/ jueves 9 de abril de 2020

Deshojando el Cempasúchil | Estoy maravillada por la madurez que mostró el presidente

Qué maravilla que el presidente de todos los mexicanos haya recapacitado y suspendido temporalmente la construcción de sus tres elefantes blancos y haya destinado esos fondos para dotar a todos los hospitales de lo necesario para atender la crisis devolviéndoles su presupuesto anterior y surtiéndoles de los insumos básicos para combatir la pandemia, así como para apoyar a los pequeños y medianos empresarios – los creadores del empleo de nuestro país- y a esos millones de informales que están impedidos de salir a vender aquello que les permite ganar diariamente el esmirriado sustento para que sus familias sobrevivan, gracias a Dios no le dio, en un afán populista -digno de Chávez o de otros iluminados- por ponerse a regalar millones de pesos a los más pobres de los pobres, a los más desprotegidos, a aquellos que no producen nada, ni ayudan a las finanzas sanas del país.

Gracias a Dios no quiso enfocar los millones – que no existen sino en su imaginación- a dar prestamitos de 8 mil pesos a pequeños empresarios, ¡Carajo es lo que gasto en medicinas mensualmente!, así que Gracias a Dios porque iluminó al tiazca tabasqueño que por ahora le tocó gobernarnos, gracias al cielo que se lleva bien con obreros y patrones para apoyarlos, a unos a que no pierdan sus empleos y a otros a que no pierdan sus empresas,- que son el motor que mueve la economía del país, ni se le ocurrió la estúpida idea de que los empresarios habrían que pagar los salarios completos durante todo el mes de abril- con negocios y fábricas cerradas- y además ¡pagar impuestos!, Gracias a Dios la terquedad de la que presume, no se vio reflejada en imprudencias de arriesgar su propia seguridad y salud, porque “el pueblo bueno, el pueblo sabio” lo cuida. Su ¿quinto informe no fue –como de costumbre- solo un listado de buenas intenciones, mesclado con sueños guajiros, sino el informe de un estadista de estatura internacional, que sabe – después de aspirar al puesto por 18 años- y está preparado, por haber conocido palmo a palmo el territorio y a la gente de México, y sabe perfectamente como paliar sus males, no se aferra a construir una refinería cuando el petróleo está en vías de desaparecer, por su uso inmoderado a través de los años, y porque los autos eléctricos están sustituyendo a los de elementos fósiles, ni le quiere inyectar miles de millones a Pemex, que se ha convertido en una terrible carga económica para las finanzas del país. Gracias también que no insiste en el inviable plan de echar a andar el aeropuerto de Santa Lucia “porque los aviones en el aire no pueden chocar porque se repelen” y también gracias a que no anuncia que seguiría la construcción del tren, especialmente ahora en que el turismo mundial y las instalaciones hoteleras, restauranteros y todo lo relacionado con el turismo están colapsando. Gracias a Dios que existe el fondo de contingencia intocado, que el peso está fuerte, que la gente está resguardada en sus casas –empezando con él- para evitar que la pandemia cobre miles, millones de vida de mexicanos. En fin, Gracias a Dios porque le hizo recapacitar ¿alucino? ¡Cierto!. Estoy cada vez más, temerosa del futuro que nos espera con lo que pasa en el planeta y como lo estamos afrontando en México por decisiones erróneas basadas en ocurrencias, en filias y en fobias y en creencias trasnochadas. ¡En fin, veremos que nos depara el destino!

Por miles, los muertos en Europa y EE.UU.

Ver los noticieros se ha convertido en una especie de película de terror, la cantidad de muertes que ha habido en Italia, España y Alemania, entre otros países es aterrorizante, la manera en que no hay espacio no sólo para enterrarlos, sino siquiera para conservar los cuerpos, mientras se puede disponer de ellos, las funerarias, y los panteones no se dan abasto, pero ¿Qué me dicen de los hospitales, cuando nos enteramos que en un país hay más de mil muertos al día, -España , Italia-, en muchos de esos países ha tenido que intervenir la autoridad para evitar que la gente salga de sus casas y contamine a otros o se contamine sin darse cuenta y lleve la pandemia al centro de su hogar. La gente cree que si convive con los vecinos –a los que quizá antes de la pandemia no conocía- no pasa nada, que si saca a pasear al perro y en lugar de bajarlo para que haga sus necesidades, camina dos kilómetros, ¿porque la gente se expone a la muerte, a la desolación y a causarle problemas a sus familiares si fallecen?

