/ viernes 2 de febrero de 2018

Indigno trato del ISSSTE a jubilados

Debe guardarse cierto grado de consideración en el trato a jubilados enfermos, porque han dejado más de treinta años en servicio a la sociedad, no importa el rango administrativo que hayan sustentado. Los viejos servidores públicos que asisten a la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de Estado (ISSSTE), edificio sito en Tizatlán, para solicitar servicio médico, servicio que reciben si tienen la suerte de alcanzar ficha, cuyo número está determinado y delimitado por la administración de esa institución, son los que reciben atención médica. Los demás demandantes de servicio quedan excluidos a pesar de sus dolencias generadas por la enfermedad.

A diario acuden a esa clínica cientos de solicitantes de servicios para mejorar su salud, entre ellos jubiladas y jubilados que desde las cinco de la mañana se forman en la fila con más pacientes, con la probabilidad de que puedan ser atendidos debido a que están delimitadas las atenciones médicas. Más dificultad para aquellos que no cuentan con medio propio para su traslado hacia la clínica.

Si los pacientes padecen de enfermedades de vías respiratorias y no alcanzan atención médica están obligados a acudir al médico particular y comprar medicinas en el mercado, donde las encuentran caras. El hecho de acudir desde muy temprano con la bajas temperaturas ambientales aumentan la gravedad del cuadro enfermo.

La administración de la citada institución recomienda a los solicitantes de atención médica que no alcanzan “ficha” para ser atendidos por algún médico, que realicen su solicitud por vía telefónica, la que generalmente se encuentra saturada de llamadas, y cuando hay repuesta de la encargada del teléfono con mucha atención otorga la cita dentro de ocho días a partir de la solicitud. Los solicitantes hacen la siguiente reflexión: “Si se asiste en forma personal a solicitar servicio médico es porque la enfermedad ya está presente; si solicitamos vía telefónica, para cuando den la cita ya estaremos muertos por falta de medicamentos a los que tenemos derecho a recibir”.

Desde hace algunos años, el citado instituto se ha convertido en inseguridad, porque si le asignan al médico que les va atender, a veces no llega, y si son atendidos y recetados medicamentos, en el almacén del ISSSTE no existen, las anteriores deficiencias no han sido corregidas por los diferentes directores del instituto.

La institución que está a cargo de velar por la salud de sus agremiados, debe hacerlo por demanda ética, como lo dijo Hipócrates, en lo relativo a retirar el dolor en sus semejantes.

Las deficiencias, como la falta de médicos y medicinas, así como otros medios para hacer efectiva la atención a los enfermos, como son productos para la limpieza, aparatos y equipos utilizados en intervenciones quirúrgicas, camas hospitalarias, edificios más amplios ubicados en lugares idóneos para prestar servicios propios de una clínica. Nadie más que los médicos y enfermeras saben de carencias para atender la salud de los derechohabientes. Ese personal está obligado profesionalmente a gestionar lo faltante para prestar buenos servicios médicos y hospitalarios.

En otro ángulo de visión, los sindicatos (como el de los maestros) deben ocuparse en atender las quejas de sus agremiados en relación a los servicios del ISSSTE, y son los indicados que deben estar atentos para el logro del bienestar de sus miembros que cada quincena están aportando cuotas para atención de su salud.

Se escuchó decir al señor Presidente de México, en inauguración de una clínica en un estado del centro de la República, que el Seguro Social se encuentra sin déficit y también el ISSSTE, entonces: ¿Por qué el ISSSTE no ejerce los recursos financieros señalados en suficiencia para mejorar la atención médica? Porque las cuotas de los trabajadores al servicio del Estado son descontadas puntualmente para aplicarlas a la administración clínica.

Queda en manos del titular del ISSSTE en Tlaxcala hacer gestión obligada ante sus autoridades competentes con el propósito de remediar carencias actuales.

Ojalá se encuentre estrategia administrativa para jubilados de la tercera edad para no permanecer horas parados esperando ser atendidos.

