/ miércoles 13 de junio de 2018

Que pasa con Trump y México. Mirada fresca de Andrés

Las relaciones de México con los EE. UU. se han complicado desde la campaña electoral del actual presidente Trump, y al parecer no va a cambiar; lejos de ello, se puede complicar aún más y empezar a reflejar mayores daños en el tipo de cambio, en el comercio, en el monto de inversiones y en el empleo, y debilitar la fortaleza de las cadenas de valor maduradas al amparo del tratado de libre comercio.

Con 30 millones de mexicanos viviendo allá, con el flujo de comercio más importante por el error histórico mexicano de no diversificar las ventas, ahora habrá que iniciar una estrategia para controlar y administrar riesgos y evitar mayores daños.

La relación bilateral con los EE. UU. no se reduce a la relación entre presidentes, la relación es mucho más amplia y compleja; tejidos y armados que relacionan comercio, sociedad, gobiernos, migrantes, seguridad, droga, armas, flujos de dinero, las empresas americanas establecidas en nuestro País que le generan a los EE. UU. muchas ganancias y han contado siempre con la protección del gobierno mexicano, confirmado por la venta de activos del sector energético, exportaciones e importaciones, tecnología y muchas cosas más con una frontera de 3,000 kilómetros que afianza y conforma una relación simbiótica.

4,500 empresas mexicanas entre las cuales 100 producen el 80 % de nuestras exportaciones hacia los EE. UU., y en total dan empleo a un millón y medio de mexicanos que se afectarían seriamente.

Sin embargo, México no solo ha cometido el error de no diversificar el comercio, sino que también no haber fortalecido la relación con los migrantes se ha beneficiado de las remesas sin fortalecer los servicios consulares y sectoriales de toda la estructura administrativa del Gobierno federal, que debió haber apoyado a los connacionales que, partiendo de una enorme voluntad de superación de nuestros jóvenes y mujeres mexicanos, embelesada con el sueño americano, podríamos influir más en la sociedad americana. Los analistas calculan que las remesas solo implican el 7% del dinero que ganan nuestros migrantes.

El tema del TLC actualmente en México parece no llamar la atención a la población abierta de este lado de la frontera, tal vez eclipsado por las elecciones, el futbol y la violencia creciente que padecemos, cuando empiecen a cerrar empresas o a suspender ventas de la industria, agroindustria o productos agrícolas, vamos a pegar el grito en el cielo, basta con que Trump notifique según el artículo 2205 del TLC, que establece “Una Parte podrá denunciar este Tratado seis meses después de notificar por escrito a las otras Partes… el Tratado permanecerá en vigor para las otras Partes”.

Cuanto comercian los integrantes del TLC como para que Trump lo desaire, solo para quedar bien con su base electoral, veamos, en 2016, nuestro vecino del norte le exportó a Canadá mercancías por un valor de 266.827 millones de dólares e importó desde dicha nación bienes por 278.067. Por su parte, Estados Unidos le exportó a México bienes por 230.959 e importó productos desde México por 294.151.

Estas cifras dan cuenta de que el comercio exterior estadounidense con sus socios del TLCAN sumaron en 2016 1.070 billones de dólares (billones de los de 12 ceros), este monto global supera el PIB mexicano, de ese tamaño es el riesgo que corremos de cancelarse este tratado que lleva 23 años.

Los empleos que se van a perder del lado americano en los 10 principales estados con dependencia de empleos en el TLCAN son, como ejemplo exponemos algunos:

1. California (575 mil) 2. Texas (387 mil 67) 3. Nueva York (318 mil) 4. Florida (285 mil)

Pese al río revuelto de la relación con los EE. UU., advertimos un efecto muy particular, en la medida en que se deteriora la relación política entre los dos países, todos los demás lazos que unen estas dos grandes naciones se fortalecen, la relación profunda que existe ya entre los habitantes, forjadas en ya varios siglos de convivencia, no la podrá borrar la postura tribal del presidente americano.

Este marco de relación es tan fuerte que a mediano plazo será factor determinante para que los excesos políticos hoy manifiestos se reorienten por el bien de las dos naciones, después de la tempestad…


ESTATUS DE CAMPAÑAS EN MÉXICO

Luego del debate último los precandidatos se lanzan a la etapa final de la campaña, Meade seguro de que su estructura y recursos le darán un impulso adicional para mejor posicionarlo.

Anaya batallando contra los embates oficiales y con gran riesgo de ser rebasado, pero se defiende atribuyendo el origen de la campaña negra que lo desacredita al ejecutivo federal.

Ambiente es de seguridad en Morena con la cereza política que representa, la flor que le echo el suegro de Emilio Azcárraga el empresario Marco Fastlicht Sackler a Andrés López Obrador, al comentar que el candidato de Morena “tiene una mirada fresca para observar los problemas de México y cuenta con el 60 % de preferencias y la seguridad de ganar mayoría en ambas cámaras, y luego, le prestan el estadio azteca para su cierre.