Y en México ¿estamos listos de verdad?

Todo lo anterior me lleva a pensar que si bien en México, por azares del destino o por la Virgen de Guadalupe, no ha llegado con la virulencia que en otros países de que va a llegar ¡va a llegar! No hay poder humano o divino que nos salve de esto, mi pregunta ¿con el seguro popular desmantelado, con un Insabi inoperante, con decenas, miles de hospitales públicos sufriendo carencias de equipo básico que proteja a esos miles de héroes que trabajan en el sector salud y en el sanitario, sin lo básico para protegerse. Los recortes que sufrió el sector salud, en pos de una entraña austeridad republicana que pone en riesgo miles si no es que millones de personas. Leo en el periódico que en la ciudad de México están militares y guardias nacionales haciendo requisición de equipos en tiendas que venden productos para enfermos, sillas de ruedas, etc. Y que se han apropiado de ventiladores, respiradores, oxígenos, cubrebocas etc. Para surtir a los hospitales, que carecían de lo necesario debido probablemente a la falta de visión de quienes gobiernan, sabiendo que una pandemia, es uno de los jinetes del apocalipsis que recorre todos los rincones del mundo sembrando muerte y destrucción

Aquí en Tlaxcala

En Tlaxcala llevábamos 5 casos, 4 domiciliarios –quiere decir que no están tan graves y uno hospitalizado- pero…la gente sigue en las calles, sigue acudiendo a cafeterías y restaurantes, sigue llenando los mercados, ¿pensarán acaso que esos lugares están libres de contagio? La gente ya no en su carro, sino en la calle sigue andando sin cubre boca, motivo de polémica discusión respecto a si sirve o no para evitar contagios, será el sereno pero más vale ponérselo, este problema fácilmente va a llevarnos hasta finales de julio o municipios de agosto.

Qué maravilla que el presidente de todos los mexicanos haya recapacitado y suspendido temporalmente la construcción de sus tres elefantes blancos y haya destinado esos fondos para dotar a todos los hospitales de lo necesario para atender la crisis devolviéndoles su presupuesto anterior y surtiéndoles de los insumos básicos para combatir la pandemia, así como para apoyar a los pequeños y medianos empresarios – los creadores del empleo de nuestro país- y a esos millones de informales que están impedidos de salir a vender aquello que les permite ganar diariamente el esmirriado sustento para que sus familias sobrevivan, gracias a Dios no le dio, en un afán populista -digno de Chávez o de otros iluminados- por ponerse a regalar millones de pesos a los más pobres de los pobres, a los más desprotegidos, a aquellos que no producen nada, ni ayudan a las finanzas sanas del país.

