/ viernes 30 de noviembre de 2018

Leyes buenas y leyes malas

La ley es simplemente la expresión de la voluntad del más fuerte en cada época, por lo tanto las leyes no son fijas, sino que ambian de generación en generación

Henry Brooks Adams

Al través de la historia de la humanidad hay hechos de épocas ruines respecto al tema de leyes, el Estado-gobierno ha establecido normas clasificadas como inhumanas, las que hoy defendería en exceso la institución encargada de defender los Derechos Humanos. Una de esas leyes del pasado fue la de “diente por diente y ojo por ojo”, que ha sido desechada en gran parte de las sociedades del mundo, pero existe otra muy ruin: “al que a hierro mata a hierro muere”, caso aplicado en el vecino país del norte, calificado y clasificado como castigo inhumano. Existen otras leyes que benefician a cierta clase política, como algunas que se han elaborado en los tres regímenes anteriores del gobierno mexicano, leyes que están justificadas para su aprobación en detrimento de los intereses de diversas clases sociales que existen en México.

Lo que actualmente se escucha en las Cámaras: Diputados y Senadores, son iniciativas para terminar con las leyes que lesionan los intereses de pueblo y para terminar con la corrupción e impunidad de la que está investida la institucionalidad oficial. En algunos estados ya se está legislando lo relativo a la Reforma Educativa, la que arrojó resultados negativos y que la clase política gobernante la ha disfrazado y presentado ante la sociedad como la mejor acción de la Secretaría de Educación Pública.

Para entrar en tema de leyes, hacemos una breve reseña de cómo el pueblo ha conquistado algunos de sus derechos humanos, y fue el gran impulso de la revolución armada la que hizo posible que en el ámbito del trabajo se terminara con la esclavitud que minaba a la clase trabajadora en beneficio de amos y patrones de haciendas y fábricas que operaban en esta nación. Las condiciones de trabajo en el Siglo pasado eran verdaderamente inhumanas, largas jornadas de trabajo de 14 horas a cambio de un sueldo miserable y que además arbitrariamente no se pagaba con moneda, sino por medio de alimentos, conocido como “tienda de raya”, donde esa tienda también fiaba productos los que crecían en intereses que no podían pagar con su trabajo, obligados obreros o campesinos a pagar intereses generados por sobreprecios, era trabajando más tiempo y más días aunque no había derecho al descanso semanal.

Así que: al triunfo de la revolución armada, diputados reunidos en Querétaro emitieron la “Primera Declaración de Derechos Sociales”, la que sirvió de base para regular el artículo 27 de la Constitución referente a la propiedad territorial, y el Artículo 123 respecto a las relaciones entre el capital y el trabajo. El citado artículo se divide en dos apartados: “A” y “B”, el primero rige las relaciones laborales entre trabajadores y patrones y el segundo establece relaciones de trabajo entre el Estado y sus servidores, en este apartado se encuentran los maestros y empleados administrativos.

La Revolución Mexicana conquistó el horario justo para el trabajador, de 14 horas diarias se redujeron a 8, que a la semana de cinco días suman 40, si las multiplicamos por 52 semanas y luego por 15 años arrojan un total de 28,800 horas. ¿Por qué este número? Porque la “Ley de Pensiones Civiles del Estado de Tlaxcala” y otras, quitan 15 años de vida útil para aquél trabajador que haya iniciado a los 20 años el desempeño laboral dentro del contrato estatal. Este trabajador debe jubilarse a los 50 años de edad si ha cumplido los 30 de trabajo continuo. Así que el artículo 41 de la citada ley debe corregirse para no quitar vida útil al trabajador que pueda disfrutar plenamente de su de jubilación (alegría).

Imponer 15 años extra de trabajo en beneficio del patrón, es regresar a la época donde moría el peón u obrero en pleno trabajo. Las leyes son para hacer felices al pueblo. Ya no más legisladores que conculquen derechos conquistados y regidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.


