/ jueves 17 de junio de 2021

Deshojando el Cempasúchil | Momento de paliar las diferencias y reconciliar

Entre las obras que va a dejar concluidas Marco Mena, el gobernador “aspiracionista” con varios estudios de posgrado, van a ser la Carretera Apizaco-Tlaxcala, el estadio Tlahuicole y el Hospital General de Tlaxcala, ubicado en Tepetomatitlán, en el área de hospitales, asimismo la remodelación y reutilización de la plaza bicentenario desperdiciada por más de cuatro años, así las cosas; nos queda claro que el proyecto del hospital fue iniciado en el Gobierno de Héctor Israel Ortiz, siendo secretario de Salud Julián Velázquez, bien,

Esto viene a cuento por dos razones, porque esperamos que Lorena, que viene de familia de políticos, iniciando con sus dos abuelos que fueron gobernadores, también habría que sumar a eso, que don Joaquín Cisneros Molina fue un extraordinario político, y que don Crisanto Cuéllar Abaroa fue un enjundioso investigador, escritor y poeta, así que si de sangre le viene al galgo, en lugar de echar tierra sobre lo que hicieron los antecesores en el Gobierno del estado, como mujer práctica, Lorena, concluirá las obras de sus antecesores que hubiere inconclusas; porque somos un estado pequeñito, con pocos recursos económicos, pero muy grillo y una de las primeras acciones de esta inteligente mujer que lleva muchos años buscando la gubernatura, y que por lo mismo debe conocer cada recoveco del carácter de los tlaxcaltecas y cada vereda de cada pueblo, conociendo con ello la idiosincrasia de cada zona, por ello y sabiendo que de por sí somos un pueblo guerrero y muchas veces rencorosos, habrá que paliar las diferencias y reconciliar a quienes han sido divididos por las diferencias políticas. Por lo pronto, en las fotos periodísticas se ve muy bien asumiendo el papel de sucesora de Marco Mena. Ahora, con asesores especializados, debe darle una revisadita a su Plan de Desarrollo estatal, privilegiando la ayuda a los más desprotegidos, sin descuidar la creación de empleos, el incremento del turismo, la seguridad y la mejoría de la infraestructura y condiciones de salud de la población.

De Tlaxcala y de su Hospital General

Supongo que a Marco Mena le debe preocupar el concluir las obras icónicas de su mandato, y con ello, esperar que el presidente –con el que se lleva bien- se las inaugure antes de concluir su mandato; sin embargo, yo pondría el ojo sobre el nuevo edificio del Hospital General de Tlaxcala que se está concluyendo en el área de hospitales allá por Tepetomatitlán, porque, no sé quién fue el arquitecto, pero me queda claro que de planeación y construcción de hospitales no sabe gran cosa, grandes espacios al aire libre entre áreas, largos pasillos entre salas de operaciones y recuperación, no hay sala de espera para los familiares, los cuales tendrán que esperar a la intemperie, (igualito que en el actual hospital) falta de estacionamientos para los empleados, -yo en el lugar de Marco Mena acompañado del director de Salud del Estado, llevaría a un experto en hospitales para que analizara las nuevas instalaciones y constatar personalmente la viabilidad de las mismas –ojalá me invitaran a la visita- y pensar en cuánto costará el amueblarlo, porque a excepción de dos o tres cosas relativamente nuevas del actual Hospital General, entre ellas las camas, lo demás, son deshechos, imposibles de poder ser trasladados al nuevo hospital por sus condiciones herrumbrosas, así que, hay que ir calculando de dónde va a salir el recurso para habilitarlo adecuadamente, ya que Tlaxcala merece un hospital a la altura que requiere el sufrido pueblo tlaxcalteca, como sea, con lo cordiales que se ven en la foto y con la simpatía que les ha mostrado AMLO a Marco Mena y a Lorena, seguramente soltará los recursos para habilitar el nuevo hospital de Tlaxcala. Y por cierto también hay que revisar el trasporte público y condicionar a las concesionarias para que se vean obligadas a prestar el servicio adecuado, ya que el cambio de lugar implicará muchos inconvenientes para los usuarios. Y aprovechar el espacio del viejo hospital para en un futuro –eso le tocará a Lorena- se habilite ahí una digna Secretaría de Salud del Estado. Y ojalá se siga respetando el nombre actual del hospital Dr. Miguel Lima Ramírez

Y hablando de AMLO

El presidente ya comentó en una de sus mañaneras que va a hacer tres modificaciones a la Constitución ¿le alcanzará el número de diputados? Porque necesitaría 331 y solo tiene 198, y aun acudiendo a sus aliados, si los de oposición se toma a sí misma en serio y, se oponen a esas modificaciones constitucionales, no lo logrará, una de ellas la reforma eléctrica para favorecer a la comisión Federal de Electricidad para fortalecerla, lo que implica como sabemos retroceso, contaminación y falta de transparencia; la segunda modificación es a la adscripción de la Guardia Nacional a SEDENA, o sea estarán subordinados a la Secretaría de la Defensa Nacional -¿no que no se iba a militarizar al país?, por un lado no es malo, porque la mayoría son militares, y no saben acatar las órdenes de los civiles, ¡ojalá esta modificación – que será difícil de lograr, simplemente por las condiciones especificadas en el documento de su creación- le quite lo inerme a los uniformados, ante las chusmas y el crimen organizado! Y cambios sustanciales al INE -no desaparecerlo- sino modificarlo, quitando a los representantes de los partidos políticos, y bajarles el presupuesto, “ya que es el instituto electoral más caro del mundo”, la desaparición de los plurinominales y las modificaciones fiscales, -que se avizoran completamente agresivas para la población cautiva-…

