/ jueves 19 de marzo de 2020

Deshojando el Cempasúchil | 2020 quedará marcado como el año en que cambio el mundo

  • No cabe duda que el año 2020 pasará a la historia como el año en que cambió la realidad mundial, después de lo que está sucediendo con la pandemia del Covid-19, que ha logrado hacer tambalearse a las potencias mundiales, tanto en su diario convivir, como en sus finanzas, que ha conseguido encerrar a la gente en sus hogares, que ha podido más que los grandes capitales y las religiones.

Impensable era ver al Papa en su balcón frente a la plaza de San Pedro vacía, si de algo presumían los italianos era de tener monumentos históricos a granel, al Vaticano y al Papa… o imaginar el Muro de las Lamentaciones con poca gente y la prohibición de besar las piedras… y menos conjeturar una caída a plomo de las bolsas de valores.

¿Cuándo habríamos supuesto una crisis tan terrible para las grandes economías que se creían blindadas contra todo -excepto contra una pandemia-? Están sufriendo. Lo ocurrido, ha traído como consecuencia lo de costumbre: teorías de conspiraciones, reflexiones acerca de que la naturaleza es muy sabia y ya somos demasiados depredadores humanos en el planeta, ocultamiento de muchos gobiernos de la gravedad de la enfermedad -para la que no hay cura-; lo que si podemos decir es que muchos testimonios han sido compartidos, la gente está enojada porque los gobiernos no avisaron con oportunidad acerca de la gravedad del mal, y cuando ya lo tomaron en serio, provocaron tremendas compras de pánico y un grado de dureza humana que raya en la persecución, en España, por ejemplo ya no se puede salir a la calle, se tiene que estar en reclusión en los hogares; en Italia, Francia y muchos otros países pasa lo mismo.

En Italia ha llamado la atención la manera en que la gente trata de animarse, cantando en sus ventanas, tocando el piano, en fin, se suben el ánimo. Lo que sí es una realidad, es que la vida como la conocemos no volverá a ser la misma, quizá los encierros obligatorios, los toques de queda, la necesidad de comunicarnos con nuestras familias, ponga en el lugar que le corresponde las muletas electrónicas que permiten a muchos huir de la realidad, porque en esta coyuntura histórica lo que va a cambiar está cambiando minuto a minuto y es precisamente la realidad.

La actitud de los mexicanos y sus gobernantes ante la pandemia

Solo en México las cosas son diferentes. Aprovechando “el puente del 21 de marzo” la gente salió en cantidades masivas hacia zonas de playa: Cancún, Huatulco, Puerto Escondido, Veracruz y no se diga Acapulco, tuvieron una ocupación mayor al 80 %.

  • ¿Qué nos pasa? Creo, sinceramente, que en esta encrucijada, en la que nos vemos forzados a estar encerrados con nuestras familias, deberíamos aprovecharla adecuadamente, ¿cómo?, poniendo, por ejemplo, horarios para el uso de celulares y computadoras, y volviendo a retomar la maravillosa costumbre de hablar cara a cara, de saber que piensan nuestros jóvenes; ellos mismos ya no tendrán la escapada fácil de que si no les gusta lo que decimos se salen de la casa.

En muchos estados se están arreciando las medidas para evitar que la gente camine por la calle, ¡así que al mal tiempo buena cara y aprovechemos esta oportunidad que nos da la vida!

En Tlaxcala ¿cómo vamos a enfrentarlo?

Nos dio gusto que el gobernador Marco Mena hubiese sido uno de los 10 primeros en declarar la suspensión de clases en todos los niveles. Se cierra el zoológico, zonas arqueológicas, y aún en los templos se dejará de oficiar misas y todos los eventos como bodas, bautizos etc., serán pospuestos.

También la presidenta municipal de la capital canceló todos los eventos que signifiquen reunión de más de 10 personas. Creo que al haber tantas especulaciones respecto a esta pandemia, y al desconocerse realmente una cura, lo mejor es que se tomen las debidas medidas precautorias, porque así como pensamos que es una imprudencia irse de vacaciones a una playa, conviviendo con cientos, miles de turistas, “al fin que todavía no llega”, aquí se anuncian sólo 93 casos –el miércoles- sin embargo, en Italia, Francia y España hay al menos mil infectados diarios -y váyase a saber cuántos más, ya que en muchos casos esta enfermedad es asintomática-.

En apego a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, el gobierno estatal anunció una serie de medidas para evitar el contagio acelerado y de forma exponencial que, básicamente, tiene que ver con la implementación de higiene y no acudir a espacios concurridos.

Pero la vida sigue su marcha, las compras masivas han empezado y, sin embargo, la gente se resiste a recluirse en sus hogares y a salir sólo para lo más indispensable, muchos están convencidos de que ¡“todavía no llega”! Lo que no les queda claro es que ¡ya llegó, con resultados impredecibles para nosotros!

