/ miércoles 7 de noviembre de 2018

CARAS Y MÁSCARAS

El mantenimiento del Sistema Cutzamala, un ejemplo

El 18 de septiembre pasado Antonio Juárez Trueba, director general de la Cuenca de Aguas Del Valle de México, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que, para garantizar la confiabilidad en el suministro de agua potable en el Valle de México, se daría mantenimiento a su infraestructura hidráulica, por lo que se llevarían a cabo los trabajos calendarizados para este año: del 20 al 23 de septiembre en el Ramal Tláhuac; del 2 al 5 de octubre en la Planta de Remoción de Fierro-Manganeso y del 31 de octubre al domingo 4 de noviembre en el Sistema Cutzamala.

En conferencia de prensa Juárez Trueba, Ramón Aguirre Díaz, director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y Alfredo Pérez Guzmán, encargado de la Vocalía Ejecutiva de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), coincidieron en que habría una afectación severa, pero necesaria para evitar daños mayores en el servicio de suministro de agua potable en la CDMX y el Edomex.

Específicamente, sobre los trabajos en el Sistema Cutzamala el martes 30 de octubre la Conagua advirtió que se daría mantenimiento a la planta potabilizadora de los Berros, de las 5:00 horas del miércoles 31 de octubre a las 5:00 horas del domingo 4 de noviembre, por lo que el 50 por ciento de la Ciudad de México y parte del Estado de México se quedarían sin suministro de agua durante ese período.

Tal medida afectaría directamente a 4.5 millones de personas que habitan en la capital del país y a 3.6 millones que viven en la entidad mexiquense, pero la Conagua argumentó que su ejecución es indispensable ya que permitirá más seguridad en la operación del sistema y un menor número de paros posibles para llevar a cabo trabajos correctivos en el futuro.

El diagnóstico riguroso y oportuno de la necesidad de dar mantenimiento preventivo y correctivo a los sistemas de suministro de agua potable, la planeación precisa de las obras y fechas correspondientes, así como el aviso pertinente dado por las autoridades respecto a las actividades por realizar y las medidas preventivas que la población afectada debería llevar a cabo, hacían previsible una ejecución eficaz de las acciones.

Conforme a lo planeado, con anticipación, organización y coordinación fueron puestas en marcha diversas medidas preventivas, entre las que destacó la invitación de las autoridades a la población para que almacenara y extremara el cuidado del agua durante los días de la contingencia.

El gobierno de la Ciudad de México instrumentó varias medidas para aminorar los efectos sociales y económicos a que la carencia de agua daría lugar: puso 930 pipas a disposición de los 4 millones de habitantes que sufrirían el corte en 13 alcaldías (delegaciones); habilitó 88 garzas para abastecer los tanques existentes y alrededor de 70 tinacos; instaló en espacios públicos 5 mil tinacos de 10 mil litros que serían rellenados varias veces para que los vecinos de distintas colonias pudieran abastecerse parcialmente. Los tinacos fueron custodiados por policías auxiliares para evitar disturbios y posibles robos.

Cabe destacar que el gobierno capitalino dio prioridad al abastecimiento de agua con pipas a escuelas, hospitales, asilos, comedores comunitarios, mercados, panteones y reclusorios.

Además, el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, anunció multas de 1 mil 692 a 2 mil 418 pesos o hasta 36 horas de arresto, de acuerdo a la Consejería de la CDMX, para quien desperdiciara el agua, así como sanciones para quien condicionara su entrega.

Puesto en marcha el proceso, el sábado 3 de noviembre la Conagua informó que los trabajos en el Sistema Cutzamala se retrasaron debido a la lluvia y a la difícil colocación de una pieza de aproximadamente tres metros de largo, 290 metros de diámetro y casi 10 toneladas de peso, la cual durante la noche intentaron colocar en cuatro ocasiones.

No obstante lo anterior, el domingo 4 de noviembre la Conagua anuncio que a las 5:45 horas quedaron concluidos los trabajos de mantenimiento y que poco después de las 8:00 am, se reinició el procedimiento para suministrar el agua en bloque al Estado de México y la Ciudad de México.

