/ viernes 22 de enero de 2021

Nuevos niños en el mundo

¿Quiénes son los niños índigos? El conocimiento de científicos no tiene respuestas concretas al respecto. Parte científica se atreve a señalarlos como entes con capacidades no despiertas durante mucho tiempo en relación con la presencia humana.

La persona que señaló como “índigo” algunos niños fue la psicóloga Nancy Ann, quien también fue investigadora y hace referencia en su obra “Comprendiendo tu vida a través del color”, ahí explica que los seres humanos irradiamos “capas áuricas” con determinados colores y según ellos son los que definen rasgos de personalidad y otros aspectos propios del individuo.

A partir de 1970 se inició el registro de esta clase de niños identificados por el color azul, a los que se les ha asignado algunos nombres: “niños estelares”, “niños de luz”, “nuevos niños”, “niños nazarenos”, “niños de la nueva era”, etc.

La psicóloga antes mencionada ha logrado ver la intensidad cromática de esos niños especiales, los que acusan el “añil”, colorante natural azul oscuro, obtenido de una planta natural. Ese color índigo es tan solo una característica de esos niños.

Otra de ellos notada en “los niños de luz”, es su elevado coeficiente intelectual, agregando su enorme capacidad creativa, ubicadas éstas en el hemisferio derecho del cerebro.

Como agregado se ha dicho que dichos niños poseen saberes sorprendentes, de los que parecen descabellados antes nuestro sistema de pensamiento y ejemplos dominantes de personas nacidas en épocas anteriores. A la mayoría de estos niños les gusta manejar computadoras, aprender a usarlas sin ayuda, resolviendo los inconvenientes operativos con los que muchas veces tropiezan los adultos.

Los índigos abordan procesos ejecutivos de la tecnología y pensamiento en general con gran destreza intuitiva: Se dirigen a lo esencial, tienen una gran energía y son incansables, algunos duermen pocas horas considerando tiempo extra para integrar conocimientos, comprender más rápido que otros niños de su edad, las trampas del consumismo y de las modas.

Son comprensivos cuando reciben explicación y son rebeldes ante el autoritarismo de sus padres, educadores o sociedad en general. En forma equivocada se les cofunde en psiquiatría calificándoles de “Trastorno de deficiencia de atención” o con “Trastorno de deficiencia de atención con hiperactividad”. Los niños índigos solo prestan atención hacia aquello que les interesa, evadiendo instancias metodológicas convencionales, prefieren profundizar con agilidad autodidacta.

Para estos niños la conciencia cósmica, la telepatía, la capacidad de sanación, son dones que habitualmente operan a la par de sus abordajes mentales, frente a distintos temas.

Pero… ¿Quiénes son estos nuevos niños? Y la pregunta más delicada, ¿Cómo tratarlos?, ¿cómo educarlos para que sean los hombres del futuro que manejarán al mundo? La definición es por el color de su aura, que es azul, el aura, es un campo magnético que rodea cada persona que puede ser visto por personas que poseen hipersensibilidad, también pueden ser captadas por fotografías con cámaras Kair Han. El problema con estos niños no son ellos, sino, los padres y maestros, pues siguen considerando a los nuevos niños como problemas de la educación que ese problema hogareño es en potencia un futuro genio transformador de la vida social, del mundo y de la ciencia.

Hace falta que la cualidad se avoque a permitir su debida conducción educativa, así como lo hace al nuevo conocimiento de las múltiples inteligencias descubiertas por la psicología, aunque hay que reconocer que también esos descubrimientos tienen sus fallas de apreciación como es la ausencia de mencionar la telepatía y transmisión de pensamiento, sin embargo; es ya un gran avance que sea avanzado en la enseñanza de la educación oficial.

Actualmente la llegada abundante de los “niños luz” no puede ser oculta y merece ser divulgada porque su presencia ya es mundial y corresponde a la educación formal, reeducarla para que sea capaz de permitir el cause a los niños azules, debido a que su pensamiento tiene rasgos luminosos que invitan a modificar los actuales métodos de enseñanza, cuyos contenidos están equivocados para las mentes brillantes, esto es no forzar al razonamiento infantil hacia los conceptos equivocados siguiendo el mismo método y conceptos alejados del pensamiento actual de los seres que guiarán a la humanidad sin equivocó alguno, admitamos que las mentes azules pueden corregir el camino científico que es propio de la humanidad a la que tiene derecho a gozarla.

