/ viernes 2 de octubre de 2020

Maltrato animal

Hay constancia visual del maltrato que se da a los animales desde los que sirven a los campesinos como a los perros, gatos, aves, animales silvestres así como a los que el hombre utiliza como espectáculo salvaje como pelea de perros, pelea de gallos y las famosas charreadas y tauromaquia dónde al final del espectáculo son sacrificados en forma cruel. Son utilizados para ganar en apuestas de dinero en las que el animal es sometido por una ganancia económica terminando en muertes terribles para éste.

Se ha tomado nota que en la ciudad de Tlaxcala y en otras más, existen muchos perros callejeros que durante mucho tiempo las autoridades han dejado crecer por la irresponsabilidad de echar a la calle a hembras con el vientre cargado de seres que son criados por la búsqueda en muladares de comida en las ciudades, situación que debió tener desde hace tiempo coto por humanidad, sin embargo la proliferación de perros y gatos en las calles están a la vista cotidiana de la vida social de en las ciudades.

Las autoridades que son responsables del control sanitario de la ciudad no contribuye a la mejora del control adecuado de nacimientos, porque no se ha sabido a la fecha que se establezca un programa responsable oficial para educar a la ciudadanía y por ello se ven muchos animales arrojados a la calle por sus “dueños” que respecto a su manutención les es fácil desentenderse; o más aún a los que lucran con criaderos de perros de “raza” sin los estándares mínimos al respeto que corresponde al animal como ser vivo, debiendo la autoridad aplicar una sanción para esta clase de costumbres inhumanas. Pero, ¿cómo lograr la aplicación de una sanción si no existe una ley que la ampare?.

Es doloroso observar perros sin comida y agua, que se encuentran atados a un poste por medio de cables, alambres o cadenas que además son cortos y cortantes que lastiman cruelmente al animal que pasa días y noches bajo el sol, la lluvia o el frío en azoteas y patios insalubres con espacios insuficientes; sin duda estos hechos que deben ser sancionados drásticamente por la autoridad.

Aquí un ejemplo de la buena voluntad y sobre todo responsabilidad de autoridades que se han observado en algunas ciudades de la República como en el caso distinguido de un municipio que los días sábados y domingos en la parte central del poblado exhiben un conjunto de perros y gatos recolectados en la calle, mismos que son adoptados por personas que así lo desean, esto mediante un documento de certificación en cuanto al trato futuro que se dará al animal. En dicho documento lleva el nombre del adoptante además de su domicilio y el compromiso a puño y letra del nuevo responsable del animal, comprometiéndose a cumplir respecto a los requisitos clínicos que deben aplicarse como son las vacunas, la alimentación, y la casa adecuados con el propósito de comprometerse con el adoptado y su buen trato.

Aunado a esta buena acción, que desde luego ha mostrado buenos resultados, se prohíbe matar a un animal de la calle pues quien lo haga recibe el castigo de la ley; por este buen ejemplo como muchos otros que existen, nuestro Estado debería ponerse a la vanguardia en el tema del rechazo al maltrato animal de manera contundente a través de las normas por lo que se requiere que el Congreso local tome cartas en el asunto de forma inmediata a fin de generar la normatividad con el fin de proteger del maltrato animal, y unirse a la sociedad civil organizada que como puede se ha conformado para proteger de otros la crueldad a los animales.

En cuanto a los animales silvestres como las diversas aves, los coyotes, serpientes, osos, leopardos, monos araña y pumas entre otros, debe quedar prohibida su captura para exhibición y venta porque forma parte de la fauna de carácter nacional la que debemos proteger y respetar su hábitat que es lo que corresponde a los seres humanos de bien.

Los humanos debemos aprender a respetar de forma voluntaria o impuesta a la ecología que presenta la inmensidad natural de nuestra nación pues sin duda es quien da el equilibrio racional de nuestro planeta.

Hay constancia visual del maltrato que se da a los animales desde los que sirven a los campesinos como a los perros, gatos, aves, animales silvestres así como a los que el hombre utiliza como espectáculo salvaje como pelea de perros, pelea de gallos y las famosas charreadas y tauromaquia dónde al final del espectáculo son sacrificados en forma cruel. Son utilizados para ganar en apuestas de dinero en las que el animal es sometido por una ganancia económica terminando en muertes terribles para éste.

Se ha tomado nota que en la ciudad de Tlaxcala y en otras más, existen muchos perros callejeros que durante mucho tiempo las autoridades han dejado crecer por la irresponsabilidad de echar a la calle a hembras con el vientre cargado de seres que son criados por la búsqueda en muladares de comida en las ciudades, situación que debió tener desde hace tiempo coto por humanidad, sin embargo la proliferación de perros y gatos en las calles están a la vista cotidiana de la vida social de en las ciudades.

Las autoridades que son responsables del control sanitario de la ciudad no contribuye a la mejora del control adecuado de nacimientos, porque no se ha sabido a la fecha que se establezca un programa responsable oficial para educar a la ciudadanía y por ello se ven muchos animales arrojados a la calle por sus “dueños” que respecto a su manutención les es fácil desentenderse; o más aún a los que lucran con criaderos de perros de “raza” sin los estándares mínimos al respeto que corresponde al animal como ser vivo, debiendo la autoridad aplicar una sanción para esta clase de costumbres inhumanas. Pero, ¿cómo lograr la aplicación de una sanción si no existe una ley que la ampare?.

Es doloroso observar perros sin comida y agua, que se encuentran atados a un poste por medio de cables, alambres o cadenas que además son cortos y cortantes que lastiman cruelmente al animal que pasa días y noches bajo el sol, la lluvia o el frío en azoteas y patios insalubres con espacios insuficientes; sin duda estos hechos que deben ser sancionados drásticamente por la autoridad.

Aquí un ejemplo de la buena voluntad y sobre todo responsabilidad de autoridades que se han observado en algunas ciudades de la República como en el caso distinguido de un municipio que los días sábados y domingos en la parte central del poblado exhiben un conjunto de perros y gatos recolectados en la calle, mismos que son adoptados por personas que así lo desean, esto mediante un documento de certificación en cuanto al trato futuro que se dará al animal. En dicho documento lleva el nombre del adoptante además de su domicilio y el compromiso a puño y letra del nuevo responsable del animal, comprometiéndose a cumplir respecto a los requisitos clínicos que deben aplicarse como son las vacunas, la alimentación, y la casa adecuados con el propósito de comprometerse con el adoptado y su buen trato.

Aunado a esta buena acción, que desde luego ha mostrado buenos resultados, se prohíbe matar a un animal de la calle pues quien lo haga recibe el castigo de la ley; por este buen ejemplo como muchos otros que existen, nuestro Estado debería ponerse a la vanguardia en el tema del rechazo al maltrato animal de manera contundente a través de las normas por lo que se requiere que el Congreso local tome cartas en el asunto de forma inmediata a fin de generar la normatividad con el fin de proteger del maltrato animal, y unirse a la sociedad civil organizada que como puede se ha conformado para proteger de otros la crueldad a los animales.

En cuanto a los animales silvestres como las diversas aves, los coyotes, serpientes, osos, leopardos, monos araña y pumas entre otros, debe quedar prohibida su captura para exhibición y venta porque forma parte de la fauna de carácter nacional la que debemos proteger y respetar su hábitat que es lo que corresponde a los seres humanos de bien.

Los humanos debemos aprender a respetar de forma voluntaria o impuesta a la ecología que presenta la inmensidad natural de nuestra nación pues sin duda es quien da el equilibrio racional de nuestro planeta.