/ miércoles 1 de agosto de 2018

“Los pasos de López”, artículo de Jesús Silva Herzog

Recurrimos a este título recordando la novela de Jorge Ibargüengoitia que narra, empleando los recursos de parodia y sátira histórica, la primera fase de la Independencia de México, sus participantes y sus gestas, desde el punto de vista de un participante anónimo.

Hoy lo usamos al identificar el camino y las medidas del nuevo presidente de México y el papel que juegan sus detractores y algunos periodistas que lo cuestionan severamente, como Jesús Silva Herzog Márquez, de cuyo texto tengo reservas y con quien existen algunas coincidencias familiares curiosas que mencionamos.

Mi tío abuelo Manuel Yáñez Pérez, economista, alumno y admirador del maestro Jesús Silva Herzog, abuelo del periodista, al extremo de poner el apellido del maestro a su hija Herzonia Yáñez; recuerdo que mi tío abuelo vivía en la calle Vertientes 432, de las Lomas de Chapultepec, Ciudad de México, allá acudió en ocasiones don Jesús Silva Herzog a visitar a mi tío Manuel y a su hija Herzonia.

Otra liga indirecta es que don Jesús Silva Herzog fue designado gerente de la Distribuidora de Petróleos Mexicanos, y a pesar del boicot ejercido por compañías petroleras, pudo comercializar el petróleo a mediados de siglo pasado, en esa época otro tío abuelo mío, Manuel Sunderland Vélez, fue designado tesorero general de Pemex y lo fue por muchos años, pero coincidieron en la primera etapa como compañeros de trabajo, Pemex, la empresa que me dio la oportunidad de ser subdirector corporativo años después.

Por último, el autor del artículo en cuestión, Jesús Silva Herzog Márquez, fue maestro de mi hija Sandra en el ITAM cuando cursó su carrera de derecho.

El texto del artículo “El patrimonialismo del cartujo” tilda de patrimonialista al nuevo presidente antes del inicio de su gestión y lo compara con un hacendado, esto es adelantar vísperas a120 días de asumir el cargo; tranquilos, ya podrán señalar sus equívocos sobre los hechos.

Si van a rehacer el modelo económico desde el congreso, plantearán una nueva constitución sin contraparte, el mandato legal lo recibieron de la elección para convertir las nuevas prioridades políticas en mandatos constitucionales y legislativos.

Requerimos una constitución menos selectiva para los beneficios, más equitativa y justa, se votó por una nueva redistribución de los recursos y así está anunciado.

Desaprovechar el patrimonio de varias generaciones, dice el texto, el solo remate parcial de Pemex, es más grave y no lo escuche significarse a este abuso, que sumado al Fobaproa, al sobre endeudamiento en este sexenio y comprometer, la refinación mexicana y sus empleos, a cambio de la importación de gasolina, desactivar este atropello llevará más de tres años a la nueva administración.

El drama sobreactuado de romper familias e impedir a sus hijos estudiar con la descentralización, en un país en el que han empobrecido a la mayoría de la población, solo en este caso le rompieron y secuestraron el futuro a más de 15 millones de familias, esta es la contraparte que el autor Herzog Márquez no menciona y parece no ver.

Recortar salarios a la alta burocracia ocasionará un daño no advertido y que difícilmente podrán improvisar para asumir la merma salarial, eso es claro, sin embargo, existe una contraparte, cuarenta millones de mexicanos cuyo salario no alcanza para comer y vivir decorosamente, sin seguridad social y sin posibilidades de pensión.

Asegurar que el gobierno será una fuente de derroche, ineficiencia y corrupción es desvarío asegurarlo antes de los hechos, a manera de mal augurio.

El reto para la nueva administración es demostrar con hechos que analistas reconocidos como Jesús Silva Herzog Marqués se equivocan y que más bien, se orientan a defender el “statu quo” a ultranza, el tiempo pone a cada cual en su lugar.

La descentralización de las entidades federales puede adolecer de un estudio riguroso, pero se va a perfilar un mayor equilibrio en el desarrollo del país, el galimatías procedimental para concretarlo, es un rompecabezas digno de un buen cuadro multidisciplinario, para evitar cuellos de botella que arriesguen eficacia, eficiencia y aseguren mover los indicadores que lastiman a la población para atemperar la desigualdad.

Todo lo que abone a disminuir pobreza, desigualdad, violencia e impunidad, bienvenido, y estoy cierto que estos indicadores irán bajando pero, déjenlo llegar y trabajar antes de desautorizarlo, para el autor hay dudas de que se logren los objetivos, más mal no podríamos estar.

No importa que lo llamen cartujo de la chingada, se corre el riesgo de tener amarrada, por sus comentarios, a parte de la clase política con riesgo de parálisis administrativas y política, que se equivoque la nueva administración en los procedimientos y en algunos cálculos, pero que baje los índices que tanto lastiman a la población mexicana, por lo que votó la mayoría de los mexicanos.

Debemos afirmar que no hay un líder político nacional cuyo discurso haya sido más replicado por la prensa mexicana que el de AMLO y con mucho lo seguirá siendo, y por encima de ello se debe seguir adelante.