Ramón Aguirre, titular del Sistema de Aguas de la CDMX, pronosticó que sería hasta mañana jueves cuando se normalizara por completo la dotación de agua potable en los 12 municipios mexiquenses y las 13 alcaldías de la ciudad de México afectados por el corte del servicio.

El propio Aguirre reconoció el comportamiento ejemplar de la ciudadanía, que “ayudó a que el impacto de esta falta de funcionamiento del Sistema Cutzamala no se haya sentido tan fuerte”.

Reconoció que el desabasto no tuvo consecuencias indeseables debido al puente de Día de Muertos y a que muchos capitalinos salieron de la ciudad, “la gente almacenó agua, por lo que hubo un comportamiento que no habíamos visto en otros cortes que se habían presentado en el pasado”.

A su vez, Alfredo Pérez Guzmán, encargado de la Vocalía Ejecutiva de la CAEM, indicó en un comunicado, que el Estado de México también se mantuvo sin incidencias durante el tiempo del corte.

Pero, a pesar de que la Conagua anunció que el mantenimiento en el Sistema Cutzamala terminaría el sábado anterior, los trabajos fallaron y al parecer concluyeron ayer martes, por lo que prevé que el servicio se restablezca en su totalidad hasta el próximo sábado.

Es decir, el corte planeado de 72 horas será en realidad de casi 10 días, el más largo en la historia. Además, el organismo dejó pasar casi un día para informar del retraso en las obras, por lo que mucha gente ya utilizó sus reservas de líquido.

Agotadas sus reservas domésticas de agua, los habitantes de diversas colonias empezaron a los tinacos dispuestos en distintas plazas públicas para obtener el líquido, que transportan en garrafones y cubetas a sus domicilios.

A estas alturas, es de lamentarse que los imponderables, que nunca faltan, más en un plan de mantenimiento de la magnitud del que se comenta, pongan en riesgo, no sólo los resultados esperados, sino aún la tranquilidad con la que la población participó como usuaria, tranquilidad que pudiera estar en riesgo si no se cumplen las expectativas generadas por las autoridades.


El mantenimiento del Sistema Cutzamala, un ejemplo

El 18 de septiembre pasado Antonio Juárez Trueba, director general de la Cuenca de Aguas Del Valle de México, dependiente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), informó que, para garantizar la confiabilidad en el suministro de agua potable en el Valle de México, se daría mantenimiento a su infraestructura hidráulica, por lo que se llevarían a cabo los trabajos calendarizados para este año: del 20 al 23 de septiembre en el Ramal Tláhuac; del 2 al 5 de octubre en la Planta de Remoción de Fierro-Manganeso y del 31 de octubre al domingo 4 de noviembre en el Sistema Cutzamala.

En conferencia de prensa Juárez Trueba, Ramón Aguirre Díaz, director general del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y Alfredo Pérez Guzmán, encargado de la Vocalía Ejecutiva de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), coincidieron en que habría una afectación severa, pero necesaria para evitar daños mayores en el servicio de suministro de agua potable en la CDMX y el Edomex.

Específicamente, sobre los trabajos en el Sistema Cutzamala el martes 30 de octubre la Conagua advirtió que se daría mantenimiento a la planta potabilizadora de los Berros, de las 5:00 horas del miércoles 31 de octubre a las 5:00 horas del domingo 4 de noviembre, por lo que el 50 por ciento de la Ciudad de México y parte del Estado de México se quedarían sin suministro de agua durante ese período.

Tal medida afectaría directamente a 4.5 millones de personas que habitan en la capital del país y a 3.6 millones que viven en la entidad mexiquense, pero la Conagua argumentó que su ejecución es indispensable ya que permitirá más seguridad en la operación del sistema y un menor número de paros posibles para llevar a cabo trabajos correctivos en el futuro.

El diagnóstico riguroso y oportuno de la necesidad de dar mantenimiento preventivo y correctivo a los sistemas de suministro de agua potable, la planeación precisa de las obras y fechas correspondientes, así como el aviso pertinente dado por las autoridades respecto a las actividades por realizar y las medidas preventivas que la población afectada debería llevar a cabo, hacían previsible una ejecución eficaz de las acciones.