¿Quiénes son los niños índigos? El conocimiento de científicos no tiene respuestas concretas al respecto. Parte científica se atreve a señalarlos como entes con capacidades no despiertas durante mucho tiempo en relación con la presencia humana.

La persona que señaló como “índigo” algunos niños fue la psicóloga Nancy Ann, quien también fue investigadora y hace referencia en su obra “Comprendiendo tu vida a través del color”, ahí explica que los seres humanos irradiamos “capas áuricas” con determinados colores y según ellos son los que definen rasgos de personalidad y otros aspectos propios del individuo.

A partir de 1970 se inició el registro de esta clase de niños identificados por el color azul, a los que se les ha asignado algunos nombres: “niños estelares”, “niños de luz”, “nuevos niños”, “niños nazarenos”, “niños de la nueva era”, etc.

La psicóloga antes mencionada ha logrado ver la intensidad cromática de esos niños especiales, los que acusan el “añil”, colorante natural azul oscuro, obtenido de una planta natural. Ese color índigo es tan solo una característica de esos niños.

Otra de ellos notada en “los niños de luz”, es su elevado coeficiente intelectual, agregando su enorme capacidad creativa, ubicadas éstas en el hemisferio derecho del cerebro.

Como agregado se ha dicho que dichos niños poseen saberes sorprendentes, de los que parecen descabellados antes nuestro sistema de pensamiento y ejemplos dominantes de personas nacidas en épocas anteriores. A la mayoría de estos niños les gusta manejar computadoras, aprender a usarlas sin ayuda, resolviendo los inconvenientes operativos con los que muchas veces tropiezan los adultos.

Los índigos abordan procesos ejecutivos de la tecnología y pensamiento en general con gran destreza intuitiva: Se dirigen a lo esencial, tienen una gran energía y son incansables, algunos duermen pocas horas considerando tiempo extra para integrar conocimientos, comprender más rápido que otros niños de su edad, las trampas del consumismo y de las modas.

Son comprensivos cuando reciben explicación y son rebeldes ante el autoritarismo de sus padres, educadores o sociedad en general. En forma equivocada se les cofunde en psiquiatría calificándoles de “Trastorno de deficiencia de atención” o con “Trastorno de deficiencia de atención con hiperactividad”. Los niños índigos solo prestan atención hacia aquello que les interesa, evadiendo instancias metodológicas convencionales, prefieren profundizar con agilidad autodidacta.

Para estos niños la conciencia cósmica, la telepatía, la capacidad de sanación, son dones que habitualmente operan a la par de sus abordajes mentales, frente a distintos temas.

Pero… ¿Quiénes son estos nuevos niños? Y la pregunta más delicada, ¿Cómo tratarlos?, ¿cómo educarlos para que sean los hombres del futuro que manejarán al mundo? La definición es por el color de su aura, que es azul, el aura, es un campo magnético que rodea cada persona que puede ser visto por personas que poseen hipersensibilidad, también pueden ser captadas por fotografías con cámaras Kair Han. El problema con estos niños no son ellos, sino, los padres y maestros, pues siguen considerando a los nuevos niños como problemas de la educación que ese problema hogareño es en potencia un futuro genio transformador de la vida social, del mundo y de la ciencia.

Hace falta que la cualidad se avoque a permitir su debida conducción educativa, así como lo hace al nuevo conocimiento de las múltiples inteligencias descubiertas por la psicología, aunque hay que reconocer que también esos descubrimientos tienen sus fallas de apreciación como es la ausencia de mencionar la telepatía y transmisión de pensamiento, sin embargo; es ya un gran avance que sea avanzado en la enseñanza de la educación oficial.

Actualmente la llegada abundante de los “niños luz” no puede ser oculta y merece ser divulgada porque su presencia ya es mundial y corresponde a la educación formal, reeducarla para que sea capaz de permitir el cause a los niños azules, debido a que su pensamiento tiene rasgos luminosos que invitan a modificar los actuales métodos de enseñanza, cuyos contenidos están equivocados para las mentes brillantes, esto es no forzar al razonamiento infantil hacia los conceptos equivocados siguiendo el mismo método y conceptos alejados del pensamiento actual de los seres que guiarán a la humanidad sin equivocó alguno, admitamos que las mentes azules pueden corregir el camino científico que es propio de la humanidad a la que tiene derecho a gozarla.