Entre las obras que va a dejar concluidas Marco Mena, el gobernador “aspiracionista” con varios estudios de posgrado, van a ser la Carretera Apizaco-Tlaxcala, el estadio Tlahuicole y el Hospital General de Tlaxcala, ubicado en Tepetomatitlán, en el área de hospitales, asimismo la remodelación y reutilización de la plaza bicentenario desperdiciada por más de cuatro años, así las cosas; nos queda claro que el proyecto del hospital fue iniciado en el Gobierno de Héctor Israel Ortiz, siendo secretario de Salud Julián Velázquez, bien,

Esto viene a cuento por dos razones, porque esperamos que Lorena, que viene de familia de políticos, iniciando con sus dos abuelos que fueron gobernadores, también habría que sumar a eso, que don Joaquín Cisneros Molina fue un extraordinario político, y que don Crisanto Cuéllar Abaroa fue un enjundioso investigador, escritor y poeta, así que si de sangre le viene al galgo, en lugar de echar tierra sobre lo que hicieron los antecesores en el Gobierno del estado, como mujer práctica, Lorena, concluirá las obras de sus antecesores que hubiere inconclusas; porque somos un estado pequeñito, con pocos recursos económicos, pero muy grillo y una de las primeras acciones de esta inteligente mujer que lleva muchos años buscando la gubernatura, y que por lo mismo debe conocer cada recoveco del carácter de los tlaxcaltecas y cada vereda de cada pueblo, conociendo con ello la idiosincrasia de cada zona, por ello y sabiendo que de por sí somos un pueblo guerrero y muchas veces rencorosos, habrá que paliar las diferencias y reconciliar a quienes han sido divididos por las diferencias políticas. Por lo pronto, en las fotos periodísticas se ve muy bien asumiendo el papel de sucesora de Marco Mena. Ahora, con asesores especializados, debe darle una revisadita a su Plan de Desarrollo estatal, privilegiando la ayuda a los más desprotegidos, sin descuidar la creación de empleos, el incremento del turismo, la seguridad y la mejoría de la infraestructura y condiciones de salud de la población.

De Tlaxcala y de su Hospital General

Supongo que a Marco Mena le debe preocupar el concluir las obras icónicas de su mandato, y con ello, esperar que el presidente –con el que se lleva bien- se las inaugure antes de concluir su mandato; sin embargo, yo pondría el ojo sobre el nuevo edificio del Hospital General de Tlaxcala que se está concluyendo en el área de hospitales allá por Tepetomatitlán, porque, no sé quién fue el arquitecto, pero me queda claro que de planeación y construcción de hospitales no sabe gran cosa, grandes espacios al aire libre entre áreas, largos pasillos entre salas de operaciones y recuperación, no hay sala de espera para los familiares, los cuales tendrán que esperar a la intemperie, (igualito que en el actual hospital) falta de estacionamientos para los empleados, -yo en el lugar de Marco Mena acompañado del director de Salud del Estado, llevaría a un experto en hospitales para que analizara las nuevas instalaciones y constatar personalmente la viabilidad de las mismas –ojalá me invitaran a la visita- y pensar en cuánto costará el amueblarlo, porque a excepción de dos o tres cosas relativamente nuevas del actual Hospital General, entre ellas las camas, lo demás, son deshechos, imposibles de poder ser trasladados al nuevo hospital por sus condiciones herrumbrosas, así que, hay que ir calculando de dónde va a salir el recurso para habilitarlo adecuadamente, ya que Tlaxcala merece un hospital a la altura que requiere el sufrido pueblo tlaxcalteca, como sea, con lo cordiales que se ven en la foto y con la simpatía que les ha mostrado AMLO a Marco Mena y a Lorena, seguramente soltará los recursos para habilitar el nuevo hospital de Tlaxcala. Y por cierto también hay que revisar el trasporte público y condicionar a las concesionarias para que se vean obligadas a prestar el servicio adecuado, ya que el cambio de lugar implicará muchos inconvenientes para los usuarios. Y aprovechar el espacio del viejo hospital para en un futuro –eso le tocará a Lorena- se habilite ahí una digna Secretaría de Salud del Estado. Y ojalá se siga respetando el nombre actual del hospital Dr. Miguel Lima Ramírez

Y hablando de AMLO

El presidente ya comentó en una de sus mañaneras que va a hacer tres modificaciones a la Constitución ¿le alcanzará el número de diputados? Porque necesitaría 331 y solo tiene 198, y aun acudiendo a sus aliados, si los de oposición se toma a sí misma en serio y, se oponen a esas modificaciones constitucionales, no lo logrará, una de ellas la reforma eléctrica para favorecer a la comisión Federal de Electricidad para fortalecerla, lo que implica como sabemos retroceso, contaminación y falta de transparencia; la segunda modificación es a la adscripción de la Guardia Nacional a SEDENA, o sea estarán subordinados a la Secretaría de la Defensa Nacional -¿no que no se iba a militarizar al país?, por un lado no es malo, porque la mayoría son militares, y no saben acatar las órdenes de los civiles, ¡ojalá esta modificación – que será difícil de lograr, simplemente por las condiciones especificadas en el documento de su creación- le quite lo inerme a los uniformados, ante las chusmas y el crimen organizado! Y cambios sustanciales al INE -no desaparecerlo- sino modificarlo, quitando a los representantes de los partidos políticos, y bajarles el presupuesto, “ya que es el instituto electoral más caro del mundo”, la desaparición de los plurinominales y las modificaciones fiscales, -que se avizoran completamente agresivas para la población cautiva-…