/ miércoles 27 de junio de 2018

Propósito relevante del cambio a votar

Las diversas expresiones políticas aspiran y desean fervientemente un cambio de régimen, pero, cambio ¿para qué?, la mayoría lo desea, lo aspira y va a votar para ello, como aglutinar los objetivos y calidades componentes del cambio, pero veamos la causa, existen algunos adjetivos a la administración pública que la mayoría rechaza y que logran aglutinar la expresión generalizada.

Temas genéricos como: corrupción, violencia, impunidad, desigualdad, exclusión, pobreza, podrían identificar la mayoría de las críticas sobre el actuar del régimen, para ejemplificar los componentes del rechazo social, referimos a una acción de gobierno que concentra y es causa del enojo social, la ineficacia de la administración pública federal, estatal, municipal, los poderes; los partidos políticos y los órganos autónomos cooptados ya por el gobierno, etc.

Sobre esta reflexión podríamos hablar en positivo, la primera aspiración sería lograr la eficacia política y administrativa del Ejecutivo, del Legislativo y Judicial, a quienes podríamos exigir una condición que sería la inclusión, para la justicia, el desarrollo económico, la educación, el ingreso, los salarios, la cobertura de seguridad social que es exigua y excluyente como ejemplos.

Aspirar a la reconstrucción del estado democrático que beneficie a todos, un modelo económico que incluya a todos, un nuevo sistema punitivo de justicia eficaz en la aplicación de la ley, que la política nos exprese a todos, no a unos cuantos, que para variar son los mismos, que defienda la soberanía nacional por encima de intereses de grupo en detrimento de la nación.

Alternar el mundo global con el interés nacional que beneficie a todos si es posible, solo necesitamos aplicar la receta de seleccionar a los mejores hombres, los idóneos, comprometidos con la sociedad más allá de discursos, llegando a la realidad visible y palpable para todos los hogares mexicanos.

Elemental, pero hay que decirlo, con que los diputados y senadores trabajen para el interés común, para quien los elige, tiene muchos decenios que no lo hacen, trabajan para las cúpulas de los partidos y estas para las cúpulas económicas, traicionando el interés de sus electores, ya no más.

La consecuencia de ese comportamiento reiterado es un país mayoritariamente pobre, sin educación, existen 48 millones de jóvenes que no terminaron la prepa, ¿qué expectativa de ingreso, de desarrollo pueden tener?, condicionados económica y socialmente. El presupuesto de educación en México es considerable pero es ineficaz y corrupto, con nivel bajo de calidad, No más.

La justica en México, por poner un ejemplo, de 100 asesinatos solo se castiga a cinco (Paris Martínez, Animal Político), impunidad casi total. El presupuesto para la seguridad es muy alto, pero es ineficaz y corrupto.

Así podríamos repasar todos los sectores de la administración pública y muy pocos se salvan, la rendición de cuentas no opera en México, de 800 denuncias penales de la auditoria superior de la federación ante la Procuraduría general de la república por desvío de recursos de funcionarios de gobierno, solo se sancionaron 4 casos, esto es impunidad total.

Estos son solo unos ejemplos de lo que ha propiciado el hartazgo social aparte del gasolinazo innecesario, no son solo los partidos ni sus integrantes, es el hartazgo de la ineficacia gubernamental que llego a los límites de resistencia social, se agrupa y manifiesta en una expresión política electoral que va a votar el próximo domingo.

Ahora, debemos tener claro que esta molestia no desaparece el 2 de julio, la inconformidad irá creciendo y exigirá respuestas prontas, de no corregir las ineficiencias comentadas y muchas más que existen, las protestan crecerán.

De la nueva administración que contara con la mayor legitimidad de los últimos 110 años, la sociedad exigirá mínima reciprocidad.

Requerimos romper esquemas de pensamiento y reflexión, formas y modos de concebir la política y la administración, en México y en Tlaxcala. De los políticos, nuevas formas de pensar y de actuar respecto de sus mandantes que somos nosotros la sociedad y a quien deben servir como primerísima prioridad, antes que conducirse con soberbia, exclusión y mal trato, deberán estar prestos a defender el interés social, el interés público, el bien común de Hannah Arendt, desde la cámara, el senado, desde la misma presidencia de la república que será el primer obligado a cambiar estos usos y costumbres de desatención, olvido y exclusión.

A manera de conclusión, la elección próxima tiene que ver más con la ineficacia gubernamental que con los partidos políticos, segunda, es más un voto de castigo para señalar lo que la sociedad no quiere de sus gobernantes, que con los candidatos, por supuesto los electores abrazan la oferta política de quien sienten y piensan, que tiene la calidad moral y política de cumplir su expectativa y asegurar la eficiencia y eficacia política y administrativa deseada.