Debe guardarse cierto grado de consideración en el trato a jubilados enfermos, porque han dejado más de treinta años en servicio a la sociedad, no importa el rango administrativo que hayan sustentado. Los viejos servidores públicos que asisten a la clínica del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores de Estado (ISSSTE), edificio sito en Tizatlán, para solicitar servicio médico, servicio que reciben si tienen la suerte de alcanzar ficha, cuyo número está determinado y delimitado por la administración de esa institución, son los que reciben atención médica. Los demás demandantes de servicio quedan excluidos a pesar de sus dolencias generadas por la enfermedad.

A diario acuden a esa clínica cientos de solicitantes de servicios para mejorar su salud, entre ellos jubiladas y jubilados que desde las cinco de la mañana se forman en la fila con más pacientes, con la probabilidad de que puedan ser atendidos debido a que están delimitadas las atenciones médicas. Más dificultad para aquellos que no cuentan con medio propio para su traslado hacia la clínica.

Si los pacientes padecen de enfermedades de vías respiratorias y no alcanzan atención médica están obligados a acudir al médico particular y comprar medicinas en el mercado, donde las encuentran caras. El hecho de acudir desde muy temprano con la bajas temperaturas ambientales aumentan la gravedad del cuadro enfermo.

La administración de la citada institución recomienda a los solicitantes de atención médica que no alcanzan “ficha” para ser atendidos por algún médico, que realicen su solicitud por vía telefónica, la que generalmente se encuentra saturada de llamadas, y cuando hay repuesta de la encargada del teléfono con mucha atención otorga la cita dentro de ocho días a partir de la solicitud. Los solicitantes hacen la siguiente reflexión: “Si se asiste en forma personal a solicitar servicio médico es porque la enfermedad ya está presente; si solicitamos vía telefónica, para cuando den la cita ya estaremos muertos por falta de medicamentos a los que tenemos derecho a recibir”.

Desde hace algunos años, el citado instituto se ha convertido en inseguridad, porque si le asignan al médico que les va atender, a veces no llega, y si son atendidos y recetados medicamentos, en el almacén del ISSSTE no existen, las anteriores deficiencias no han sido corregidas por los diferentes directores del instituto.

La institución que está a cargo de velar por la salud de sus agremiados, debe hacerlo por demanda ética, como lo dijo Hipócrates, en lo relativo a retirar el dolor en sus semejantes.

Las deficiencias, como la falta de médicos y medicinas, así como otros medios para hacer efectiva la atención a los enfermos, como son productos para la limpieza, aparatos y equipos utilizados en intervenciones quirúrgicas, camas hospitalarias, edificios más amplios ubicados en lugares idóneos para prestar servicios propios de una clínica. Nadie más que los médicos y enfermeras saben de carencias para atender la salud de los derechohabientes. Ese personal está obligado profesionalmente a gestionar lo faltante para prestar buenos servicios médicos y hospitalarios.

En otro ángulo de visión, los sindicatos (como el de los maestros) deben ocuparse en atender las quejas de sus agremiados en relación a los servicios del ISSSTE, y son los indicados que deben estar atentos para el logro del bienestar de sus miembros que cada quincena están aportando cuotas para atención de su salud.

Se escuchó decir al señor Presidente de México, en inauguración de una clínica en un estado del centro de la República, que el Seguro Social se encuentra sin déficit y también el ISSSTE, entonces: ¿Por qué el ISSSTE no ejerce los recursos financieros señalados en suficiencia para mejorar la atención médica? Porque las cuotas de los trabajadores al servicio del Estado son descontadas puntualmente para aplicarlas a la administración clínica.

Queda en manos del titular del ISSSTE en Tlaxcala hacer gestión obligada ante sus autoridades competentes con el propósito de remediar carencias actuales.

Ojalá se encuentre estrategia administrativa para jubilados de la tercera edad para no permanecer horas parados esperando ser atendidos.