Gracias a Dios no quiso enfocar los millones – que no existen sino en su imaginación- a dar prestamitos de 8 mil pesos a pequeños empresarios, ¡Carajo es lo que gasto en medicinas mensualmente!, así que Gracias a Dios porque iluminó al tiazca tabasqueño que por ahora le tocó gobernarnos, gracias al cielo que se lleva bien con obreros y patrones para apoyarlos, a unos a que no pierdan sus empleos y a otros a que no pierdan sus empresas,- que son el motor que mueve la economía del país, ni se le ocurrió la estúpida idea de que los empresarios habrían que pagar los salarios completos durante todo el mes de abril- con negocios y fábricas cerradas- y además ¡pagar impuestos!, Gracias a Dios la terquedad de la que presume, no se vio reflejada en imprudencias de arriesgar su propia seguridad y salud, porque “el pueblo bueno, el pueblo sabio” lo cuida. Su ¿quinto informe no fue –como de costumbre- solo un listado de buenas intenciones, mesclado con sueños guajiros, sino el informe de un estadista de estatura internacional, que sabe – después de aspirar al puesto por 18 años- y está preparado, por haber conocido palmo a palmo el territorio y a la gente de México, y sabe perfectamente como paliar sus males, no se aferra a construir una refinería cuando el petróleo está en vías de desaparecer, por su uso inmoderado a través de los años, y porque los autos eléctricos están sustituyendo a los de elementos fósiles, ni le quiere inyectar miles de millones a Pemex, que se ha convertido en una terrible carga económica para las finanzas del país. Gracias también que no insiste en el inviable plan de echar a andar el aeropuerto de Santa Lucia “porque los aviones en el aire no pueden chocar porque se repelen” y también gracias a que no anuncia que seguiría la construcción del tren, especialmente ahora en que el turismo mundial y las instalaciones hoteleras, restauranteros y todo lo relacionado con el turismo están colapsando. Gracias a Dios que existe el fondo de contingencia intocado, que el peso está fuerte, que la gente está resguardada en sus casas –empezando con él- para evitar que la pandemia cobre miles, millones de vida de mexicanos. En fin, Gracias a Dios porque le hizo recapacitar ¿alucino? ¡Cierto!. Estoy cada vez más, temerosa del futuro que nos espera con lo que pasa en el planeta y como lo estamos afrontando en México por decisiones erróneas basadas en ocurrencias, en filias y en fobias y en creencias trasnochadas. ¡En fin, veremos que nos depara el destino!

Por miles, los muertos en Europa y EE.UU.

Ver los noticieros se ha convertido en una especie de película de terror, la cantidad de muertes que ha habido en Italia, España y Alemania, entre otros países es aterrorizante, la manera en que no hay espacio no sólo para enterrarlos, sino siquiera para conservar los cuerpos, mientras se puede disponer de ellos, las funerarias, y los panteones no se dan abasto, pero ¿Qué me dicen de los hospitales, cuando nos enteramos que en un país hay más de mil muertos al día, -España , Italia-, en muchos de esos países ha tenido que intervenir la autoridad para evitar que la gente salga de sus casas y contamine a otros o se contamine sin darse cuenta y lleve la pandemia al centro de su hogar. La gente cree que si convive con los vecinos –a los que quizá antes de la pandemia no conocía- no pasa nada, que si saca a pasear al perro y en lugar de bajarlo para que haga sus necesidades, camina dos kilómetros, ¿porque la gente se expone a la muerte, a la desolación y a causarle problemas a sus familiares si fallecen?

Y en México ¿estamos listos de verdad?

Todo lo anterior me lleva a pensar que si bien en México, por azares del destino o por la Virgen de Guadalupe, no ha llegado con la virulencia que en otros países de que va a llegar ¡va a llegar! No hay poder humano o divino que nos salve de esto, mi pregunta ¿con el seguro popular desmantelado, con un Insabi inoperante, con decenas, miles de hospitales públicos sufriendo carencias de equipo básico que proteja a esos miles de héroes que trabajan en el sector salud y en el sanitario, sin lo básico para protegerse. Los recortes que sufrió el sector salud, en pos de una entraña austeridad republicana que pone en riesgo miles si no es que millones de personas. Leo en el periódico que en la ciudad de México están militares y guardias nacionales haciendo requisición de equipos en tiendas que venden productos para enfermos, sillas de ruedas, etc. Y que se han apropiado de ventiladores, respiradores, oxígenos, cubrebocas etc. Para surtir a los hospitales, que carecían de lo necesario debido probablemente a la falta de visión de quienes gobiernan, sabiendo que una pandemia, es uno de los jinetes del apocalipsis que recorre todos los rincones del mundo sembrando muerte y destrucción

Aquí en Tlaxcala

En Tlaxcala llevábamos 5 casos, 4 domiciliarios –quiere decir que no están tan graves y uno hospitalizado- pero…la gente sigue en las calles, sigue acudiendo a cafeterías y restaurantes, sigue llenando los mercados, ¿pensarán acaso que esos lugares están libres de contagio? La gente ya no en su carro, sino en la calle sigue andando sin cubre boca, motivo de polémica discusión respecto a si sirve o no para evitar contagios, será el sereno pero más vale ponérselo, este problema fácilmente va a llevarnos hasta finales de julio o municipios de agosto.