/ martes 28 de noviembre de 2017

El cristal con que se mira

Y el dinosaurio… seguía ahí

Comenzó la danza del besamanos. Al más puro y arraigado estilo del viejo PRI, se especuló durante semanas quién sería El Bueno, El Tapado, El Líder del partidazo.

Momios fueron y vinieron. En tanto, el gobernador del Banco de México, uno de los economistas más reconocidos del mundo, Agustín Carstens, advertía sobre la inflación que crece más que en muchísimos años y que se erige como real amenaza para quienes apenas alcanzan el mínimo de supervivencia con un salario de miseria.

Veamos algunos datos 2012-2017:

Porcentaje de aumento de precios: Gasolina Magna 70.26 %, Premium 77.90 %; luz hogares 22 %, gas LP 61 %, kilo de huevo 150 %, precio del dólar 53 %, deuda pública 140 %. Todo ello mientras el salario mínimo hoy llega a 80.04 pesos al día con un “súper aumento” para el 2018 de 8 pesos con 32 centavos. Nadie en su sano juicio puede pensar que eso es equilibrio económico, mucho menos progreso para quien menos tiene.

En cuanto a lo que mucho se le criticó a Felipe Calderón, es decir el tema de seguridad, en este sexenio y particularmente este año, las desapariciones de personas fijaron récord con 32,000.

En nuestra entidad, según la asociación civil nacional Gestión Social y Cooperación, los resultados en desarrollo social son tales que no subimos del lugar 27 en al menos dos mediciones. Es la única entidad sin una Secretaría de Desarrollo Social; de los 13 programas de política social solo 2 aparecen en el Presupuesto de Egresos y ninguno tiene ni padrón de beneficiarios ni reglas de operación, mucho menos mediciones de eficacia o sistema de rendición de cuentas.

En los dos sexenios en que el PRI fue oposición, se atisbó una luz de democracia en sus sistemas de selección de candidatos. Hoy, volvió el viejo PRI con sus viejas prácticas y con nuevos actores. Cambiar todo para que no cambie nada.

¡Muera el rey, viva el rey!, se oye como eco del pasado; nomás falta que los mexicanos tengamos tan corta la memoria. Yo, sinceramente, creo que no.

Y el dinosaurio… seguía ahí

Comenzó la danza del besamanos. Al más puro y arraigado estilo del viejo PRI, se especuló durante semanas quién sería El Bueno, El Tapado, El Líder del partidazo.

Momios fueron y vinieron. En tanto, el gobernador del Banco de México, uno de los economistas más reconocidos del mundo, Agustín Carstens, advertía sobre la inflación que crece más que en muchísimos años y que se erige como real amenaza para quienes apenas alcanzan el mínimo de supervivencia con un salario de miseria.

Veamos algunos datos 2012-2017:

Porcentaje de aumento de precios: Gasolina Magna 70.26 %, Premium 77.90 %; luz hogares 22 %, gas LP 61 %, kilo de huevo 150 %, precio del dólar 53 %, deuda pública 140 %. Todo ello mientras el salario mínimo hoy llega a 80.04 pesos al día con un “súper aumento” para el 2018 de 8 pesos con 32 centavos. Nadie en su sano juicio puede pensar que eso es equilibrio económico, mucho menos progreso para quien menos tiene.

En cuanto a lo que mucho se le criticó a Felipe Calderón, es decir el tema de seguridad, en este sexenio y particularmente este año, las desapariciones de personas fijaron récord con 32,000.

En nuestra entidad, según la asociación civil nacional Gestión Social y Cooperación, los resultados en desarrollo social son tales que no subimos del lugar 27 en al menos dos mediciones. Es la única entidad sin una Secretaría de Desarrollo Social; de los 13 programas de política social solo 2 aparecen en el Presupuesto de Egresos y ninguno tiene ni padrón de beneficiarios ni reglas de operación, mucho menos mediciones de eficacia o sistema de rendición de cuentas.

En los dos sexenios en que el PRI fue oposición, se atisbó una luz de democracia en sus sistemas de selección de candidatos. Hoy, volvió el viejo PRI con sus viejas prácticas y con nuevos actores. Cambiar todo para que no cambie nada.

¡Muera el rey, viva el rey!, se oye como eco del pasado; nomás falta que los mexicanos tengamos tan corta la memoria. Yo, sinceramente, creo que no.