Las relaciones de México con los EE. UU. se han complicado desde la campaña electoral del actual presidente Trump, y al parecer no va a cambiar; lejos de ello, se puede complicar aún más y empezar a reflejar mayores daños en el tipo de cambio, en el comercio, en el monto de inversiones y en el empleo, y debilitar la fortaleza de las cadenas de valor maduradas al amparo del tratado de libre comercio.

Con 30 millones de mexicanos viviendo allá, con el flujo de comercio más importante por el error histórico mexicano de no diversificar las ventas, ahora habrá que iniciar una estrategia para controlar y administrar riesgos y evitar mayores daños.

La relación bilateral con los EE. UU. no se reduce a la relación entre presidentes, la relación es mucho más amplia y compleja; tejidos y armados que relacionan comercio, sociedad, gobiernos, migrantes, seguridad, droga, armas, flujos de dinero, las empresas americanas establecidas en nuestro País que le generan a los EE. UU. muchas ganancias y han contado siempre con la protección del gobierno mexicano, confirmado por la venta de activos del sector energético, exportaciones e importaciones, tecnología y muchas cosas más con una frontera de 3,000 kilómetros que afianza y conforma una relación simbiótica.

4,500 empresas mexicanas entre las cuales 100 producen el 80 % de nuestras exportaciones hacia los EE. UU., y en total dan empleo a un millón y medio de mexicanos que se afectarían seriamente.

Sin embargo, México no solo ha cometido el error de no diversificar el comercio, sino que también no haber fortalecido la relación con los migrantes se ha beneficiado de las remesas sin fortalecer los servicios consulares y sectoriales de toda la estructura administrativa del Gobierno federal, que debió haber apoyado a los connacionales que, partiendo de una enorme voluntad de superación de nuestros jóvenes y mujeres mexicanos, embelesada con el sueño americano, podríamos influir más en la sociedad americana. Los analistas calculan que las remesas solo implican el 7% del dinero que ganan nuestros migrantes.

El tema del TLC actualmente en México parece no llamar la atención a la población abierta de este lado de la frontera, tal vez eclipsado por las elecciones, el futbol y la violencia creciente que padecemos, cuando empiecen a cerrar empresas o a suspender ventas de la industria, agroindustria o productos agrícolas, vamos a pegar el grito en el cielo, basta con que Trump notifique según el artículo 2205 del TLC, que establece “Una Parte podrá denunciar este Tratado seis meses después de notificar por escrito a las otras Partes… el Tratado permanecerá en vigor para las otras Partes”.

Cuanto comercian los integrantes del TLC como para que Trump lo desaire, solo para quedar bien con su base electoral, veamos, en 2016, nuestro vecino del norte le exportó a Canadá mercancías por un valor de 266.827 millones de dólares e importó desde dicha nación bienes por 278.067. Por su parte, Estados Unidos le exportó a México bienes por 230.959 e importó productos desde México por 294.151.

Estas cifras dan cuenta de que el comercio exterior estadounidense con sus socios del TLCAN sumaron en 2016 1.070 billones de dólares (billones de los de 12 ceros), este monto global supera el PIB mexicano, de ese tamaño es el riesgo que corremos de cancelarse este tratado que lleva 23 años.

Los empleos que se van a perder del lado americano en los 10 principales estados con dependencia de empleos en el TLCAN son, como ejemplo exponemos algunos:

1. California (575 mil) 2. Texas (387 mil 67) 3. Nueva York (318 mil) 4. Florida (285 mil)

Pese al río revuelto de la relación con los EE. UU., advertimos un efecto muy particular, en la medida en que se deteriora la relación política entre los dos países, todos los demás lazos que unen estas dos grandes naciones se fortalecen, la relación profunda que existe ya entre los habitantes, forjadas en ya varios siglos de convivencia, no la podrá borrar la postura tribal del presidente americano.

Este marco de relación es tan fuerte que a mediano plazo será factor determinante para que los excesos políticos hoy manifiestos se reorienten por el bien de las dos naciones, después de la tempestad…


ESTATUS DE CAMPAÑAS EN MÉXICO

Luego del debate último los precandidatos se lanzan a la etapa final de la campaña, Meade seguro de que su estructura y recursos le darán un impulso adicional para mejor posicionarlo.

Anaya batallando contra los embates oficiales y con gran riesgo de ser rebasado, pero se defiende atribuyendo el origen de la campaña negra que lo desacredita al ejecutivo federal.

Ambiente es de seguridad en Morena con la cereza política que representa, la flor que le echo el suegro de Emilio Azcárraga el empresario Marco Fastlicht Sackler a Andrés López Obrador, al comentar que el candidato de Morena “tiene una mirada fresca para observar los problemas de México y cuenta con el 60 % de preferencias y la seguridad de ganar mayoría en ambas cámaras, y luego, le prestan el estadio azteca para su cierre.