Galería.
Fuera de control.
Faltan menos de ocho meses para las elecciones donde renovaremos los poderes de la República y ya podemos adelantar el escenario:
Por un lado los candidatos de Morena que plantearán un cambio verdadero en la vida política del país. Y, por el otro, diferentes agrupamientos que, en el fondo, quieren mantener sus privilegios: más de lo mismo.
Aún no hay candidatos formales, pero dentro del PRI, el PAN, el PRD y los otros partidos pequeños (Bonsái) ya hay una lucha sorda de egos, envidias y ambiciones descontroladas, por disputar el segundo lugar en los comicios. Y digo segundo puesto porque el primero, según todas las encuestas, será ganado por Morena.
Y es curioso cómo la disputa por el segundo lugar ha escalado a niveles nunca vistos. El pleito, por ejemplo, del PRI contra el presidente del PAN, Ricardo Anaya, ocupa gran parte de las páginas de los periódicos y mucho tiempo en los espacios de radio y televisión.
Y qué decir de la disputa dentro del mismo PRI. Los partidarios de Meade y Videgaray, contra los de Osorio Chong ya rebasó al antiguo disciplinado silencio de los priístas.
No cabe duda que las ambiciones que despierta el acceso al dinero público, han roto todas las formas de decencia y decoro. Por eso necesitamos erradicar la corrupción y la impunidad. Que, además, son el sustento de la violencia.
Porque la violencia mental y verbal puede preceder a la violencia política y eso no lo merece nuestra patria.
Pero, como esta lucha también lleva a mentir y calumniar, quiero referirme a ello:
Morena y Venezuela.
Nadie en su sano juicio desea para México la inflación descontrolada, el desabasto generalizado y la confrontación violenta entre ciudadanos y autoridades que padece Venezuela.
Por eso, es una calumnia que Morena pretenda repetir los errores y los excesos del régimen de Maduro.
Así que, para desmentir el infundio, transcribiré, algunos párrafos del Proyecto de Nación aprobados en el Congreso Nacional de Morena, celebrado el pasado 20 de noviembre:
“… habrá que respetar la separación de poderes y la autonomía de los organismos autónomos del Estado y garantizar la certidumbre jurídica de todos los contratos vigentes...”
“… resulta fundamental respetar la ley. Si hay voluntad para aplicarla se puede atacar la impunidad desde su raíz. Este propósito se puede lograr sin modificar la Constitución ni embarcarse en un vértigo de reformas a la legislación secundaria, sino con el cumplimiento de una y otras...”
“… una de las condiciones establecidas para todas las propuestas es que se apeguen a la observancia de las leyes tal y como se encuentren redactadas en diciembre del 2018...”
“… la regla es: (primero) buscar los recursos (económicos) para después destinarlos a los proyectos que se determinen...”
“… los recursos fiscales que se espera liberar (al erradicar la corrupción e implantar la austeridad gubernamental) en un plazo de cuatro años, equivalentes a 4.1% del PIB, serán reasignados a financiar proyectos de infraestructura con impacto regional y a financiar los programas sociales prioritarios, como los de rescate a los jóvenes y las pensiones universales para adultos mayores...”
“Otro mandato para los proyectos es que sean realizables sin incurrir en aumentos de las tasas impositivas o la creación de nuevos impuestos y sin recurrir a incrementos de la deuda pública para cubrir el gasto corriente…”
www.proyecto18.mx
En síntesis: si Morena gana las elecciones el año entrante, existe ya un compromiso público para respetar escrupulosamente los derechos de propiedad, de opinión, de manifestación, de creencias y todos los demás derechos humanos y sociales consagrados en nuestras leyes.
Compromisos duros y puros.