  • No cabe duda que el año 2020 pasará a la historia como el año en que cambió la realidad mundial, después de lo que está sucediendo con la pandemia del Covid-19, que ha logrado hacer tambalearse a las potencias mundiales, tanto en su diario convivir, como en sus finanzas, que ha conseguido encerrar a la gente en sus hogares, que ha podido más que los grandes capitales y las religiones.

Impensable era ver al Papa en su balcón frente a la plaza de San Pedro vacía, si de algo presumían los italianos era de tener monumentos históricos a granel, al Vaticano y al Papa… o imaginar el Muro de las Lamentaciones con poca gente y la prohibición de besar las piedras… y menos conjeturar una caída a plomo de las bolsas de valores.

¿Cuándo habríamos supuesto una crisis tan terrible para las grandes economías que se creían blindadas contra todo -excepto contra una pandemia-? Están sufriendo. Lo ocurrido, ha traído como consecuencia lo de costumbre: teorías de conspiraciones, reflexiones acerca de que la naturaleza es muy sabia y ya somos demasiados depredadores humanos en el planeta, ocultamiento de muchos gobiernos de la gravedad de la enfermedad -para la que no hay cura-; lo que si podemos decir es que muchos testimonios han sido compartidos, la gente está enojada porque los gobiernos no avisaron con oportunidad acerca de la gravedad del mal, y cuando ya lo tomaron en serio, provocaron tremendas compras de pánico y un grado de dureza humana que raya en la persecución, en España, por ejemplo ya no se puede salir a la calle, se tiene que estar en reclusión en los hogares; en Italia, Francia y muchos otros países pasa lo mismo.

En Italia ha llamado la atención la manera en que la gente trata de animarse, cantando en sus ventanas, tocando el piano, en fin, se suben el ánimo. Lo que sí es una realidad, es que la vida como la conocemos no volverá a ser la misma, quizá los encierros obligatorios, los toques de queda, la necesidad de comunicarnos con nuestras familias, ponga en el lugar que le corresponde las muletas electrónicas que permiten a muchos huir de la realidad, porque en esta coyuntura histórica lo que va a cambiar está cambiando minuto a minuto y es precisamente la realidad.

La actitud de los mexicanos y sus gobernantes ante la pandemia

Solo en México las cosas son diferentes. Aprovechando “el puente del 21 de marzo” la gente salió en cantidades masivas hacia zonas de playa: Cancún, Huatulco, Puerto Escondido, Veracruz y no se diga Acapulco, tuvieron una ocupación mayor al 80 %.

  • ¿Qué nos pasa? Creo, sinceramente, que en esta encrucijada, en la que nos vemos forzados a estar encerrados con nuestras familias, deberíamos aprovecharla adecuadamente, ¿cómo?, poniendo, por ejemplo, horarios para el uso de celulares y computadoras, y volviendo a retomar la maravillosa costumbre de hablar cara a cara, de saber que piensan nuestros jóvenes; ellos mismos ya no tendrán la escapada fácil de que si no les gusta lo que decimos se salen de la casa.

En muchos estados se están arreciando las medidas para evitar que la gente camine por la calle, ¡así que al mal tiempo buena cara y aprovechemos esta oportunidad que nos da la vida!

En Tlaxcala ¿cómo vamos a enfrentarlo?

Nos dio gusto que el gobernador Marco Mena hubiese sido uno de los 10 primeros en declarar la suspensión de clases en todos los niveles. Se cierra el zoológico, zonas arqueológicas, y aún en los templos se dejará de oficiar misas y todos los eventos como bodas, bautizos etc., serán pospuestos.

También la presidenta municipal de la capital canceló todos los eventos que signifiquen reunión de más de 10 personas. Creo que al haber tantas especulaciones respecto a esta pandemia, y al desconocerse realmente una cura, lo mejor es que se tomen las debidas medidas precautorias, porque así como pensamos que es una imprudencia irse de vacaciones a una playa, conviviendo con cientos, miles de turistas, “al fin que todavía no llega”, aquí se anuncian sólo 93 casos –el miércoles- sin embargo, en Italia, Francia y España hay al menos mil infectados diarios -y váyase a saber cuántos más, ya que en muchos casos esta enfermedad es asintomática-.

En apego a lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, el gobierno estatal anunció una serie de medidas para evitar el contagio acelerado y de forma exponencial que, básicamente, tiene que ver con la implementación de higiene y no acudir a espacios concurridos.

Pero la vida sigue su marcha, las compras masivas han empezado y, sin embargo, la gente se resiste a recluirse en sus hogares y a salir sólo para lo más indispensable, muchos están convencidos de que ¡“todavía no llega”! Lo que no les queda claro es que ¡ya llegó, con resultados impredecibles para nosotros!