nuestro país. ¡Que sea por bien!