La ley es simplemente la expresión de la voluntad del más fuerte en cada época, por lo tanto las leyes no son fijas, sino que ambian de generación en generación

Henry Brooks Adams

Al través de la historia de la humanidad hay hechos de épocas ruines respecto al tema de leyes, el Estado-gobierno ha establecido normas clasificadas como inhumanas, las que hoy defendería en exceso la institución encargada de defender los Derechos Humanos. Una de esas leyes del pasado fue la de “diente por diente y ojo por ojo”, que ha sido desechada en gran parte de las sociedades del mundo, pero existe otra muy ruin: “al que a hierro mata a hierro muere”, caso aplicado en el vecino país del norte, calificado y clasificado como castigo inhumano. Existen otras leyes que benefician a cierta clase política, como algunas que se han elaborado en los tres regímenes anteriores del gobierno mexicano, leyes que están justificadas para su aprobación en detrimento de los intereses de diversas clases sociales que existen en México.

Lo que actualmente se escucha en las Cámaras: Diputados y Senadores, son iniciativas para terminar con las leyes que lesionan los intereses de pueblo y para terminar con la corrupción e impunidad de la que está investida la institucionalidad oficial. En algunos estados ya se está legislando lo relativo a la Reforma Educativa, la que arrojó resultados negativos y que la clase política gobernante la ha disfrazado y presentado ante la sociedad como la mejor acción de la Secretaría de Educación Pública.

Para entrar en tema de leyes, hacemos una breve reseña de cómo el pueblo ha conquistado algunos de sus derechos humanos, y fue el gran impulso de la revolución armada la que hizo posible que en el ámbito del trabajo se terminara con la esclavitud que minaba a la clase trabajadora en beneficio de amos y patrones de haciendas y fábricas que operaban en esta nación. Las condiciones de trabajo en el Siglo pasado eran verdaderamente inhumanas, largas jornadas de trabajo de 14 horas a cambio de un sueldo miserable y que además arbitrariamente no se pagaba con moneda, sino por medio de alimentos, conocido como “tienda de raya”, donde esa tienda también fiaba productos los que crecían en intereses que no podían pagar con su trabajo, obligados obreros o campesinos a pagar intereses generados por sobreprecios, era trabajando más tiempo y más días aunque no había derecho al descanso semanal.

Así que: al triunfo de la revolución armada, diputados reunidos en Querétaro emitieron la “Primera Declaración de Derechos Sociales”, la que sirvió de base para regular el artículo 27 de la Constitución referente a la propiedad territorial, y el Artículo 123 respecto a las relaciones entre el capital y el trabajo. El citado artículo se divide en dos apartados: “A” y “B”, el primero rige las relaciones laborales entre trabajadores y patrones y el segundo establece relaciones de trabajo entre el Estado y sus servidores, en este apartado se encuentran los maestros y empleados administrativos.

La Revolución Mexicana conquistó el horario justo para el trabajador, de 14 horas diarias se redujeron a 8, que a la semana de cinco días suman 40, si las multiplicamos por 52 semanas y luego por 15 años arrojan un total de 28,800 horas. ¿Por qué este número? Porque la “Ley de Pensiones Civiles del Estado de Tlaxcala” y otras, quitan 15 años de vida útil para aquél trabajador que haya iniciado a los 20 años el desempeño laboral dentro del contrato estatal. Este trabajador debe jubilarse a los 50 años de edad si ha cumplido los 30 de trabajo continuo. Así que el artículo 41 de la citada ley debe corregirse para no quitar vida útil al trabajador que pueda disfrutar plenamente de su de jubilación (alegría).

Imponer 15 años extra de trabajo en beneficio del patrón, es regresar a la época donde moría el peón u obrero en pleno trabajo. Las leyes son para hacer felices al pueblo. Ya no más legisladores que conculquen derechos conquistados y regidos por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.