Las diversas expresiones políticas aspiran y desean fervientemente un cambio de régimen, pero, cambio ¿para qué?, la mayoría lo desea, lo aspira y va a votar para ello, como aglutinar los objetivos y calidades componentes del cambio, pero veamos la causa, existen algunos adjetivos a la administración pública que la mayoría rechaza y que logran aglutinar la expresión generalizada.

Temas genéricos como: corrupción, violencia, impunidad, desigualdad, exclusión, pobreza, podrían identificar la mayoría de las críticas sobre el actuar del régimen, para ejemplificar los componentes del rechazo social, referimos a una acción de gobierno que concentra y es causa del enojo social, la ineficacia de la administración pública federal, estatal, municipal, los poderes; los partidos políticos y los órganos autónomos cooptados ya por el gobierno, etc.

Sobre esta reflexión podríamos hablar en positivo, la primera aspiración sería lograr la eficacia política y administrativa del Ejecutivo, del Legislativo y Judicial, a quienes podríamos exigir una condición que sería la inclusión, para la justicia, el desarrollo económico, la educación, el ingreso, los salarios, la cobertura de seguridad social que es exigua y excluyente como ejemplos.

Aspirar a la reconstrucción del estado democrático que beneficie a todos, un modelo económico que incluya a todos, un nuevo sistema punitivo de justicia eficaz en la aplicación de la ley, que la política nos exprese a todos, no a unos cuantos, que para variar son los mismos, que defienda la soberanía nacional por encima de intereses de grupo en detrimento de la nación.

Alternar el mundo global con el interés nacional que beneficie a todos si es posible, solo necesitamos aplicar la receta de seleccionar a los mejores hombres, los idóneos, comprometidos con la sociedad más allá de discursos, llegando a la realidad visible y palpable para todos los hogares mexicanos.

Elemental, pero hay que decirlo, con que los diputados y senadores trabajen para el interés común, para quien los elige, tiene muchos decenios que no lo hacen, trabajan para las cúpulas de los partidos y estas para las cúpulas económicas, traicionando el interés de sus electores, ya no más.

La consecuencia de ese comportamiento reiterado es un país mayoritariamente pobre, sin educación, existen 48 millones de jóvenes que no terminaron la prepa, ¿qué expectativa de ingreso, de desarrollo pueden tener?, condicionados económica y socialmente. El presupuesto de educación en México es considerable pero es ineficaz y corrupto, con nivel bajo de calidad, No más.

La justica en México, por poner un ejemplo, de 100 asesinatos solo se castiga a cinco (Paris Martínez, Animal Político), impunidad casi total. El presupuesto para la seguridad es muy alto, pero es ineficaz y corrupto.

Así podríamos repasar todos los sectores de la administración pública y muy pocos se salvan, la rendición de cuentas no opera en México, de 800 denuncias penales de la auditoria superior de la federación ante la Procuraduría general de la república por desvío de recursos de funcionarios de gobierno, solo se sancionaron 4 casos, esto es impunidad total.

Estos son solo unos ejemplos de lo que ha propiciado el hartazgo social aparte del gasolinazo innecesario, no son solo los partidos ni sus integrantes, es el hartazgo de la ineficacia gubernamental que llego a los límites de resistencia social, se agrupa y manifiesta en una expresión política electoral que va a votar el próximo domingo.

Ahora, debemos tener claro que esta molestia no desaparece el 2 de julio, la inconformidad irá creciendo y exigirá respuestas prontas, de no corregir las ineficiencias comentadas y muchas más que existen, las protestan crecerán.

De la nueva administración que contara con la mayor legitimidad de los últimos 110 años, la sociedad exigirá mínima reciprocidad.

Requerimos romper esquemas de pensamiento y reflexión, formas y modos de concebir la política y la administración, en México y en Tlaxcala. De los políticos, nuevas formas de pensar y de actuar respecto de sus mandantes que somos nosotros la sociedad y a quien deben servir como primerísima prioridad, antes que conducirse con soberbia, exclusión y mal trato, deberán estar prestos a defender el interés social, el interés público, el bien común de Hannah Arendt, desde la cámara, el senado, desde la misma presidencia de la república que será el primer obligado a cambiar estos usos y costumbres de desatención, olvido y exclusión.

A manera de conclusión, la elección próxima tiene que ver más con la ineficacia gubernamental que con los partidos políticos, segunda, es más un voto de castigo para señalar lo que la sociedad no quiere de sus gobernantes, que con los candidatos, por supuesto los electores abrazan la oferta política de quien sienten y piensan, que tiene la calidad moral y política de cumplir su expectativa y asegurar la eficiencia y eficacia política y administrativa deseada.