Conforme a lo planeado, con anticipación, organización y coordinación fueron puestas en marcha diversas medidas preventivas, entre las que destacó la invitación de las autoridades a la población para que almacenara y extremara el cuidado del agua durante los días de la contingencia.

El gobierno de la Ciudad de México instrumentó varias medidas para aminorar los efectos sociales y económicos a que la carencia de agua daría lugar: puso 930 pipas a disposición de los 4 millones de habitantes que sufrirían el corte en 13 alcaldías (delegaciones); habilitó 88 garzas para abastecer los tanques existentes y alrededor de 70 tinacos; instaló en espacios públicos 5 mil tinacos de 10 mil litros que serían rellenados varias veces para que los vecinos de distintas colonias pudieran abastecerse parcialmente. Los tinacos fueron custodiados por policías auxiliares para evitar disturbios y posibles robos.

Cabe destacar que el gobierno capitalino dio prioridad al abastecimiento de agua con pipas a escuelas, hospitales, asilos, comedores comunitarios, mercados, panteones y reclusorios.

Además, el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, anunció multas de 1 mil 692 a 2 mil 418 pesos o hasta 36 horas de arresto, de acuerdo a la Consejería de la CDMX, para quien desperdiciara el agua, así como sanciones para quien condicionara su entrega.

Puesto en marcha el proceso, el sábado 3 de noviembre la Conagua informó que los trabajos en el Sistema Cutzamala se retrasaron debido a la lluvia y a la difícil colocación de una pieza de aproximadamente tres metros de largo, 290 metros de diámetro y casi 10 toneladas de peso, la cual durante la noche intentaron colocar en cuatro ocasiones.

No obstante lo anterior, el domingo 4 de noviembre la Conagua anuncio que a las 5:45 horas quedaron concluidos los trabajos de mantenimiento y que poco después de las 8:00 am, se reinició el procedimiento para suministrar el agua en bloque al Estado de México y la Ciudad de México.

Ramón Aguirre, titular del Sistema de Aguas de la CDMX, pronosticó que sería hasta mañana jueves cuando se normalizara por completo la dotación de agua potable en los 12 municipios mexiquenses y las 13 alcaldías de la ciudad de México afectados por el corte del servicio.

El propio Aguirre reconoció el comportamiento ejemplar de la ciudadanía, que “ayudó a que el impacto de esta falta de funcionamiento del Sistema Cutzamala no se haya sentido tan fuerte”.

Reconoció que el desabasto no tuvo consecuencias indeseables debido al puente de Día de Muertos y a que muchos capitalinos salieron de la ciudad, “la gente almacenó agua, por lo que hubo un comportamiento que no habíamos visto en otros cortes que se habían presentado en el pasado”.

A su vez, Alfredo Pérez Guzmán, encargado de la Vocalía Ejecutiva de la CAEM, indicó en un comunicado, que el Estado de México también se mantuvo sin incidencias durante el tiempo del corte.

Pero, a pesar de que la Conagua anunció que el mantenimiento en el Sistema Cutzamala terminaría el sábado anterior, los trabajos fallaron y al parecer concluyeron ayer martes, por lo que prevé que el servicio se restablezca en su totalidad hasta el próximo sábado.

Es decir, el corte planeado de 72 horas será en realidad de casi 10 días, el más largo en la historia. Además, el organismo dejó pasar casi un día para informar del retraso en las obras, por lo que mucha gente ya utilizó sus reservas de líquido.

Agotadas sus reservas domésticas de agua, los habitantes de diversas colonias empezaron a los tinacos dispuestos en distintas plazas públicas para obtener el líquido, que transportan en garrafones y cubetas a sus domicilios.

A estas alturas, es de lamentarse que los imponderables, que nunca faltan, más en un plan de mantenimiento de la magnitud del que se comenta, pongan en riesgo, no sólo los resultados esperados, sino aún la tranquilidad con la que la población participó como usuaria, tranquilidad que pudiera estar en riesgo si no se cumplen las expectativas generadas por las autoridades.